Capítulo 9

...POV VALERY...

Sacudo mi cabeza alejando aquellos pensamientos.

¿La compañía de Sofi me está influenciando?

De haber estado presente, se que ella hubiera volteado a conversar con ellos, pediría sus números y de seguro saldrían a un bar.

Sofi siempre fue diferente a mi, como un ave que se niega a ser enjaulado, nunca ha tenido una pareja estable, simplemente disfruta de encuentros íntimos y ya esta. Se que intenta verse como una liberal, pero en el fondo no es así. Solo estuvo con dos hombres, y se que del segundo se enamoró locamente, sin embargo no fue recíproco.

Desde ese momento ha tonteado con uno que otro chico, siempre resguardando su corazón para no ser herida.

En cambio yo, me deje deslumbrar por el primero que se cruzo en mi camino, quien para mí desgracia resultó ser un completo patán.

—¿Valery?.

Vuelvo mi vista al frente y me doy cuenta que nuestro pedido ya está en la mesa.

—Si disculpa, estaba pensando. Adelante... sirvete Damián.

Nos observamos con complicidad y nos lanzamos al ataque. No por nada lo cite a la mejor cafetería de la ciudad.

Quince minutos después, cuando el hambre ha menguado, comenzamos a platicar de la demanda de divorcio.

—Te contaré todo Damián, desde el momento en que lo descubrí.

—¿Estás segura?, entenderé si no quieres hacerlo.

Niego con la cabeza —. Debo hacerlo, como mi abogado, tienes que conocer la causa por la cual es intolerable la vida en común. Se que de otra manera es difícil que el divorcio sea agilizado.

—Bien sabes Valery, cuéntame. Soy todo oídos —dice a la vez que toma un sorbo de su Capuchino.

Doy una última mascada al rollo de canela y procedo a contarle todo.

Mientras hablo sus expresiones pasan de la sorpresa, a la rabia, y luego a la risa.

Se ríe a carcajadas. Por mi parte vuelvo a comer pastel de frutas, hasta que Damián se seca con un pañuelo la comisuras de sus ojos.

—¡Dios mío!, hace tanto que no me reía así —exclamó —. Debe haber sido terrible para un machista como Richard que tú lo golpearas de esa manera.

—Supongo—admito sin afán de vanagloriarme.

—¿Cómo es que olvidó que eras la mejor en Boxeo? —negó —. Es un idiota Valery. No diré que lo siento por ti, por qué contrario a eso, pienso que es lo mejor que pudo haberte pasado.

Levanto mi dedo índice y lo muevo en el aire —. Exacto, es lo mismo que pienso yo y Sofi. Me libre de ese desgraciado, ahora que busque a una que sea capaz de aguantar todo lo que yo soporte.

Asiente con su cabeza —. Entonces, ¿Ustedes se casaron con separación de bienes?.

—No.

—Perfecto, te mereces la mitad de todos los bienes.

Sonrió aliviada, recuerdo el mensaje de Sofi. Abro la boca para hablar, pero el se adelanta, y parece que sabe lo que le diré ya que añade:

—Pediremos una compensación económica por no haber podido desarrollar tu carrera profesional ya que te has encargado del cuidado de tus hijos, y las labores del hogar en común.

—Gracias Damián, es lo que necesito. Voy a empezar de nuevo, y ese dinero me hará falta. Con respecto a los niños, no quieren estás con él, por lo que, de momento hablaré con Richard para ver si está dispuesto a verlos, quizás nisiquiera quiera estar con ellos.

—Hmmm, vamos a exigir una manutención mensual, y veremos lo de las visitas, ¿Está bien?

—Si.

—¿Y ya sabes cuál será tu primer paso?

—La verdad es que aún estoy viendo opciones, pero lo primero es salir de esa casa. Alquilaremos un piso con Sofi, y ya me contacte con Alba, ¿La recuerdas?, ella me ayudara con el tema del empleo.

—Creo —frunce el ceño y se acaricia la barbilla.

—Mi amiga, la de pelo rubio y ojos café, es pequeña y bien linda.

—¡Aaaah!, si, si, la que cuando íbamos a beber, terminaba bailando sobre la mesa. ¿Ella verdad?.

