Capítulo 17

...Sofi...

...Alba...

Ya solo faltaba un día para la mudanza, afortunadamente todo estaba saliendo a la perfección.

Alba había encargado a un camión llevar todas sus pertenencias a la nueva dirección, por lo que ya estaba instalada en la nueva casa.

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Valery habló con sus hijos, para saber si estos deseaban compartir con sus abuelos paternos. La respuesta fue positiva pues los niños amaban a Rita, y eso ella lo sabía muy bien.

Tomó su celular y envío un mensaje al contacto "Rata de alcantarilla".

—Los niños quieren estar con tu madre, ven por ellos mañana al medio día, te mandaré la nueva dirección.

Al terminar de escribir, un suspiro salió de sus labios, no quería problemas con Richard, los niños no merecen ser motivo de discordia en medio de un divorcio. Por lo que trataría de llevar la fiesta en paz por el bien de sus tesoros.

Aquel día Viernes extrañamente no vió a Aiden en el colegio ni de entrada ni de salida, creyó que tal vez tenía asuntos importantes que atender, y no se equivocó. El director tenía pendientes que lo obligaron a ausentarse.

En la misma tarde, las chicas ya tenían todas las cosas en cajas, preparadas para que a primera hora de la mañana del día siguiente el camión de mudanzas llegara por ellas.

Así fue. Exactamente a los 8am se encontraba estacionado con Valery ordenando que subieran arriba la mitad de los muebles. Pues eso le correspondía.

Cuando todo estuvo cargado, ella, Sofi y los niños lideraron la ida a su nuevo hogar.

Al llegar al barrio llamado "Las Nieves", se deslumbraron en gran manera, primeramente por el conserje que recibe y controla a los que desean ingresar, seguidamente por preciosas áreas verdes que estéticamente brindaban armonía con sus árboles, plantas y arbustos, y por último, no podían creer que por una renta económica hayan podido conseguir un lugar que a simple vista parecía costoso.

—¡Que preciosa! —chillo Sofi mientras observaba la casa blanca de dos pisos.

La puerta fue abierta y Alba caminó hasta ellas con una sonrisa de oreja a oreja.

—Bienvenidos al paraíso. Tienen que ver el patio, está de locos. Podremos hacer barbacoas cada que queramos.

—¡Tiaaa!—los niños corrieron hasta la rubia y todos juntos entraron al inmueble.

—Woow—susurró Valery —la sala de estar era un espacio abierto, amplio y luminoso, con grandes ventanales. El comedor tenía un tamaño lo suficientemente grande para una mesa con ocho sillas. La cocina ambientada en un precioso estilo rústico es cómoda y fresca con la luz del sol golpeando de lleno hasta el atardecer, un ventanal da al patio, este es extenso y con una pérgola de madera, ideal para disfrutar al aire libre.

El segundo piso cuenta con habitaciones con armarios empotrados, dos baños completos y tal parece que recién reformados.

Luego de inspeccionar la casa por completo Sofi gritó —¡Me encanta!.

Los niños corrieron y escogieron la mejor habitación, la más grande y en la que el sol daba de frente.

Después de que los encargados hubieran acomodado los muebles y las cajas, las chicas procedieron a ordenar sus pertenencias.

Al medio día, Richard aún no llegaba, y Valery, impaciente decidió que se daría un baño, por lo que ya no podía seguir esperando.

A los minutos su celular comenzó a vibrar, Sofi lo tomo y leyó:

—Voy llegando.

Gritó a viva voz—. Val, viene Richard.

—¿Podrías llevarlos por favor?.

Sofi sonrió de manera escalofriante y contesto —. Por supuesto que sí.

Fue a la habitación de los niños, y agarró sus mochilas —. Yo los llevaré con su padre.

Los niños asintieron y caminaron junto a ella, el auto de Richard ya estaba estacionado.

Al ver a Héctor y Lily, este bajó de su Audi negro, y contrario a lo que él pensaba, los pequeños no tuvieron mayor reacción.

—!Hola hijos! —Hector lo miró distante y no respondió.

—Hola papá—dijo Lily con media sonrisa.

La pelirroja beso sus mejillas con cariño —. Suban al auto peques, y cierren las ventanas.

Una vez que estos subieron, Richard habló —. Adiós.

—¡Eh! no he dicho que puedes irte. Quiero decirte una cosita —el aludido levantó una ceja —. Sé que Valery no te lo dijo todo, pero de mi parte, mi más sincero deseo, y espero que se cumpla....es que ojalá se te caiga. Que esa mediocridad que llevas entre las piernas quedé inutilizable por cerdo y desgraciado.

La quijada de Richard por poco llega al suelo —. ¿Nunca te caí bien, verdad?.

