Capitulo 18 Reflexiones.

Sara llegó a la mansión esa noche y atendió primero a su abuelo con su medicación y cuidado antes de acostarlo.

El abuelo dijo de pronto :

_ En algún momento tendrás que hablar con él hija.--

No dijo nombres, pero Sara sabía que se refería a Marco.

_Si , abuelo. Tendré que hablar. Ahora duerme ,fue un día intenso y necesitas descansar.

Luego se puso su camisola y un salto de raso y salió al corredor. Marta aún trajinaba en la casa.

_Le traigo algo señorita Sara? Se la ve cansada_ dijo solicita.

_Una copa de vino tinto por favor .

Sara deseaba tener un cigarrillo.No solía fumar ,pero aveces, cuando como hoy estaba atormentada, unas pintadas le calmaba. Cuando tuvo la copa de vino en la mano, bebió con ansias un sorbo y agradeció a la chica que se retiró a descansar.

Sara pensaba en Marco. Lo vió más hermoso que nunca, su pelo rubio, su cuerpo esbelto, sus ojos claros y su boca ... su boca con un rictus de odio y amargura.

_Pensó lo peor de mí. Me odia.-- Reflexionaba.

El ruido del coche que traía a Fran y Tiago entró en el parque. Ambos venían charlando jocosos en italiano. Su tío la saludó y siguió a su camino pero Tiago se acercó y se sentó junto a ella.

_¿ Que hace la princesa de esta casa ?-

Sara sonrió y le mostró la copa.

-- Me falta solo un cigarrillo,-- dijo.

_Tengo ! _ le encendió uno y le pasó--Voy a buscar una copa y la botella y vengo_ dijo Tiago .

Con su copa y la botella de un exquisito vino argentino, sin su chaqueta y con aire de escucha apareció Tiago y se sentó a su lado.

_ Cuenta, dijo_¡ Cómo fue desde el incendio de miradas entre el majestuoso rubio y tu ! Creí que incendiaria el salón--

_ Pensó lo peor de mí. Supongo que creía que o mí abuelo o tu eran mis amantes.-

_ Celos ,mía cara. Celos furiosos. ¿Y tú qué le dijiste ? Inquirio.-

_ Que no tenía pareja. Que encontré a mí abuelo. Y que su madre y la bruja de su amante me atropellaron con el coche, por eso me fui.-

_ Sara. ¡No me habías contado eso.! Te lastimaron mucho esas maledetas ?

_ Perdí a mí bebé _ una lágrima rodó por su rostro.

_Princesa, lo siento..dijo y le dió un beso en la mano. Él ¿sabía lo del bebé ,?

_No. Se enteró anoche.--

_ Con razón . Cuando te retiraste con tu abuelo , él se acercó a dos mujeres. No sé que les dijo, pero ellas salieron volando de la fiesta. Luego se retiró con una pareja que lo acompañaba.--

_ Rafael , su mejor amigo y Bela --dijo Sara.

_ Pobre tipo. Iba mal-

_ ¿Pobre ?¿ Porque ? Solo pensó mal de mí y ...

_ También era su hijo, Sara_ dijo con suavidad Tiago. Se enteró recién que podría haber tenido un hijo..¿te imaginas ? Se habrá sentido muy mal.-

_ Creo que tienes razón. El abuelo me dijo que debo hablar con el.-

_ Si. Mira. Tu recibiste un agravio que el desconocía. Te atropellaron. Perdiste a vuestro bebé, que tampoco el sabía. Todo lo que tu rubio sabía es que le abandonaste y desapareciste.¿ Qué sentimientos puede albergar un hombre abandonado ? Rabia, dolor, celos.-

_ El me odia. Pensó que soy una pérdida. Que me casé con alguien por dinero -- dijo Sara.-

_ El te ama. Estaba loco de celos. Y ahora debe tener un dolor atroz en el corazón. Tienes que armarte de valor y hablarle. ¿Vamos a dormir ? ¿Quieres que duerma contigo ?-

_ Loco,-- dijo Sara sonriendo.-- Me haces reír.-

_ Esa es la idea_ dijo Tiago --Y ya sabes , si me necesitas en tu cama, allí estaré.-

_ Sara se dió vuelta y le tiró un amague de bofetada. --Idiota --.dijo.--agua helada en tu baño de esta noche te vendría bien.-

Ambos se fueron a sus respectivos dormitorios.

