LA LLEGADA

—Adriana— dijo Jacqueline (una colega y amiga de Adriana)— puedes venir un momento por favor.

—Si claro, ¿Qué pasa?

—Necesito que me ayudes con este paciente, este es su historial clínico y sinceramente no concuerda con el diagnóstico que le otorgaron.

—Tienes razón— empezó a interesarse en el caso Adriana— ahora estoy terminando unos pendientes, pero de igual forma puedes enviarme el informe del paciente y así puedo analizarlo con más calma ¿Te parece bien?

—Si por favor— respondió aliviada Jacqueline— eres la única que me puede ayudar.

—No lo creo la verdad, hay algunos médicos más capacitados que yo.

—Lo dudo, le has puesto mucho empeño para salir adelante en la carrera, se ve que escogiste la medicina como carrera por vocación.

—Bueno, si en eso tiene razón, me inspira mucho el poder ayudar a las personas.

—Eso es muy admirable— dijo Jacqueline mientras se retiraba de la cafetería— bueno, debo irme, aún tengo pacientes por atender, hasta luego.

—Adiós, nos vemos.

Mientras Jacqueline se retira de la cafetería, Adriana recibe una llamada

📱 Hola Nati-saludó Adriana— cuéntame ¿Qué paso?

📱 Quería preguntarte-respondió Natalia (la mejor amiga de Adriana)— si podemos comer juntas hoy.

📱 Nat me encantaría, pero tengo algunos pendientes en la clínica.

📱 Adri, es necesario que también puedas tomar una pausa entiendo que te guste lo que haces, pero últimamente no has dejado de trabajar en tus prácticas.

📱 Tienes razón, entonces nos vemos para poder almorzar.

📱 Perfecto, nos vemos en una hora en el Central Restaurante.

📱 Me parece bien, además me había olvidado contarte algo.

📱¿En serio?, pues entonces en el almuerzo me puedes lo cuentas con más calma, nos vemos— dijo Natalia y corto la llamada.

Al terminar la llamada, Adriana continuó atendiendo pacientes y terminado sus pendientes y no dio cuenta de la hora, por ello avanzó lo más rápido que pudo para poder ir a almorzar con Natalia. Al terminar sus labores en la clínica, salido para poder encontrarse en el restaurante con su amiga.

—Hola Nati, perdóname por la tardanza— Dijo Adriana al llegar— no me percaté de la hora.

—No te preocupes, yo también acabo de llegar.

El mesero se acercó para poder tomar su orden, ellas conversaban muy amenamente, eran grandes amigas, se consideraban hermanas, no había secretos entre las dos. Ellas estaban considerando la idea de vivir juntas luego de la graduación de Adriana.

—Por cierto— dijo intrigada Natalia— ¿Que es lo querías contarme?

—Bueno, el otro día mi fui con mis tíos y Leticia a una cena de negocios —empezó a narrar Adriana— y a que no adivinas a quién me encontré.

—No me dejes en suspenso y cuéntamelo ya.

—Está bien, me encontré con Cristóbal ¿Recuerdas que estudiamos la primaria juntos?

—Si claro, recuerdo que tenía muchos amigos.

—Pues, él también me comentó que se acordaba de ti y me dijo que podíamos coordinar para poder almorzar o cenar.

—¿Estás segura?, creo que solo te ha invitado a ti.

—Estoy segura, dijo que te avisara para poder acordar la fecha.

Así fue como continuo el diálogo acordaron una fecha y en ese preciso momento Adriana recibió una llamada de Cristóbal, hablaron los tres acordaron una fecha para poder salir a comer, de esa manera empezó

una linda amistad.

Adriana ya no tenía que volver a clínica, por lo que al salir del restaurante se fue a casa. A ella le encantaba tocar el piano, sentía que le relajaba, además lo hacía muy bien, por eso al llegar a casa se fue a la sala para tocar el piano.

Cuando se dio cuenta de que Leticia había llegado a la casa prefirió ir a su cuarto, era consiente que a Leticia no le gustaba cuando ella tocaba el piano, por eso se fue a su cuarto.

Estaba en su habitación usando su laptop, analizado unos informes hasta que se percató que sus tíos estaban hablando un poco más fuerte de lo normal a un poco de empezar a discutir ¿Por qué están discutiendo? ¿Tendré que ver algo en esto? Son preguntas que le venían a la cabeza, no se atrevió a salir a de su cuarto, no quería inoportuna.