Sofi soltó una carcajada —. Jamás, escuchame bien ... JAMÁS. Hasta un perro es más fiel que tú. Ahora vete y cuida a mis sobrinos o juro que te lo cortaré mientras duermes y se los daré de comer a los puercos.

Richard tragó saliva con difícultad y se subió al auto rápidamente. Mientras los niños se despedían de su tía a través de la ventana, él solo esquivo su mirada.

Para cuando volvió a la casa Alba se encontraba preparando el almuerzo y Valery se secaba el cabello.

—¡Chicaaaas tenemos casa sola por el fin de semana!

—Sofi, ¿mañana vas a la junta? —preguntó la rubia.

—Claro que si, tengo una presa en la mira.

—No me digas, creo que se quién es.....¡Val, baja a comer! —gritó.

—¡Voy!.

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...Día siguiente....

Estaban tomando desayuno en el comedor, cuando el celular de Alba vibró, lo tomó, se levantó, y caminó hasta encerrarse en el baño.

—¿Valery irá hoy?

Una sonrisa picarona se dibujo en sus labios, y sus dedos se movieron rápidamente sobre la pantalla táctil.

—Si, tienes una oportunidad. No la desaproveches.

Bloqueo el teléfono y volvió sobre sus pasos.

—¿Nenas, que vestiremos para la noche?—preguntó al sentarse en la mesa.

Valery y Sofi se miraron, la segunda tenía una sonrisa ladina —. Yo, un vestido rojo de cuero ceñido al cuerpo hasta la mitad de los muslos. ¿Qué tal?

—Maravillosa —Val levantó sus pulgares en una señal positiva.

Alba silbó —. ¡Ayayai la presa caerá redondito.

—Vamos a ver, vamos a ver, ¿Será lo suficientemente guapo?

—Si que lo es, imagínate que en un par de horas más la mayoría de las profesoras estarán a su alrededor como la abeja a la miel —acotó la rubia.

Sofi se rió entre dientes pensando en que aquella misma noche la situación cambiaría.

—¿Y tú Alba tienes algún vestido en mente?

—No, no sé si tengo ganas de ir.

—¡¿Qué?! —Valery y Sofi se miraron alarmadas.

—Pero ¿Porqué? —preguntó exaltada la pelinegra.

La mirada de la rubia se entristeció y por un segundo a través de ellos se pudo vislumbrar la enorme soledad que la inundaba —. No me siento preparada para salir... imagínense si me encuentro con él, no podría soportarlo.

—¡Maldita sea! —bramó la pelirroja —. Bastardo infeliz, ¡No puedes permitir su que recuerdo te siga atormentando! —se cruzó de brazos —. Si tú no vas, entonces no va ninguna. Nos quedamos aquí, compramos cervezas, comida y pasamos una noche de amigas. ¿Que dicen?

Val sonrió y asintió.

Alba se puso nerviosa y recordó el mensaje que había enviado momentos atrás, no podía ser ella impedimento en la posible felicidad de Valery. Era la oportunidad perfecta para que Aiden la conquistara.

Decidida a desempeñar el papel de cupido, enterró el dolor que aún quemaba en su pecho y comprendió que era hora de olvidar el pasado y seguir adelante.

Quizás nunca logre olvidarlo, no obstante debía intentarlo aunque desfallezca en el intento.

—¡Esta bien! iré, sólo por ustedes, pero si veo al perro de José, no sé que será de mi.

—Tranquila, Valery lo golpeara hasta sacarle todos los dientes —Sofi tomó el brazo de su hermana y lo levanto sacudiendolo en el aire.

Las tres se miraron y se rieron a carcajadas.

...Sin duda será una gran noche, una en la que ni Valery ni Sofi, o Alba saldrán bien libradas....

**Hola holaaaaa! Estoy emocionada por mis chicas, sobre todo por Alba, es la que más ha sufrido de las tres. A diferencia de ella, Valery inicialmente siempre fue fuerte, debido a todo lo que tuvo que luchar junto a su abuela y hermana. Pero Alba nunca fue así, siempre amable, amorosa, empática y algo tonta. Nunca creyó que su esposo fuera infiel, menos aún con su prima. Incluso cuando se lo dijeron, no creyó. Hasta que vio los mensaje de texto con sus propios ojos. Quedó destrozada, literal, sobre todo al enterarse que el muy maldito la dejo embarazada a los dos meses. Cuando con ella nunca quiso hijos.

Sin embargo tiene un papasote sabroson fortachon esperando por ella, pero Shhhhhh... 🤫 ella aún no lo sabe. Será una sorpresa para mí linda rubia 🤗🙈

La foto que verán de Alba al inicio, es cuando aún creía que su vida era de ensueño, todo lindo, todo color de rosa. Ahora de esa Alba ya no queda nada. Supieran Valery y Sofí el esfuerzo sobrehumano que hace para mostrarse bien 💔💔💔💔

Espero que les gusteeeeee 😍💗**

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