Capítulo 7

...Narrador omnisciente...

Por años Valery fue víctima de chantaje emocional por parte de Richard. Hizo y permitió muchas cosas que no quería con tal de mantener a su esposo contento.

Ignoró que en ese tiempo aquello era una forma de maltrato psicológico, pues este se aseguraba que ella tuviera miedo de enfrentarlo, la obligaba a ceder ante sus demandas, y de resistirse una inevitable culpa la abrumaba.

Hoy, al fin, la venda de sumisión, respeto, y amor que la había cegado por tantos años, cayó, dando paso a una nueva mujer.

Aunque se arrepentía por haber tardado tanto en abrir sus ojos, sabía que "más vale tarde que nunca" se aplicaba a ella con todas sus letras.

Ahora mismo, luego de haberse duchado, y secado. Se sentó frente al tocador, tomó su peine y mientras cepillaba su larga cabellera oscura sus ojos se encontraron con aquella mujer que reflejaba el espejo. Contempló su cuerpo de treinta años, algo desaliñado y descuidado.

Su pelo rebelde, seco, y con puntas partidas. Las pestañas que alguna vez llevó crespas y hermosas ahora se ven sin vida. Incluso su rostro lucía cansado y opaco.

—No puedo seguir así, no es justo —susurró para sí misma.

Mucho de ella había entregado en ese matrimonio, tanto físico como mental y emocional.

Bastante tiempo encargándose de todo; de la casa, de las necesidades y tareas escolares de los niños, asegurándose que su esposo tuviera su costosa ropa impecable para el trabajo, además de prepararle su comida especial. Por qué Richard exigía un menú propio, basado en abundantes proteínas, frutas y verduras. Con el único propósito de cuidar su figura.

—Mi mundo no se acaba con esta traición, seré egoísta con mi vida, y ya sé exactamente cómo empezar —exclamó.

Al día siguiente todos partieron al centro comercial, Sofi estaba al tanto de lo que tenía planeado su hermana, y no pudo más, que saltar de alegría y dar gracias a los cielos por aquel milagro. Ya que por años le rogó a su hermana asistir a sus sesiones de belleza.

Y hoy, fue la propia Valery quien decidió cambiar por completo. Desde adentro hacia afuera.

Inició con su aspecto, se dejaría arreglar desde los pies a la cabeza, por supuesto, usaría dinero de la cuenta de ahorro de Richard, tenía la tarjeta y la clave. El mequetrefe jamás sospecharía que ella echaría mano a sus fondos. Desde su punto de vista, Val siempre fue una esposa consciente, ahorrativa y para nada exigente.

Asi que, impulsada por la necesidad de compensar el daño causado, extrajo la cantidad suficiente para regalonearse como nunca antes.

Sofi, Lily y Héctor irían al cine, mientras ella acude al centro de estética Skin Center.

Nerviosa pero decidida a dar el primer paso, cruzo las puertas de cristal. Una sonriente jovencita la recibió observándola de pies a cabeza, y cuando le hizo saber lo que necesitaba, le brillaron de emoción sus ojos, pues considero que Val era un diamante en bruto.

Ella se encargaría de pulirla para que brillara, tal como se lo merecía. Comenzó con limpieza facial y rejuvenecimiento, lifting de pestañas, y depilación de cejas. Seguidamente con ayuda de una compañera se ocuparon de la manicure, y pedicure.

Finalmente en el servicio de peluquería decidieron realizarle un botox capilar ya que su cabellera gritaba por ayuda. Con ese tratamiento devolverían su brillo natural hidratando y nutriéndolo.

Todas las esteticistas, observaban ilusionadas el cambio de Valery, se enteraron que estaba separada y se iba a divorciar, no hacía falta preguntar más para entender que necesitaba un borrón y cuenta nueva.

Por lo que la mejor maquilladora se ofreció a usar todas sus aptitudes para dejarla más hermosa de lo que ya era.

Sofi, Lily, y Héctor salieron del cine, la película ya había terminado y por el mensaje que les envío Valery, era hora de ir al centro de estética.

Cuando entraron al salón, la pelirroja gritó y los niños abrieron sus bocas debido a la sorpresa.

Valery exudaba belleza por cada poro de su piel. Por completo.

No significa que ella no fuera hermosa, sin embargo su autoestima y amor propio lo había perdido hace mucho.

Pero ahora, al mirarse al espejo volvió a ver a la Valery de hace años, a la mujer que se había perdido en el camino de ese desastroso matrimonio. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¡Nooo!, no llores linda —exclamó la maquilladora —. Solo sonríe, te ves espectacular, divina. Preparada para comerte el mundo.

Todas las esteticistas asintieron ante sus palabras, y la primera muchacha que la había recibido comenzó a aplaudir.

Una ola de aplausos resonó en los oídos de Val, soltó una risita y antes de que se diera cuenta, fue rodeada por Sofi, Lily y Héctor.

—Te lo mereces hermanita. Ahora solo falta cambiar la ropa anticuada, ese será mi obsequio.

—Gracias —dijo con voz ahogada, conteniendo el llanto.

