CAPITULO 4- ENCARIÑANDOME

Había sido un largo día, era más de mediodía y venía muerta de hambre, no habíamos parado en un Macdonald's. Veníamos de comprar unas cosas, me hacían faltan unas cosas para el viaje en una semana así que había ido por ellas.

Papá: Desempaca y ve a entrenar, Damián debe estar esperando.- dijo cuándo bajamos de la camioneta.

___ Enseguida.- me perdí dentro de la casa mientras él salía a contestar una llamada. Cómo ya habían pasado semanas incluso hoy era mi cumpleaños, él me había llevado a comprar lo que quisiera, me había regalado una tarjeta con mucho dinero y en una semana iría con él a México, ahora dormía en la segunda planta a pesar de que Sara no quería decidí mudarme a la segunda planta, papá y yo habíamos ido hace tres semanas a unas pruebas de ADN ya que Sara no dejaba de fastidiar con el tema de que yo no era su hija, papá se lo iba a restregar en la cara, precisamente habíamos pasado por las pruebas cuándo veníamos de camino. Cuándo bajé cambiada para el entrenamiento estaba ella discutiendo con papá, no quería que siguiera viviendo con ellos, no me soportaba, todo el tiempo hablaba mal de mí y mal de mi madre y eso era algo que ya me tenía hastiada.

Papá: ¡Ten tus malditas pruebas!.- me escondí detrás de un mármol viendo como mi padre le tiraba sus pruebas de ADN a Sara la cual de un solo movimiento terminó abriendo el sobre.___ Que seas la primera en ver el maldito resultado.- dijo papá furioso.

Sara: No es verdad...

Papá: Ahora vete al demonio.- dió media vuelta y se fue. Salí por la cocina para llegar a la parte trasera para el entrenamiento.

Damián y Leonardo me habían felicitado.

Damián: Estuviste exelente hoy, el señor debe estar feliz por qué has mejorado.

___ Gracias, no lo vió, acaba de salir.

Damián: Lo verá mañana.

___ En una semana nos iremos a México. ¿Ustedes vienen?

Damián: Es probable que no.

___ ¿Qué hacían antes de entrenarme?

Damián: Aprendíamos a disparar, ya somos expertos, lo podemos hacer con ojos cerrados.- se encaminó a la zona de puntería. Se cómodo los audífonos y seguido de esto comenzó a disparar mientras se tapaba los ojos aunque por encima de las gafas amarillas que traía puesta para el entrenamiento. Aplaudí y él vino y se sentó junto a mí.

___ Oh, que eres bueno eh.

Damián: Te lo dije.

___ ¿Cuándo podré yo hacer algo así?

Damián: Necesitas más entrenamiento.

___ ¿Qué estamos esperando?

Damián: vale, lo pillo, vamos a entrenar.

***

Y así pasaron los días cuándo fuimos a México con mi padre, entrené incluso allá en una casa un poco más pequeña. En esta el campo de entrenamiento estaba completamente cerrado.

Fuimos a ciudad de México, nos encantó el lugar, bueno a mí, papá ya había ido, yo sé que el dinero no compra la felicidad pero por minutos olvidaba la nostalgia y el hueco que había dejado madre aquel día que se despidió de mí. Papá me consentía, yo era buena portandome bien, decidí llevarme bien con él recordando las palabras de mi madre, él parecía ser bueno y le gustaba la manera en la cual yo actuaba con madurez en todo momento. Después del viaje regresamos por una semana a casa y luego una vez más habíamos viajado a México esta vez a Cuernavaca. Pero Ciudad de México me había encantado así que a papá se le había ocurrido una grandiosa idea, proponer que yo estudiase allí si tanto me había gustado el lugar.

___ De verdad tiene una vista enormeee.- estaba en la terraza de la hotelería.

Papá: Regresamos en un par de semanas, aún tienes tiempo de pensar si te quedas o te vas conmigo.

___ ¿Y si me quedo...?.- pensé.

Papá: Pero si quieres estudiar en Italia, Francia o Alemania solo debes pedírmelo.

___ ¿Y tú?

Papá: Yo estaré pendiente de ti pero con una condición. Portarse bien.

___ ¿Me quedaré sola?

Papá: Con más de doscientos de mis hombres, unos para entrenarte y otros para cuidarte.

___ Damián y Leonardo son mis entrenadores.

Papá: Si pero tengo a más.

___ Lo pensaré...

***

[SEIS AÑOS MÁS TARDE]

Papá: Hija es tu decisión.

