Adiós

Capítulo 11

Todos dormían en la casa excepto said. Necesitaba hablar con Cecilia pero no tenía valor, el se escabulló a su habitación. Ella estaba dormida, él admiraba a Cecilia pues ella dejaba ver su figura perfecta. Said quería estar con ella aunque fuera una última vez.

—¿Qué haces aquí? Mañana debes madrugar.—

—Necesitaba verte una vez más.—

Cecilia se entregó de nuevo a él, ella presentía que él jamás volvería. Para ella era una despedida.

—Nada de lo que he vivido contigo lo olvidare, mi adorada Cecilia.—

Cecilia seguía entre sus brazos, de repente sus lágrimas rodaron por sus mejillas. Ella estaba enamorada de Said, pero el miedo al rechazo hizo que guardara silencio. Si él realmente quería estar con ella, él volvería.

Era tiempo de irse, Said y Gastélum se irían a la capital. Y de ahí Said volvería a Italia. Elías se quedaba unos días más con Vanessa en la hacienda.

—Les agradezco por su hospitalidad, fue un gusto conocer a todos. Cecilia cuídate mucho.—

—Qué te vaya bien Said, buen viaje.—

Cecilia sentía que todo su cuerpo temblaba debía aparentar que era una visita más. Said se marchó. Alfonsina conocía bien a Cecilia, sabía que algo ocultaba.

—Bueno, cuñado sabes que estás en tu casa. Me voy tengo trabajo que revisar.—

—Si Cecilia.—

La gavia y su familia era su mundo, además solo había sido una aventura. Solo quedaba que todo se olvidara para siempre.

—Cecilia hija.—

—Dime Alfonsina.—

—Te quedaste muy pensativa.—

—Mañana viajaré a la tequilera estaba pensando pedirle a Vanessa y Elías que me acompañaran. Si llegaran a casarse ese sería mi regalo de bodas para ellos.—

—Tú siempre viendo por tus hermanas y su bienestar.—

—Elias se ve un buen hombre ¿no crees?—

—Si, a diferencia de su hermano. Si y por mucho.—

—Vamos nana hoy debo revisar pendientes para irnos mañana temprano.—

Vanessa mostraba su trabajo pendiente por ser publicado a Elias. Él era bueno escuchando, le gustaba la emoción con que Vanessa le compartía su amor por la fotografía.

—Sabías que eres maravillosa.—

—En serio, ¿lo crees?—

—Si, eres dulce y tierna.—

La relación entre ellos se veía prometedora, tanto Cecilia como su abuela y su tía lo veían. Les gustaba Elias para ser parte de la familia.

—Elias, hermana lamento interrumpir, quiero pedirles un enorme favor.—

—Si dinos Cecilia—

—Mañana necesito viajar a la Tequilera, ¿podrían ir conmigo?—

—Si hermana, vamos Elias sirve de que tomó fotografías del lugar. Es hermoso el paisaje y la Hacienda también.—

—¿Allá tienen otra hacienda?—

—Si es grande en hectáreas y en la tequilera. La casona es mucho más pequeña que la Gavia.—

—Si está bien entonces preparó maletas.—

—Si preparen todo nos iremos temprano.—

Cecilia necesitaba salir de la Gavia, tenía que esconder sus sentimientos despejar sus pensamientos. El infierno que sentía en su corazón nada lo podía calmar, tenía que conservar la cordura en frente de su familia. Así como Said que dejó todo sin mirar atrás sin preguntar lo que ella sentía, era el motivo para que pronto lo olvidara.

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