Verdad

- Sara: nos mataremos.

- Javier: al final yo tendré que arreglar todo, así dirán que se amaron hasta la locura y teniendo miedo de que la muerte profane su amor decidieron asesinarse y de esa manera burla a la muerte – se da la vuelta.

- Espera. Necesito que me traigan a Ariana, Ariana Acevedo

- Su padre nos encargó su seguridad, no que secuestremos a personas.

- Mi seguridad, pues hacen muy mal su trabajo.

- Tiene razón llamaré en este instante a su padre a informarle del incidente de hoy.

- ¿Qué le dirás? Deje que maltrataran a su hija felicíteme.

- Sabes muy bien que no intervenimos porque su padre dijo que su marido podría educarla, pero no debe sobrepasarse.

- Yo pensé que era porque se los pedí.

- Tenemos en cuenta su opinión ahora si me lo permite llamaré a su padre.

Llamada

- Benjamín (padre de Sara): Alguna novedad Javier…

- Señor, buenas noches su hija me acaba de pedir que secuestremos a Ariana Acevedo la ex pareja del Señor Ismael.

- ¿No es de una familia importante? Algo que nos cause inconvenientes…

- La única conexión relevante que podría tener es en su empleo.

- No es su familia, así que no creo que le den importancia, hazlo, pero asegúrate de que no la mate, no quiero que Ismael enloquezca.

- Entendido señor.

Fin de la llamada

- Señora cumpliremos sus órdenes solo tenga paciencia.

- Gracias.

Tras su charla Javier comenzó a investigar de manera más profunda a Ariana, a la mañana

siguiente fue a buscarla, al tratar de establecer su ruta no lograba hallarla, ese día espero que llegara a su domicilio al no hacerlo, recordó que Ismael había hablado con ella pensó que se había marchado del lugar, ira a su lugar de trabajo a preguntar por ella mañana, ahora entraría a su departamento a ver si encontraba algo, de forma sigilosa ingreso al lugar, al entrar a la primera habitación se dio cuenta de que el cuarto estaba decorado para un niño, se cuestionó si estaba en el lugar correcto, al ir a la siguiente habitación encontró un álbum de

fotos, al revisarlo vio que Ariana si tuvo un hijo. Sabía que él era el único que conocía esa información por ahora, ya que había decidió hacer el trabajo solo, pedir información de tal índole le costaría, no creía que ella valiera el

precio, al no encontrar nada más, regreso a la residencia donde Sara lo esperaba.

- ¿Dónde está? – interroga Sara de inmediato.

- No lo sé.

- Me lo dices de esa manera, tan tranquilo – menciona molesta.

- Tu esposo fue a buscarla, piensas que se quedaría tranquila, esperándolo con un vaso de vino.

- Eres un inútil.

- No, eso te lo dejo a ti. Me dijeron que la trajera, pero no que invirtiera recursos innecesarios en alguien insignificante.

- No puedes hablarme de esta manera, no soy ninguna inútil.

- Solo digo la verdad, estás aferrada a tu matrimonio porque sabes que eso es lo único

que te da valor a los ojos de tu padre. Para él Ariana es insignificante, si ella quisiera podría ser amante de Ismael y él no vería nada de malo, recuerda que tú eres hija de una amante.

- No olvides que tú también eres hijo de una amante de nuestro padre.

- Sí, pero yo ya demostré mi valor, en cambio, tú … Nos han dado un propósito, únicamente te pidió un hijo era todo lo que debías hacer, darle un nieto al que pueda educar.

- Lo haré.

- ¿Cuándo? Nuestras otras hermanas ya tienen un hijo que está siendo educado para seguir con el negocio familiar.

- Tú no tienes un hijo.

- Yo soy hombre, no me lo exige tener un hijo sabes muy bien que, para él, el único valor que tienen las mujeres es concebir, y crear alianzas. Imagina como me siento soy el

jefe de seguridad de la familia y tengo estar cuidándote.

- Entonces has bien tu trabajo y trae a Ariana.

- Una llamada mía y podría ubicarla de inmediato, como te dije no estoy dispuesto a pagar o deber favores por quien me parece insignificante, crees que tenerla aquí servirá

de algo… Qué eso te ayudará a concebir un hijo…

- Con ella aquí tendré a Ismael en mis manos, hará lo que se le pida sin dudarlo.

- O comenzará a general conflictos con nuestro padre. No te preocupes la tendré mañana si quiero, eso sí, si llega a ser tu destrucción no me esforzaré en salvarte, ya

que no tienes ningún valor para papá, descansa hermanita.

Las palabras de Javier molestaron a Sara, pero ella estaba segura de que con Ariana en sus manos manejaría a Ismael a su antojo, antes no lo había hecho porque pensó que Ismael la olvidaría que nunca la buscaría, pero en cuanto lo dejo supuestamente sin vigilancia voló de regreso al país y la busco. Ella deseaba tener un matrimonio feliz, donde el

romance sea el pan de cada día, sabía que sus hijos serian educados por su padre y fortalecería su alianza, al ver que no ha conseguido nada, traerá Ariana a su lado, con ella por fin Ismael estará a sus pies.

Javier estaba harto de tener que ser el niñero de su hermana cuando tenía asuntos más

importantes que resolver, de este modo Sara obtendría bien el hijo que tanto desea o se destruiría sola, sabe que su padre no le reclamaría nada, ya que para él sus hijos tienen importancia de acuerdo al valor que demuestren, por años Sara solo ha sido un problema, en caso de que algo saliera mal debía mostrar a Sara como la víctima para que la alianza continúe, al final unas de sus

sobrinas podría casarse con Ismael.

A la mañana siguiente como se lo había propuesto fue a buscar a Ariana en su lugar de trabajo, se sintió aliviado al ver con a Ariana en el jardín, enseguida desde la puerta llamo su atención, le indico que tenía un mensaje urgente que darle a la señora Fernanda Aranda, que si ella se lo podría dar,

enseguida fue por una caja a su coche para que de esa manera no tuviera otra opción

que abrir la reja.

- Señorita, usted es muy amable – sonríe Javier le entrega la caja y la sostiene del brazo -, o muy tonta, ahora vendrá conmigo sin provocar ningún escándalo o me aseguraré de matarla junto a su hijo.

- Yo no tengo ningún hijo – Ariana se intenta soltar, pero le aprieta con más fuerza el brazo y Javier saca una foto.

- Entonces no le importará que mate a su no hijo, se llama Liam debe estar en la escuela o me equivoco… - la suelta -, usted decide una llamada y su hijo muere o viene conmigo como si fuéramos viejos amigos.

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