—Siii—suelto una risita al recordarla en aquellas situaciones. Pero al instante mis ojos se llenan de tristeza al saber que de esa Alba ya no queda nada. El maldito de su esposo y la mujerzuela de su prima la destruyeron.

Ahora que en mi vida no está el desgraciado de Richard, planeo invitarla a mi hogar, y retomar mi vida social. Se me acaba de ocurrir una idea maravillosa que de seguro Alba aceptará. Primeramente debo platicarlo con Sofi.

Veo como Damián contesta una llamada de su celular. Corta y me mira cabizbajo.

—Debo irme Valery.

—Esta bien...descuida. Fue maravilloso volver a verte. Por favor ahora no perdamos el contacto.

Sonrie y me guiña el ojo —. Nos veremos nuevamente. Yo me encargo de los papeles del divorcio y tranquila que haremos que él corra con todos los gastos.

—Cuando encuentre una casa, los invitaré a una cena. Me encantaría que mis niños se conozcan con los tuyos.

—Luisa estará feliz —mete la mano dentro de su saco, y saca la billetera. Me apresuró, y niego —. Deja, yo invito.

Me sonríe de medio lado, se levanta de su asiento y besa la coronilla de mi cabeza —. Cuídate Val.

Asiento y replico —. Tu igual Damián.

Lo veo marchar, la sonrisa de mi rostro no la borrará nadie. Levantó mi mano e indicó a la mesera que me traiga la cuenta.

A los minutos me llega el total, y cancelo con la amada tarjeta de mi futuro ex—esposo.

Dejo propina, me levanto y voy directo al auto.

Al llegar a casa, Sofi y los niños me reciben con los brazos abiertos.

Mi hermana está impaciente, se le nota en la cara. Aprovechando que Héctor y Lily van a jugar me acerco a ella con intención de saber que le pasa.

—Valery —se adelanta —. Tengo una excelente noticia.

—Dime.

—Nose cuál de las dos cosas decirte primero, espera, deja pensar —hace una pausa.

—¿Qué pasa Sofi?, que me pones nerviosa.

Sacude sus manos y contesta —. La primera es que Alba te ha conseguido un empleo en el colegio en el que ella trabaja.

Alba es contadora, una de las mejores. Presta servicios en un colegio de la ciudad y en una pequeña empresa.

Las comisuras de mis labios se elevan al cielo, nos miramos y comenzamos a bailar con la melodía que tarareo.

De repente me detengo—. Pero ¿Cómo logró que me dieran el trabajo si no tengo ningún antecedente laboral?

Sofi se encoge de hombros y decido que debo llamarla para conocer los detalles.

—Llamaré a Alba, y hablando de ella, me gustaría proponerte algo.

Levanta una ceja —. ¡Que sea una salida a emborracharnos! —levanta ambas manos y cruza sus dedos.

Suelto una profunda carcajada —. Hermanita, tú sabes todo lo que ha pasado Alba —asiente con su cabeza—. Se que está sola... y ahora que nosotras dos nos iremos a una casa nueva estaba pensando que tal vez podríamos alquilar con ella tambien. No sé...¿Que dices?.

Abre los ojos enormemente y retrocede un paso, me aterrorizo pensando en que fue un error proponerle algo así, sin embargo al instante pega un grito que me hace saltar y exclama —. ¡¡No puede ser, este es mi sueño echo realidad!! Siempre he deseado que viviéramos las tres juntas, ¡Que maravilloso!. Vamos a decirle, tiene que aceptar. Héctor y Lily estarán con las mejores tías del mundo.

La miró embelesada, ¡Mi pelirroja es tan tierna!, me da tristeza pensar cuánto sufrio por su desamor. Me encantaría que encuentre a alguien que la merezca y la valore. Porque ella es sin duda increíble.

—La llamaré de inmediato, la invitaré a cenar, así hablamos del empleo y de la casa.

—Antes de que se me olvide, esa era la segunda noticia. Ya encontré un alquiler, es una casa bastante grande y económica, y afortunadamente queda cerca del colegio donde trabajarás. Ven, te la muestro.

Me toma de la mano y caminamos juntas hacia la computadora.

Sonrió y pienso en lo maravillosa que está siendo mi vida sin la mierda de Richard, y sin la entrometida de mi suegra que creía que su hijo era un pan caído del cielo.

Que alivio librarme de esa familia después de años aguantado todos sus desplantes y malas palabras.

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