Capítulo 5. - La Boda del príncipe heredero.

La emperatriz partió rumbo al sur con ansias y desesperación, estaba preparada pero nerviosa a la vez porque no solo iba a ver al príncipe, como sería la reacción de él al darse cuenta que lo engañó todo este tiempo y le mintió, también planea pedir su mano a la consorte real para casarse así que ella temblaba de nervios.

- Laya: Su majestad, no tembló en la guerra pero si tiembla cuando vamos al sur -

- Leonor: La consorte es muy seria porque es su único hijo y es su adoración, qué tal si no me da su permiso, aunque el emperador me lo dé, me importa más su opinión porque Eren la ama demasiado y es su madre, se que se preocupará porque tengo un haren pero quiero hacerlo consorte real que nuestro hijo sea el heredero. -

- Laya: ¿QUE?, ¿todo este tiempo querías hacerlo consorte real?, ¿quiere decir que te vas a quitar la máscara y mostrarle tu rostro a otro reino?

- Leonor: Así es - Laya entendió que por primera vez Leonor se había enamorado.

Después de unas horas ya estaban llegando a las puertas de la capital del sur, todo mundo al saber que la emperatriz asistirá a esa boda decidió ir y conocerla, todo el mundo soñaba con verla en persona, los rumores eran que era la mujer más hermosa del mundo, una estatura alta con un excelente cuerpo y unos ojos preciosos que te atrapaba, otros decían que ella tenía desfigurada la cara y por eso usaba la máscara. Al abrirse las puertas todo el mundo al ver un carruaje que no era como los del reino descubrieron que era la emperatriz y todo mundo se emocionaba. La boda había finalizado y la emperatriz solamente se quería presentar en el puro baile porque era el momento adecuado, en el momento de la boda Evan creyó que la emperatriz llegaría a interrumpirla y se lo llevaría pero eso nunca pasó, por más que espero e intento retrasar la boda no se pudo, los emperadores estaban furiosos porque sabían su plan así que al final se terminó casando. Después de la ceremonia ambos hicieron su recorrido, el pueblo los recibió muy bien pero tenían esperanza de que el príncipe heredero se hubiera casado con la gobernante del norte, después del recorrido llegaron al palacio imperial donde se llevaría a cabo el baile. Todos los príncipes estaban presentes, hasta el quinto príncipe su rostro era frío y serio, era un completo desastre, Evan estaba tan furioso que no podía ocultarlo, y más al saber que tenía que bailar con su esposa.

- Edward: Hermano, supe lo qué pasó por favor no estés triste-

- Eren: Edward no soy un niño-

- Edward: Mm bueno me llevaré estos chocolates que te encantan - rápidamente el quinto príncipe se los quitó y se los comió, su hermano sonrió de felicidad porque con eso estaría tranquilo. Edward Laurent el segundo príncipe del reino del sur hijo de la emperatriz, el único hermano que ama a Eren y lo protege.

- Eren: Padre no estaba tan molesto como otra veces, dime, ¿tuviste que ver con que no me regañara tan fuerte? -

- Edward: Come más chocolate hermano, estás en tus 20 y aunque estés en forma no te ves presentable para la emperatriz del norte -

- Eren: a quien le importa ella, míralo a él con qué cara está bailando, esperaba su gran amor y no llegó-

- Edward: JAJAJA cierto hermano, diviértete - Edward debía seguir saludando a las personas y Eren solo se quedó en un rincón, cuando de pronto los escuchó hablar de él, las personas murmuraban sobre su amorío con un plebeyo, pero a él no le importaba, que hablaran mal de él pero jamás permitiría que hablaran mal de ella.

En cuanto el baile de la pareja se termina, se dio un anuncio, todos los presentes en la sala, los emperadores, los herederos y los príncipes.

- Damas y Caballeros, La emperatriz del imperio del Norte, Leonor D’ angelo - la entrada fue grandiosa, en cuando la puerta se abrió, todas las personas morían por ver aquella hermosa mujer. Leonor llevaba puesto un traje hermoso de negro con dorado y dejando ver sus insignias de batalla, con un Aura dominante sumamente alto y porte elegante, la sangre azul en persona.

Todo mundo se quedó boquiabierta, la emperatriz traía una máscara y aún así atraves de ella se podía sentir que era hermosa, esos ojos azules como el Mar brillantes y hermosos, su piel blanca y bella, su cabello negro brilloso.

- Leonor: Su majestades es un placer verlos después de tanto tiempo - Su voz era dominante y hermosa, digna de una emperatriz, no había nadie que se le podía comparar, los príncipes estaban sorprendidos a morir, Eren se quedó tan sorprendido de ver a la emperatriz en persona, no se podía imaginar hablando con ella, el cuerpo era muy hermoso, el traje que vestía se adaptaba a su cuerpo, por eso todo mundo entendió porque el príncipe heredero estaba tan obsesionado con la emperatriz.

- Emperador: Su majestad… es un placer verla..-

- Leonor: Por favor no este nervioso que yo estaré nerviosa - todos comenzaron a reír.

- Emperatriz: Su majestad es un placer - Leonor sonrió y estrechó la mano.

- Leonor: Felicidades a la pareja de recién casados, espero que sean unos excelentes gobernantes en un futuro, traje unos regalos para ustedes - sus palabras eran autoritarias, y la nueva princesa heredera temblaba y Evan estaba enojado con ella, pero al saber que ella dijo “Casados” él sabía que no podía convertirse en su consorte real.

Todos querían continuar con el baile porque querían ser la primera pareja de la emperatriz en el baile, eso era noticia y daría mucho de qué hablar, Evan quería hacerlo pero Sheyla no lo dejó, le apretó el brazo con fuerza y él se molestó.

Ella seguía buscando al quinto príncipe, y cuando lo encontró lo vio fijamente a los ojos, su corazón sufrió al verlo en ese estado tan triste y descuidado. Ella dio unos pasos fuertes, no dejó que el tercer y cuarto príncipe se presentarán, ella fue directo hacia él y el salón se quedó en silencio.

- Leonor: Su alteza, ¿Me concede este baile? - la voz de Leonor era tranquila y linda, como ella solía hablarle, él se sorprendió tanto por la voz, que inconsciente accedió al baile, todos tenían los ojos puestos en él y en ella, la música sonaba espléndidamente y él bailaba tan bien al ritmo de ella.

- Leonor: Príncipe está muy lejos de mi, creo que debemos pegarnos más- ella se acercó más a él y ambos sentían sus respiraciones, él no dejaba de ver los labios de la emperatriz porque sentía que los había visto en una parte, pero era demasiada coincidencia para que ella fuera esa hermosa mujer del bosque.

Al finalizar la canción él vio sus ojos de cerca, pero creía que estaba alucinando, esa mujer no podía ser ella, los rumores crecían y se decían que el quinto príncipe pasó un mes con una mujer plebeya y que no era digno de la emperatriz.

- Eren: Gracias su majestad por darme esta oportunidad pero debo irme - Eren se giró y pensó en huir cuando de pronto ella tomó su brazo y le dijo:

- Leonor: Perdón - todo el mundo se quedó en silencio.

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