___ De verdad quiero ayudarte papá.- habían pasado cuatro años, sin ver a mis abuelos, a mí madre y aquella niña se había ido hace mucho tiempo. Ahora era una adulta, una más madura y una dispuesta a ayudar a papá.

Papá: De verdad no es necesario, me has pedido qué te aleje un poco del mundo de la mafia para poder estar en paz y así ha sido, he cumplido.

___ De verdad quiero regresar contigo, en seis años no he pisado la casa dónde aprendí a defenderme. No he visto a Damián, no he visto a Leonardo y...no he visto a Benjamín.

Papá: Llegan mañana de su viaje por Europa.

___ ¿Cómo van las cosas con Sara?

Papá: Estaba por el tema de divorcio pero no quiere.

___ ¿No crees que ya son muchos años aguantando a esa señora?

Papá: Esa señora es la madre de mi hijo.

___ Hablando de eso. Ya casi cumplo los dieciocho. ¿Vas a cumplir con tu acuerdo pactado?

Papá: ¿Estás segura que en estos seis años no me has desobedecido?.- papá entrecerró los ojos un poco. Y la verdad es que no, no había roto mi promesa, tenía seis años sin llamarle a mí madre, me dolía pero era una promesa que le había hecho a mí parte y tenía que cumplir.

___ Te juro que no.

Papá: Ya falta poco para tu graduación en la universidad.

___ Gracias a qué pagaste mucho dinero para que me hicieran pasar el título de bachiller hace dos años.

Papá: Qué te puedo decir, tengo un don. Pero espera, me llevé unos muertitos por hay.- sonrió.

___ No me lo recuerdes, también he tenido que hacer unas cosas para que aquellas que he querido me salgan bien.

Papá: ¿Aún entrenas?

___ Un poco, he estado enfocada en mi universidad. He comprado muchos libros ¿Quieres leer uno?

Papá: No gracias.- papá me sonrió algo orgulloso de mi.

___ ¿Crees que a Benja le guste leer? Puedo llevarle unos como regalo. Ya casi es su cumpleaños.

Papá: De hecho ya fue hace una semana.

___ Oh, no lo recordé. Pero puedo llevarle el obsequio atrasado.

Papá: Mientras regresa de su viaje de Europa.- papá se acercó a la estantería y abrió una botella.

___ Están de decoración.

Papá: Pensé que salias a beber con tus amigas los fines de semana.

___ Estoy concentrada en mis estudios, no te preocupes amigas casi no tengo. Me gusta salir por las mañanas a correr y voy al gym. También me gusta la tranquilidad y con amigas supongo que no la tendría.

Papá: Bueno, si te vas conmigo será mejor que hagas tus maletas.

___ Pienso volver aquí, no me llevaré nada. Utilizaré la tarjeta que me regalaste para mí cumpleaños número quince.

Papá: Prefecto, entonces¿vienes conmigo?

___ Quería esperar a la graduación.

Papá: Hmhm. Podemos venir después. Ahora todo es virtual¿no?

___ Lo es pero de todos modos. Me me gustaría pasar mi día de graduación con las pocas amigas que tengo por última vez.- me rasqué la cabeza.

Papá: Entonces será después de la fiesta de graduación.

___ Espera no sé porqué siento que será el último cumpleaños aquí así que si me dejas celebrarlo...- intenté alegar.

Papá: Perfecto, después de tu cumpleaños.

___ Gracias padre.

Papá: Bien, tengo que irme, llegaré en la noche.

___ Estaré en mi habitación resolviendo mi exámen virtual, la clave de la puerta ya te la sabes.

Papá: Suerte en tu exámen.

___ Gracias, espero tenerla.

Papá: Esa es mi niña.- dijo felizmente y se marchó. Debo decir que papá se había encariñado mucho conmigo en los últimos años, recuerdo con exactitud lo frío y cortante que llegó a ser en su momento cuándo apenas empecé con el entrenamiento la verdad es que creí que lo iba a decepcionar pero no, le metí empeño a todo para que un día se sintiera orgulloso de mi. Hoy en día con ya casi dieciocho años parezco una mujer de más de veinte, es increíble el carácter fuerte y la madurez que he obtenido gracias a él y a sus consejos. De mi otra familia no sé nada pero muy pronto lo sabré. Se estarán preguntando¿Por qué no lo has desobedecido? Es solo una promesa, no se va a enterar si la rompes. Pues no, juré no hacerlo.

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