Kiet
Como era de esperarse, la clase de teatro terminó y yo me llevé una sonrisa. Siempre salen esos mismos chicos, caminando sexi y tratando de llamarnos la atención. Pero lamentablemente, lo bueno termina pronto, tuve que volver al salón para escuchar las aburridas clases y nuevamente, ese chico estaba tratando de buscar su celular.
Una vez que la clase terminó salió prácticamente corriendo, lo que me dejó tiempo para ver qué más tenía, como no podía acceder a sus conversaciones, me propuse a husmear su galería por completo y al principio resultó aburrido. Solamente fotos de lugares visitados, después había más de él con ese chico y hasta que al final di con una que de verdad valía la pena. Me quedé admirando esa fotografía de él con esa camisa que apenas si lo cubría, bajo las sombras de su habitación y sobre la cama, en una pose tan provocativa que podría asegurar de que era la lujuria en persona. Tomé una respiración profunda calmándome para no dar un espectáculo aquí mismo y con mi celular le tomé foto a la pantalla. Me quedaré con esa fotografía tan provocadora.
Me levanté de mi asiento, guardando el celular, tomando mis cosas y caminando hacia afuera en busca de ese lindo ratoncito del que yo tenía su queso. Cuando lo encontré caminando como si buscara a alguien, caminé sigiloso hasta quedar detrás de él y sonriendo le hablé. Ya no podía contener más la risa, me estaba divirtiendo bastante con este pequeño y lo que faltaba por hacer, lo miré con una falsa sorpresa cuando me contestó con algo de enojo.
—Wow, jamás pensé que tendrías agallas, pero dudo que esa poca valentía te sirva de algo. —Sonreí sacando su celular y poniéndolo frente a él—. ¿Quieres que te deje en paz? Bueno, ya me voy, no te molestaré, supongo que no lo quieres.
—¡Oye, espera!
Sentencié quitando el celular de su alcance mientras reía, pero en un momento, él tropezó con sus propios pies, terminando como era de imaginarse. Suspiré al sentir chocar contra mí, un solo roce me bastó para saber que su piel era suave y cálida. Definitivamente, lo quería debajo de mí, gimiendo y actuando como una gata en celo. Me volví para contemplarlo con un leve puchero y unos ojitos de cachorrito a medio morir.
—¿No me ibas a entregar mi celular? ¡Dámelo, por favor! —insistió sin importarle mi fingida cara.
—Pero, si me acabas de gritar y me corriste cuando yo solo venía ayudarte, ahora por eso no te doy nada.
Dije cruzándome de brazos y cerrando los ojos como si no quisiera verlo, pero, a los pocos segundos, abrí un ojo para ver su reacción con una sonrisa luchando por pintarse en mis labios. Aunque al ver que no hablaba, me acerqué hasta quedar a escasos centímetros de él.
—¿Y bien, no vas a pedir disculpas?
—Tú tienes la culpa por burlarte de mí. ¿Me lo entregas? Debo llamar a mi mamá. —Lo notaba insistiendo mucho; no obstante, él cambió el semblante—. A cambio de eso, te invito un café. ¿Qué dices?
Sonreí ampliamente. Sería mejor si me lo invitaba en su casa, quería probar sus labios, su piel y mucho más. Aunque no me importaba hacérselo en los servicios de un restaurante, era más cómodo si teníamos una cama y tiempo para disfrutarlo a mi gusto, de esa manera podría lograr esta presa en poco tiempo y seguir con la próxima. Había uno que otro chico como él, que me interesaba jugar un rato después del que estaba frente a mí.
—Bien, pero si no cumples —susurré y lo tomé de la cadera jalándolo suavemente hasta pegarlo a mi cuerpo—. Te perseguiré hasta conseguirlo.
White
El chico se inclinó hacia delante y se me detuvo el corazón. ¿Iba a besarme? Solamente hice un ronroneo, ese chico es de los típicos mujeriegos, pero sí que le va bien, es muy guapo. Tuve que guardar mi gemido para no delatarme; sin embargo, me sonrojé de nuevo, podía sentirlo, ya que la sangre bombeaba hasta mis orejas. En cuanto me regresó mi celular, me fui corriendo. Solo me volví para ver su rostro y sonreí con burla, ¿cree que lo invitaré a una cita? ¡Está loco! Corrí lo más que pude hasta donde mis piernas me dejaron. Suspiré al estar a solas y sujeté con fervor mi celular, seguía bloqueado, menos mal. Llamé a mi mamá y le comenté que perdí mi celular medio día, pero que ya lo recuperé.
Ahora, a ir a casa y luego a mi trabajo de medio tiempo. Comencé hace días, pagan bien y el horario es flexible. Trabajo en un restaurante que, a su vez, es una cafetería. Este si quedaba algo lejos, debía tomar un autobús que me llevaba en 30 minutos y voy tarde por culpa ese tonto chico.
—Buenas tardes.
Saludé a mis compañeros de trabajo y me preparé para comenzar con la jornada de hoy.
Mientras tomaba las órdenes de comida, no sé por qué sentí que era observado de camino a casa y de casa a este restaurante, son ideas mías. No puede existir alguien que no tenga nada que hacer más que seguirme, a menos que ese chico haya cumplido su palabra de seguir molestándome. Claro que no. ¿Por qué se tomaría la molestia de hacerlo conmigo? No existe nadie tan demente como Kai. Ese sí estaba loco de remate. Una vez me persiguió hasta en el baño y no me dejó en paz hasta que acepté ser su novio. Fue algo bochornoso.
Por cierto, soy White, tengo 20 años y soy un chico sin dignidad. Recién entramos a esta prestigiosa universidad la cual nos dio mucho trabajo ingresar, bueno al menos para mí, el problema es que este lugar es de otro nivel. Mi sueño es graduarme con honores y conseguir un buen trabajo. Vivo solo con mi mamá y ella se esfuerza mucho para mantenerme, quiero darle todo lo que necesite una vez que termine de estudiar. No está en mis planes tener pareja ahora, la última que vez que tuve novio, fue realmente desastroso, Kai era un novio muy agresivo y posesivo, menos mal me alejé a tiempo. Ya no nos vemos más; no obstante, nos reunimos cada que me ruega o viceversa. Bien, la verdad es que soy yo el que le insiste más. El colegio está bastante cerca a diferencia de las otras universidades, ¡fue una suerte! Sé que todo estará bien, siempre y cuando no me meta en peleas o riñas, evitaré tanto como pueda meterme en problemas. Como dije antes, soy un buen estudiante, me gané una beca para estudiar aquí y resultado de eso, me avanzaron dos grados. Ahora mismo, soy un estudiante de último año, cuando debía esperarme un tiempo. Supongo que será muy difícil evitar a todos esos chicos malos que ya casi se gradúan, pero haré todo lo posible. El problema ahora, es que está ese chico persiguiéndome y siguiendo mis pasos, buscando no sé qué cosa.
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Comments
Marilyn Betancur
buscando meterte su cosa 🤭 lo siento pero lo tenia que decir 😅😅😅
2023-05-05
3
Reyko
se ve interesante
2023-04-08
1