Desconfianza

Capítulo 6

Alfonsina les indicó a todos que podían pasar al comedor para merendar. El comedor era algo impresionante era para 32 personas y los muebles eran antiguos aunque en excelente estado, cuadros, candelabros estilo de la realeza. Era una completa joya.

—Adelante tomen asiento.—

Todos se sentaron, hicieron diferentes platillos mexicanos pero también vegetarianos y no tenían idea de que cocinar. Ya que Gastélum había comentado que eran Judios. La Abuela Sara preguntó por Cecilia.

—Alfonsina, ¿Cecilia no va a venir a comer?—

—No señora, mando pedir una canasta de comida. Comerán en los establos.—

—Está bien. Elias, Said. Si necesitan alguna comida en especial o algo no les apetece pueden pedirle a Alfonsina que les preparen lo que ustedes pueden comer.—

—Gracias Señora Sámano, Mi hermano y yo comemos de todo. Aunque somos judios tenemos mucho tiempo que comemos casi de todo. No lo que la religión manda. No profesamos somos los hijos infieles de la familia Cohen.—Comentó Elias.

—¿Entonces de que país son?—

—Nuestra familia abandonó Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, nuestros antepasados se refugiaron en escocia. Tiempo después viajaron a España. Y cuando decidí emanciparme de mis padres, me fui a vivir a Italia. Tengo negocios por todo el mundo. Vine a Mexico a apoyar a mi hermano Elias.—respondió Said.

—entiendo, a veces uno no elige a la familia. Pero ustedes siempre serán parte de los Cohen.—agregó Sara

—Nos contó Gastélum que tienen más de 400 años como dueños de la Gavia.—

—Si, para los Sámano el legado ha pasado de generación en generación, Ahora a Cecilia se le heredó el legado.—

—Tengo que agregar que son una familia cálida y les agradezco la oportunidad que nos brindó de estar aquí. Poderlos conocer, me siento orgulloso y tranquilo de que mi hermano sea su socio.—decía Said

Elias notaba algo extraño a Said jamás adulaba a alguien, si no tuviera un interés de por medio. Tenía que hablar con él y saber que es lo que quería lograr con sus comentarios.

Said moría de ganas de salir a buscar a Cecilia, él no había dejado de pensar en ella un solo minuto. Margarita lanza un comentario para Vanessa.

—Vanessa, ya tienes todo listo para mañana. ¿Te encargaste de los últimos preparativos?—preguntó

—Si Tía, ya solo faltaba que Cecilia hiciera las transferencias para el servicio de meseros, la música y las flores.—

—Gastélum podrías apoyarnos con eso?—preguntó

—Claro que si Margarita.—

—Vanessa debes de tener un poco más de iniciativa, y pedir ayuda. Cecilia está muy ocupada todos los días. Trata de estar en todo, pero también debemos de apoyarla.—

—No lo pensé, lo siento tía.—

—Estás demasiado consentida por tu hermana.—

—Sinceramente tenía que mandar mi trabajo a la revista, y ya no pude ver a Cecilia.—

Elias interrumpió.

—¿Trabajas para una revista?—

—Si, trabajo para una revista de investigación. Me la paso viajando por el mundo tomando fotografías, de todo tipo. Acabo de regresar de Australia. Fotografié una comunidad de koalas.—

—Es interesante, entonces conoces todo el mundo.—

—Cada rincón, he visto lugares que no creerías que existen.—

Elias sentía una atracción por ella, y viceversa.

Said también la percibía, le gustaba la idea de ellos como pareja. Vanessa era una mujer de buena familia, bonita e independiente. Y al parecer controlada por las matriarcas de la familia. Aún así vivía lejos de ellas, al igual que su otra hermana que estaba ausente.

Terminaron la comida, Said se disponía a revisar sus correos y tomar una ducha.

Alfonsina lo acompañó hasta su recámara, Elias se ofreció a acompañar a Vanessa a acabar los pendientes para la fiesta.

Sara, Margarita y Gastélum, fueron a tomar un café a la veranda.

—¿Qué la tiene tan pensativa Señora?—

—Gastélum algo no me agrada del hermano de Elias.—

—Usted no es de predisponerse a las personas.—

—Es cierto Sara, además es muy apuesto. Hasta pensé en él para Cecilia.—

—Margarita como se te ocurre, en cuanto Cecilia lo conozca lo va a rechazar. Pienso que es por su personalidad tan fuerte.—

—Señora el Joven Said es multimillonario, y a lo que investigue cuando Elias le interesó la inversión. El dinero provino de él, Said dio sin problema el dinero para la sociedad.—

-Ves Sara, es por eso que te sientes así. Es un joven que corto lazos familiares y al parecer hizo su fortuna por el mismo. Además Vanessa y Elias se ven tan lindos juntos.—decía Margarita

—Es que ya estoy vieja, y pues me preocupa aún mis nietas.—

—Todo va a estar bien señora ya lo verá.—

Said estaba en su recámara, acababa de salir de ducharse y mientras secaba su cabello pensaba en Cecilia. La tenía tan cerca que no podía esperar para verla. Además tenía su anillo, debía regresarlo.

Mas tarde Cecilia estaba en los establos, todo había salido bien, tenía un becerro nuevo. Le gustaba ese momento el nacimiento de una vida. Julio era el veterinario y su mejor amigo. O como decían hermano y hermana.

—Hiciste un gran trabajo Hermano.—

—Tu también hermana, ya oscureció ellos estarán bien. Debo irme mañana te veo para la fiesta.—

—Te acompañó hermano.—

—Súbete te dejo en la puerta de la casa.—

—Está bien, don Melquiades por favor lleve mi caballo a las caballerizas.—

—Si patrona. Que le vaya bien joven Julio.—

—Descansa Melquiades.—se despedía Cecilia

Julio la llevó hasta la entrada de la casa. Cecilia se despidió y se despidió para entrar

—Nana, ¿donde estas?—preguntaba Cecilia

—Acá niña, ¿que sucede?—

—Huelo muy mal, subiré a bañarme puedes subirme algo de cenar muero de hambre.—

—Claro que si mi niña de inmediato.—

—Por cierto ¿donde están mis invitados?—

—Solo han llegado Gastélum, El joven Elias y su hermano. Gastélum está con las señoras en la biblioteca. Vanessa y Elias salieron a acabar de ordenar lo que falta para la fiesta. Y el hermano del joven Elias está en la habitacion que le prepare.—

—Funciono mi plan de Elias y Vanessa nana?—

—ay niña ¿y tú? También deberías de conocer a alguien.—

—Si te dijera que yo conocí a alguien, qué tal vez no lo vea de nuevo ¿me creerías?—

—Conociste a un turista, en el pueblo de seguro.—

—No, este hombre es de la capital y no lo eh podido sacar de mi mente. Pero no lo voy a volver a ver.—

—¿Por que? ¿Es casado?—

—No lo se, solo lo vi una vez.—

—Entonces descartado.—

—ay pero que corajuda eres, por eso te adoro.—

—Ve sube a bañarte.—

Cecilia subió a su habitación, cuando caminaba hacia ella, Said iba a salir entonces evitó que se encontraran para observar dónde iba a entrar. Said espero en el pasillo, pensó en entrar a verla cuando todos estuvieran dormidos. Para así poder hablar con ella sin ser interrumpidos.

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