10.

|Narrado por la autora|

Bajó la luz en el palacio, Eleonor estaba usando sus poderes para invocar a un alquimista, y todo se volvía oscuro.

Se dejó guiar por lo que los instintos le decían, éstos le indicaban que palabras decir. Empezó a hablar en un lenguaje extraño, parecía persa con mezcla de egipcio antiguo, pero en realidad era el lenguaje de los elfos y ella estaba llamando a uno.

La facilidad en que ella podía hablar con fluidez un lenguaje que jamás conoció, asombraba a Sen que entendía algo.

" Sea quién sea que éste dentro de la princesa, ha accedido a las memorias de la personaje cómo a sus habilidades."

Concluyó, hablando telepáticamente para Bebonie.

El conejo oscuro miró con curiosidad a Eleonor, notando algo extraño en su alma.

" Parece como si se hubiesen fusionado, tal cual como a usted le sucedió ".

"Lo sé".

Respondió con seriedad recordando la primera vez que le sucedió lo mismo.

La luz del pentagrama brillo y de él emergió un adolescente de cabellos verdes y ojos morados.

— ¿ ?.

Miró confundido a las personas a su alrededor con un libro pequeño en sus manos, era obvio que ya no estaba en su pequeña cabaña de asbesto.

— ¿ Se puede saber quién me invocó sin autorización hasta aquí?.— Preguntó y la princesa apareció estirpando las sombras a su paso, regresando la luz al palacio.

— Lo siento, fui yo. — El alquimista al verlo se asombro por estar en la presencia de luz de Astera — Necesito de tus servicios y te devolveré de regreso.

Aclaró.

— Lo que sea por la princesa del Sol.— contestó bajando su cabeza ante ella — Dígame cuál es su solicitud.

La princesa arrebató con sus poderes telequineticos los papeles de las manos de los ministros y se los presento al alquimista.

— Éstos pergaminos. Necesitamos qué compruebe de qué época exacta provienen.

Luego de unos minutos en que los papeles fueron desmenuzados en el aire, separando cada material por aparte.


Comprobó los datos de los objetos, leyendo su configuración. La tensión aumentaba, y el sudor en la frente de Sen se notaba, pero no tenía que mostrarse culpable de una mentira.

El alquimista miró a la princesa — Estos pergaminos son del año sexto del rey Ur.

Eleonor sonrió aliviada, la gente suspiro en alegría, en cambio Sen sentía como era lentamente aplastado por la presión.

" Entonces el príncipe mintió".

" Claramente la incrimino ".

Decía el pueblo, los príncipes también estaban furiosos por la sin vergüenzada del guardián oscuro, lo miraban con el seño fruncido a nada de que ocurriera algo por una provocación.

Pero Sen no dejó que la presión lo venciera.

— Si me lo permiten quiero aclarar éste malentendido.

Le pidió al jurado y ellos le permitieron hablar.

—Me alegra que mi esposa no me ha sido infiel. Tomé la mala decisión de creer que era así, lo siento amada mía. — Dijo agachando la cabeza ante ella para parecer más sincero, algo que hizo chistar a Eleonor.

— No hay nada de que disculparse príncipe Sen, pero a diferencia de mí, usted si me fue infiel.

Afirmó casi riéndose, a Sen le tembló las cejas, y sus dientes rechinaron, ella acababa de ventilar algo bastante comprometedor.

— Y con mí prima/hermana justamente.

Añadió con burla, y todos se mostraron horrorizados algunos enfurecidos otros avergonzados.

—¿ Tiene pruebas que aclaren esa acusación?.

Preguntó el rey del agua indignado.

— Sí, un arete que haye en su alcoba — De su bastón mágico saco un pequeño arete de color azulado con la insignia del reino verde —lo tomé en el lecho matrimonial antes de salir del palacio del Sol.

Argumento con una sonrisa que sorprendía a Sen.

Pero eso no era suficiente y el lo sabía.

— Señores, no se puede confiar sólo en palabras, ése arete, la princesa Eleonor pudo tomarlo de la princesa Raquel, en cualquier otro momento y aunque fuese cierto que lo tomó de mí alcoba, eso no prueba nada, muchos saben que mí alcoba imperial es grande y resuelvo muchos asuntos del imperio en ese lugar. Quizás la princesa confundió los hechos al verme con su prima/ hermana resolviendo algunos asuntos del reino verde.

— Bien entonces tomaremos la otra forma de verificarlo su majestad. — arremetio Eleonor, confundiendo a Sen.

— ¿ Que ?.

— Traiganla .

Ordenó a sus guardias imperiales, y cuando regresaron volvieron con una dama de cabellos negros ojos azules y vestido elegante..Ella era la princesa Raquel, la amante y confabuladora del príncipe Sen.


Cuando él la vió trago amargarme, preguntándose en que momento Eleonor la había capturado si la había mandado a protegerse al reino oscuro. La única forma es que la hayan emboscado y eso era lo que había sucedido.

Sen la miró con fastidio, cada que parecía ganar, la princesa sacaba un az bajo la manga.

Cuando pusieron a Raquel encadenada frente a todos ella comenzó a llorar.

— ¡ Hermana ! ¡ Hermana!, ¡ ¿Por qué haces ésto?!..

Dijo entre lágrimas, que Eleonor no tragaba, pues sabía muy bien lo que estaba planeando con Sen a sus espaldas.

—¡ Esto es inaudito como pueden tratar a la princesa Raquel de esa forma!.