La conversación con su primo le hizo ver a Sara, la otra cara de la historia. Estuvo siempre tan encerrada en su dolor que no pensó en el de Marco.No tuvo en su vida figura paterna. Quizás por ello nunca se había enamorado hasta conocer a Marco.

Debía buscar la oportunidad de una charla con él. Pero no sabía cómo ni dónde.

Al otro día, vió a su abuelo cansado. No le dejo salir de la cama.

_Abuelo,descansa por favor. Fueron muchas emociones para ti _ Sara lo miraba con preocupación.

_Debo ir a la empresa. Hay proyectos para este año que hay que aprobar. Otros que sugerir.

_ Yo iré abuelo. ¿Confías en mí.?

_ ¿Irías ? Claro que confío en ti.

_ Te llamaré si algo no entiendo ¿Vale ? Cuídate y descansa.

Beso a su abuelo. Dejó instrucciones a la enfermera. Se puso un trajecito adecuado y salió.

La mujer que entró en la empresa Agostini esa mañana, era bella, sofisticada, elegante y decidida.

Ocupó el escritorio de su abuelo y dió órdenes precisas al personal. Fueron desfilando funcionarios con carpetas y archivos en pent drive de distintas áreas.

Sara analizaba con propiedad y cuidado cada proyecto. Varias tasas de café y agua fresca circularon hacía su escritorio.

A medida que terminaba un proyecto llamaba al responsable de cada sector y entregaba con correcciones o más requerimientos.

Al medio día se acercaron a preguntarle si saldría a almorzar. Que harían reservación a dónde quisiera.

Sara pidió un sándwich y un licuado.

Almorzó , fue al baño y continuo su tarea. A las 16 llamó a la mansión para enterarse sobre la salud de su abuelo.El abuelo está mejor, le dijeron.

Pidió que llamen al médico y que le confirmen su estado.

Eran las 17 y Sara seguía trabajando.

Golpearon a la puerta.

_ El Señor Marco Donatti quiere verla. ¿Le digo que está ocupada?

_ Que pase, dijo Sara.

Se paró junto al escritorio.

_ Sara, debemos hablar. Dijo Marco serio.

_ Si. Pero no aquí._ respondió Sara mirando ese hermoso rostro demacrado y ojeroso.

_ Okey. ¿Puedes ir a mí departamento? ¿Quieres que vaya a tu casa ?

_ Tu departamento,--dijo Sara. En una hora.

_ Okey. Te espero.

No le tendió la mano. No la beso. Ni siquiera la miró y empezó a marcharse.

_ Marco,-- dijo Sara.-- No quiero hacer el amor.-

_ Yo tampoco_ dijo Marco serio. Y cerró la puerta al salir.

Sara trabajó media hora más y luego salió hacia el departamento de Marco.

El chófer dijo : La espero señorita.

No. Puede irse _ contestó Sara y avanzó hacia la puerta.

Qué sea lo que Dios quiera, pensó-.

Tocó el timbre. Por el intercomunicador se escuchó la voz de Marco.

_ Quién ?

_ Yo . Contestó.

Y la puerta se abrió a su paso. Sara subió por el elevador y Marco le esperaba en la puerta de su piso.

Estaba despeinado. El correcto traje de la tarde había sido cambiado por un jean gastado y una remera. Tenía en su brazo a Tigre. Sara caminó hacia el interior del departamento, tiró su cartera en el sofá y le sacó de los brazos al perrito, que al reconocerla estaba loco de alegría. Tiró sus tacos al suelo y se tendió en el sofá besando y calmando a Tigre que aullaba de sentimiento.

_ ¿Tomas algo ? dijo serio.

_ Vino. ¿Tienes ?

_ Marco apareció con dos copas .

El perrito después de correr por el departamento y saltar sobre Sara varias veces , se calmó.

_ Sara tomó su vino.

Marco, sentado frente a ella, le miraba serio.

_ Cuéntame. dijo.

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