Paseaban por el centro comercial, y por primera vez después de mucho tiempo Valery se sentía observada por el sexo opuesto. Al principio se incomodo—después de su casamiento evitaba vestirse bien o incluso arreglarse, ya que Richard se ponía celoso, no obstante, de igual manera este se avergonzaba por su manera de vestir, en conclusión, era un hombre contradictorio y tonto—

Sofi de manera disimulada se acercó a su oído—. Hermana, ¿Te diste cuenta como te miran?

—Si, no sé si me gusta o me asusta. ¿Tanto cambié?

—Si—contestó para luego indicar una de sus tiendas favoritas —. Entremos.

Vestidos, faldas, blusas, pantalones, short. Con estampados floreados, lineales, tartán, y animal print.

Estilos boho, romántico, minimalista y urban-chic definirían su outfits en cada ocasión.

Al volver a casa, Valery estaba muy contenta, se sentía tan bien consigo misma, sentía que recuperaba poco a poco su confianza y autoestima.

De pronto la sonrisa que la había acompañado desde el principio abandono su rostro al recordar que tenía pendiente una plática con sus hijos.

Ella y Sofi se sentaron frente a Lily y Héctor.

Con el dolor de su corazón les explico que sus padres ya no iban a vivir juntos.

—Pero ¿nosotros no viviremos con él, cierto? —pregunto Héctor, alarmado.

—¡Oh no cariñito, vivirán conmigo!

El pequeño suspiró aliviado, gesto que fue captado por ambas. Cruzaron miradas y volvieron el rostro al frente.

—Si pasarán tiempo con él, tal vez los fines de semana. Eso lo veremos después.

A Héctor le molesto, se cruzó de brazos y dijo que no iría si su madre no estaba presente. No le interesaba estar con su padre.

Y eso, era solo culpa de Richard.

Lily asintió al igual que su hermano —. El no me lee en las noches ni juega conmigo, no quiero estar con él. Tía Sofi convence a mamá.

Con esas reacciones y palabras Valery entendió que su matrimonio estaba peor de lo que ella pensaba. Todo estaba mal. Sus hijos no querían estar con su padre, y nisiquiera pestañearon con el hecho de vivir sin él.

Después de la cena Sofi ayudo a su hermana a preparar a los niños para dormir. Una hora después ambas se sentaron en el sofá frente a la televisión.

—Es peor de lo que pensé —Val la miró con pesar.

—Lo noté —hizo una pausa—. Veelo de este modo. Te has librado de un hombre que no los merecía, a ninguno de ustedes.

Una media sonrisa asomo de sus labios —. Debo irme de esta casa. Todo me recuerda a ese desgraciado. Voy a empezar denuevo.

—Estoy de acuerdo, yo me mudare contigo, te ayudaré en todo lo que necesites.

—Gracias hermana, debo hablar con Alba, aún no le he contado nada.

Alba era la mejor amiga de ambas, desde la infancia, de la época en lo que nada era más importante que jugar a la escondida y que no te descubrieran en el proceso. Sabía que podía contar con ella. Siempre se habían apoyado entre las tres.

—Cuentale, tu sabes que ella paso por lo mismo.

Valery y Sofi apoyaron a Alba cuando descubrió mensajes de texto románticos entre su esposo y su prima. Tenían una relación clandestina de tres años. Fue terriblemente devastador. Pero no estuvo sola, tenía a sus dos mejores amigas junto a ella.

—Tambien debo hablar con Damián, es abogado, quiero que me ayude con los papeles del divorcio.

—Hare unas llamadas y para mañana tengo el número —tomó su celular y comenzó a buscar.

—Gracias Sofi, gracias por tanto.

—No seas mensa, no me des las gracias. Siempre estaré para tí.

Valery limpió las comisuras de sus ojos.

—Buscare una casa para alquilar, no será tan lejos para no tener problemas con Richard, no quiero que en el juzgado reclame que aleje a los niños a propósito —La pelirroja asintió —. También buscaré trabajo, tengo una carrera que aunque no haya ejercido ni una sola vez, al menos el certificado de título me ayudara ¿cierto?.

Sofi puso la mano sobre su barbilla mientras pensaba —. Déjame ver si puedo ayudarte con eso.

Valery curso la carrera de Pedadogia en Educación Básica, siempre amo enseñar, se apasionaba con ayudar a los demás, y la idea de dar todo de si para educar a unos pequeños fue su más grande sueño, que no pudo cumplir por su embarazo y posterior matrimonio.

Pero ahora se volvería real.

No obstante, con la búsqueda de un trabajo todo cambiará. Lo que cree que es el amor será tirado al tacho de la basura. Pues un hombre llegará a abrir los ojos de Valery, para que crea en el verdadero amor, y vuelva a amar.

Nota autora: Holaaa.. falta poquito muy poquito para que Valery conozca al Dios griego de Aiden jajajaja... bueno, me gustaría saber que opinan, ¿Les gusta como se ha ido desarrollando la historia de nuestra prota?.. Las leo en los comentarios. 💗✨

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