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Las Vueltas De La Vida

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Serendipia

A penas llegó a su apartamento llamó inmediatamente a su jefa Alejandra.

_¿Emily, qué tienes, porqué lloras?

_Te dije que no quería venir.

_¿De qué estás hablando, Emily, te pasó algo?

_Sí, me encontré con William.

_¿Lo viste?

_Se que dije que no cruzaría palabras con él, pero, es imposible cuando está tan cerca y en todos lados, quiero renunciar.

_Escúchame Emily, dame tres meses, por favor, aguanta un poco más como te pedí, en eso Juan se va a encargar de los negocios ahí, sabes que ahora él no puede, dame ese tiempo, yo te juro que no te estoy mintiendo, solo necesito tiempo.

_Ale, comprende.

_Por favor, tres meses.

_¿Y qué hago yo con éste dolor mientras tanto?

_Trata de hablar con él, enfréntalo, y perdónalo, necesitas hacerlo, necesitas olvidar ese pasado tuyo, para poder comenzar otro con Víctor, de verdad que, yo no te pediría esto si no fuera importante, no me gusta verte o escucharte triste.

_Está bien, no más que eso_ respondió Emily en sollozos.

_Emily, tranquila, no te tortures de ésta manera.

_Hablamos mañana Ale, estoy algo cansada, fue un día bastante largo hoy.

_De acuerdo, pero no llores más.

_Bien, buenas noches.

Colgó y rompió en llanto, sentía un nudo en la garganta que no la dejaba respirar.

Toda la noche pasó pensando en él, sentía la necesidad de verlo nuevamente, le gustaba perderse en esos ojos azules como el cielo, aunque no la miraran con amor, y tarde se dio cuenta de que el sentimiento hacia él aún existía, su celular sonaba, miró y era Víctor, lo apagó, trató de descansar, por más que era imposible sacarlo de su mente, el corazón le dolía al imaginar que otra estaría en sus brazos, escuchando sus palabras de amor, disfrutando de la dicha de ser amada por él, por mucho que se había esforzado no pudo olvidarlo, por primera vez se sintió tan mal al pensar en que le estaba engañando a su novio, porque no lo amaba, sin embargo, él era todo un caballero con ella, la mimaba mucho, siempre sintió un afecto especial hacia él, pero, no pasaba de eso.

Al día siguiente en la oficina, se encontraba firmando algunos papeles, cuando llamó a Jazmín.

_Pasa_ dijo Emily levantando la mirada hacia la puerta.

_Permiso_ respondió la secretaria.

_Jazmín, quiero que mandes llamar a la señora de la que te hablé ayer para el puesto de Sara, Olga, ¿te acuerdas?

_Sí, claro, ahora mismo la llamo.

_Bien, quiero también que mandes llamar a Javier para ver como van las finanzas de la empresa,... por cierto tráeme una lista total de toda la lista de personas que van a estar en el desfile que se va a hacer de aquí a dos meses.

_En un momento te lo traigo, ¿algo más se le ofrece?

_ Sí, un lista de fotógrafos profesionales y periodistas a los que vamos a invitar, así me pongo en contacto con los que van a venir.

_¿No es mucho trabajo?

_No Jazmín, necesito mantener mi mente ocupada.

_Bien, ya me pongo en eso.

_De acuerdo, y si puedes traerme una taza de café te lo agradecería mucho.

_Claro.

_Gracias

Así pasó el día entero ocupándose de todos los trabajos de la empresa, para no pensar en nada, ni en nadie más, porque sabía que no le convendría.

Pasaron dos días que no había vuelto a encontrarse con él, Érica una vecina de ella, se habían comenzado a hablar desde que ella llegó en Barcelona, era una buena chica, su vecina era muy simpática, salieron de compras al supermercado, al regreso del camino recibió un mensaje.

_Emily, ¿tú te animarías a acompañarme hoy con unos amigos al parque de Parc de l'Espanya Industrial?

_No lo creo, tengo cosas que hacer.

_Vamos, así te presento a mis amigos, no quiero aburrirme.

_Pero, son tus amigos, ¿cómo podrías aburrirte?

_Sí, pero, van con sus novias la mayoría, y ya sabes, a veces uno necesita apartarse cuando se ponen melosos.

_Comprendo... yo.

_Te va a gustar.

_Bueno, te acompaño, pero solo unas horas, que después me regreso que tengo muchas cosas que hacer.

_Gracias, te va a encantar el lugar,... más bien mis amigos, porque el lugar me imagino que ya lo conoces.

_Por supuesto.

_Tal vez te consigas un novio, ¿quién sabe?

_Yo tengo novio.

_¿De verdad?

_Claro.

_¿Pero, porqué no está contigo?, o... ¿acaso están peleados?

_No, es solo que él está trabajando en México, y no me pudo acompañar, eso es todo.

_Ya entiendo, entonces,... nos vemos en la tarde, ¿te parece?

_Claro.

A la tarde salieron, menos mal Érica tenía su coche, no quedaba tan lejos, pero Emily estaba algo cansada, cuando llegaron, ella les presentó a sus amigos.

_¡Amigos, les presento a Emily!_ dijo Érica_ ella es mi vecina, y le pedí que me acompañara.

Todos la saludaron, la mayoría de ellos estaban acompañados excepto uno, un hombre rubio, alto, con una expresión agradable, se acercó a ella y le pasó la mano.

_Mucho gusto Emily, me llamo Lucas.

_Gracias, igualmente.

_¿Hace cuánto es que estás aquí?

_No te apresures Lucas_ dijo Érica tomándola del brazo y llevándola hasta otro grupo de amigos.

Todo iba bien, se estaba sintiendo cómoda charlando con unas chicas junto a Érica, después se quedaron solas, mientras las otras fueron a buscar un baño, se encontraban hablando plácidamente, cuando vio a William, inmediatamente quiso irse, desaparecerse de allí.

_Él, es el hombre de quién te hablé, no quiero quedarme aquí, yo me voy.

_William, es el novio de mi prima, Marta.

Eso fue un golpe duro para ella, sabía que seguramente tendría alguna novia, pero, de igual manera le dolía escucharlo.

_Con mayor razón.

_Fueron grandes amigos, según me dijiste.

_Y así de falso fue que me lo creí alguna vez.

_Debiste quererlo mucho.

_Querer, queda corto, para lo que sentía por él, hasta que me olvidó,... y yo también decidí hacerlo.

_Tus ojos no dicen lo mismo, si no sintieses nada, no huirías así como lo estás haciendo ahora.

_Me voy.

_Creo que ya es algo tarde para eso_ dijo señalándolo con la mirada.

_Hola_ saludó él, Emily a penas pudo responder_ ¿quieren tomar algo?