Reclamó el príncipe en un intento de que soltaran al personaje que podría ponerle fin a sus mentiras.

— La princesa Raquel es de mí familia, se le ha dado el trato que le corresponde, sólo le ha dado a beber el elixir de la sinceridad, y responderá la verdad ante ustedes..

Replicó Eleonor ante el jurado y se acercó a su hermana.

— Raquel.

— Eleonor, por favor,¡ Dime por que!, ¿ Cómo puedes secuestrarme?, ¡ Somos hermanas !.

Acusaba, ya sin fuerzas, y con los labios temblando. La desesperación la estaba dominando.

— Eso mismo me pregunto cómo pudiste hacerle ésto a tu hermana.

Recordó que en una parte del libro, Raquel y Sen, no sólo eran amantes. Estaban confabulados para derrotar al imperio del sol naciente, aunque eso implicará matar a su propio padre el rey Ur, la princesa Raquel sentía mucho odio por su favoritismo por Eleonor, de bebé fue entregada al reino verde que eran sus tíos, ella no pertenecía al reino del sol por haber nacido con la marca de la luna. Sedienta de venganza y ambición sedujo al príncipe Sen y se convirtió en su amante, su intención era ser la reina de Astera cuando encontraran la forma de matar a Eleonor.


Su plan maestro era procrear un hijo con él, para aniquilar a sus adversarios y la asegurará en la dinastía por la que fue rechazada.

Su mirada se llenó de perturbación, sabía que la había descubierto.


—¿ De que hablas?, exactamente. — Dijo con la voz temblorosa.

— Se que sabes muy bien de que hablo, de nada te sirve resistirse, en pocos segundos, tu lengua lo soltará todo, aunque te la muerdas.

Advertio y ella se llenó de pánico. Sen podía notarlo, no podría evitar decir la verdad.

— Señor, le pido que pare el juicio,¡ No pueden tratar a un miembro real de esa manera !.

Exclamó haciéndose el caballeroso con su amante.

—¡ Y Yo le pido que no detenga el juicio!, la princesa Raquel también es mí hija no hay de que preocuparse no podría en riesgo su vida, ¡ ¿ O es que quieren ocultar la verdad?!.

Vociferó el rey Ur, y a Sen no le quedó otra que mirar con ostentación.

— Le permitiremos continuar, pero si no habla ahora terminaremos aqui y la princesa Eleonor será duramente castigada por ésto.

Amenazó el juez, enfadado también por el trato que le daba a su " Hermanita ".

— Dime, ¿ Que hacías tres noches atrás con mí esposo ?.

Cuestionó y Raquel comenzó a temblar.

— Yo ...

Apretaba su vestido con fuerza, su cuerpo comenzaba a temblar pero ya no podía resistir más.

— ¡Yo estaba en su alcoba!, ¡ Acostandome con él!.

Gritó a los cuatro vientos, escandalizado a todo el mundo, los príncipes se alegraban junto a su padre el rey Ur. El juez solo le quedó aceptar que Eleonor había ganado, se paró para dar su veredicto. Pero Eleonor todavía no había acabado.

— Bien, la princesa Eleonor comprobó la ver—

—¿Y qué tipo de alianza tenías con él ?.

Siguió preguntando, queriendo que salga a la luz el complot de ambos. Pero Sen no lo permitiría.

— Maldita escoria...

Murmuró para Eleonor y uso sus poderes telequineticos para ahorcar a la princesa Raquel antes de que soltase lo que sabía.

Todos vieron como Raquel comenzaba a ahogarse mirando a Sen con los ojos llorosos.

Lunox que podía ver la magia imperceptible notó el brazo invisible de Sen ahorcandola. Corrió hasta donde estaba Raquel y con su lanza corto el lazo mágico que afectaba a Raquel, quedando está en el suelo tosiendo casi sin aire.

— ¡ El príncipe Sen está usando magia sin permiso !.

Acusó, y Eleonor no podía creer lo que había pasado, aquel tipo estaba dispuesto a aniquilar a una personaje con frialdad.

— ¡ Rodeeenlo !, ! Para que no pueda escapar!.

Ordenó el rey Ur, y sus guardias como los príncipes lo rodearon en posición de batalla.

— Mientras este aquí, cortaré todos sus lazos mágicos para proteger a la princesa Raquel.

Señaló Lunox protegiendo a la princesa Raquel con su lanza.

— Este juicio ha ido muy lejos, es mejor que por el bien de todos acabe el juicio de separación aquí.

Dijo el juez, y Eleonor se exaspero.

— Pero todavía quiero hacer más preguntas mi señor.

— Princesa acaba de comprobar la infidelidad del príncipe Sen, no hace falta arriesgar más la vida de su hermana. Mírela, está apunto de morderse la lengua.

Remarcó el juez señalando a la princesa Raquel que buscaba de alguna forma masticar su lengua, buscaba la muerte por qué la humillación era peor para un miembro real.

Su padre fue directo a ella preocupado por primera vez por la hija que abandonó, se sacó un trozo de su traje y le hizo una mordaza, para que no se matará. Aunque ésto se lo tomó a mal, por qué Raquel pensó que la quería viva para seguir ayudando a Eleonor.

Los jueces mientras tanto derivaron y un vocero determinó el juicio a favor de la princesa.

— ***Le concedemos la separación a la princesa Eleonor alegando infidelidad. Ahora podemos continuar con el otro tema a debatir, después de esta calamidad***.

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