Invitados

Capítulo 5

Un día antes del cumpleaños de la abuela Sara, comenzó a llegar sus invitados. Elias, Said y Gastélum viajaron juntos desde la capital.

—Caballeros ya casi llegamos a la Gavia.—anunció Gastélum

—No está lejos de la capital, supuse que era más lejos.—Comentó Elias.

—En verdad es tan Grande ¿Cuantas hectáreas tiene la hacienda?—pregunto Said.

—La hacienda posee una atractiva vista hacia el Nevado de Toluca; además, dentro de la propiedad hay ríos, lagos y arroyos. A casi 400 años de existencia, cuenta con 5,222 hectáreas. Dentro de ella está la comunidad de trabajadores donde están sus casas y la escuela para sus hijos. Todo lo mando construir el señor José Sámano para dignificar a los trabajadores que la mantienen en pie.—

—Entonces Elias tuvo un acierto en asociarse con los Sámano.—

—Si, al igual que ellos. Mi familia generación tras generación hemos trabajado para los Sámano. No solo tienen esta hacienda, también tienen hoteles, una tequilera y varias inversiones.—

—Así que son absurdamente millonarios.—comentó Said

—Hermano, aún dudas de mi decisión al invertir con ellos.—reclamaba Elías

—Para nada, es bueno que hayas encontrado inversionistas sólidos financieramente. Así podrás desarrollar tu propia fortuna.—

Said miraba lo enorme que era la propiedad, además él acababa de llegar de Europa donde cerró otro negocio millonario. Aún no había investigado a los Sámano, por lo menos tenía que saber dónde se encontraba Elias no quería que fuera un fracasó.

—Señor Gastélum, ¿habrá mucha gente en la hacienda? No cree imprudente que nos quedemos nosotros ahí—pregunto Said.

—Fueron invitados por la dueña de todo, la mayoría de los invitados se quedan. La casa es muy grande. Los invitados son amigos cercanos y familia de la Señora Sara. No tenga ese pendiente son bienvenidos y más ahora que forman parte de la constructora Sámano.—

Elias nunca había visto tan inquieto a su hermano, ¿Que estaba pasando con él?. Llegaron hasta la hacienda era una belleza, en la entrada de la casa grande los esperaba Margarita, Vanessa y Alfonsina.

—Bienvenidos.—saludaba Margarita

—Hola margarita que gusto verte.—respondió Gastélum

—A mi también me da gusto verte Gastélum, pero no pasa el tiempo por ti. ¿Ellos son los hermanos Cohen?—preguntó Margarita

—Si les presento a Elias y Said Cohen.—respondió Gastélum

—Mucho gusto y sean bienvenidos a la Gavia esta es su casa, les presento a mi sobrina Vanessa Sámano y ella es Alfonsina nuestra ama de llaves.—

—Muchas gracias por la invitación.—dijo Said

Elias y Vanessa no podían dejar de mirarse.

Alfonsina interrumpió

—Adelante pasen, ¿ya comieron? ¿Les sirvo algo de comer o algo de tomar?—preguntaba Alfonsina

—Algo de tomar esta bien para nosotros.—respondió Said.

Vanessa y margarita los hicieron pasar a la sala mientras que subían su equipaje a las habitaciones. Gastélum se fue con Alfonsina a ayudarle con las bebidas. Cuando Said entró a la sala la foto sobre la pared atrapó su atención, si ahí estaba ella. Era Cecilia, pero cómo era posible se cuestionaba Said. No podía creer que era ella.

—¿quien es ella?—pregunto sin esperar más.

Vanessa respondió de inmediato.

—Ella es mi hermana Cecilia, no estuvo aquí para recibirlos porque está con Julio el veterinario, creo están en los establos. Dijo que una de las vacas no podía parir, así que llegara más tarde.—

Said confirmó que Cecilia no era una mujer común. Elias se acercó a su hermano.

—¿Qué te está sucediendo Said?—

-Nada Elias todo está bien—

De repente alguien entra a la sala.

—Buenas tardes a todos.—

-Abuela ellos son Said y Elias Cohen, los invitados de Cecilia.—

Said y Elias se acercaron a saludar

—Es un gusto conocerla y gracias por la invitación. Tiene una hacienda hermosa.—saludaba Elías

—Esta es su casa son bienvenidos, no se sientan fuera de lugar. Cualquier cosa que necesiten pueden pedirla, esta Alfonsina y Gastélum. Si saben montar también pueden pedir que les ensillen los caballos para que den un paseo. Aunque estoy segura que mi Cecilia los llevará a recorrer la hacienda.—respondió Sara

—Le agradezco por todas sus atenciones.—

—Mi hija Cecilia llegara más tarde o tal vez la vean hasta mañana. Ella es muy obsesiva con todo lo que sucede en la hacienda.—

Estaban conversando en la sala, Vanessa y Elias intercambiaban miradas. Sara había notado ese coqueteo entre ellos, también analizaba a Said aunque era un muchacho educado y guapo. Algo no le terminaba de convencer de él. A diferencia de Elias que le daba más confianza. Said parecía un lobo vestido de cordero a sus ojos.

Said quería verla de nuevo, que pasaría cuando se volvieran a reencontrar. No dejaba de mirar las fotos, se veía tan hermosa en cada una de ellas. Said solo pensaba “Ella es mía”.

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