—No me parece justo que le entregues la administración de la empresa— reclamo Brenda— ¿No es suficiente con lo que se le dio en esta casa?

—Es lo que Alonso decidió—respondió Gonzalo— sabías muy bien que yo administraría Quadrum de forma temporal.

Fueron algunas de las palabras que mencionaron Brenda y Gonzalo no siguieron la discusión para que Adriana y Leticia se dieran cuenta.

Gonzalo en el fondo se preocupó mucho, sabía que Brenda no quería a Adriana y que se iba a desquitar con ella por la decisión que entregarle la administración de la empresa que su padre.

Al terminar de revisar los informes, Adriana fue a la cocina por un vaso de agua, al regresar a su habitación se encontró con su tía que no le dirigió la palabra.

—Estoy segura de que algo tengo que ver en la discusión que han tenido— pensó Adriana— ¿por qué mi propia tía me odia tanto?

Se sentía en parte aliviada, debido a que faltaba unos días para su graduación y cada vez se convencía más de que lo que mejor que puede hacer es irse de la casa. Aunque era consiente de la importancia de esa decisión, pero estaba dispuesta a correr el riesgo. Al llegar a su habitación se sorprendió a ver a Leticia.

—Hola, ¿Necesitas algo?—dijo un poco extrañada Adriana.

—Sí, mira, sé que no somos buenas amigas, pero me gustaría que nos lleváramos mejor.

—Está bien por mí, no hay problema— respondió Adriana, aunque en el fondo no creía en las palabras de Leticia, ¿A qué viene eso ahora? ¿Por qué después de tantos años? Son algunas de las preguntas que se hacía Adriana.

Mientras tanto, Cristóbal se encontraba en la biblioteca de su casa cuando de pronto recibió un mensaje.

✉️ Antonio (amigo de Cristóbal): Hola Cristóbal, te escribía para comentarte que voy a regresar, ya he estado mucho tiempo en el extranjero y me gustaría estar otra vez en casa.

✉️ Qué bueno, hermano, ¿Para cuándo tienes planeado tu regreso?

✉️ Aún no hay fecha definida, pero en cuando tenga fecha exacta te la haré saber.

Antonio es un buen amigo de Cristóbal, pero conoció a Natalia cuando estudiaban en la secundaria, ella nunca le confesó lo que sentía por él, él sentía confundido con respecto a sus sentimientos hacia Natalia, él le dijo un día que iría al extranjero con sus padres.

Eso le tomo por sorpresa a Natalia, ella no se atrevía a contarle sobre sus sentimientos, pero Antonio se dio cuenta de eso y le dijo que la quería como una buena amiga y que a los mejor estaba confundiendo las cosas.

Esas palabras fueron como puñales a su corazón, pero se propuso salir adelante y lo logró. No dejó que el dolor la detuviera y se está convirtiendo en una exitosa diseñadora de modas.

Al regreso de Antonio la vida de ambos cambiará por completo.

Paralelamente, Leticia, luego de la conversación con Adriana, fue buscar a su madre.

— ¿Qué te dijo Adriana?— pregunto muy inquieta Brenda, sabía que no era tonta, así que debe ser cautelosa.

—Bueno, solo dijo que le parecía bien y que no tiene problema, pero no estoy segura si se creyó el cuento.

— Eso solo lo sabremos con el tiempo, lo importante es que te ganes su confianza, no debemos permitir que asuma la administración de Quadrum, tu padre ha trabajado muy duro en esa empresa como para que de la noche a la mañana ella quiera apoderarse de todo.

—Sí, mamá, tienes razón, por el momento solo queda esperar, así que me voy a descansar.

Adriana no tenía sueño, así que prefirió salir al jardín a tomar un poco de aire fresco, estaba sentada en la terraza tomando una taza de café y mirando las estrellas. Eso le daba tranquilidad, había momentos en su vida en los que sentía mucho la ausencia de sus padres, los recuerdos que tiene de ellos son de amor, alegría y cariño, por ello no duda que su vida sería muy diferente si ellos estuvieran vivos. Ella estaba sumergida en sus pensamientos hasta que sintió sueño y se fue a su habitación a descansar.

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