Capítulo 2. - El destino.

5 años después, “ En el bosque Floral frontera con el reino sur”

Narra Leonor

Debo correr, debo seguir corriendo sin importar que, necesito recuperarme y quitarme el veneno, no sé cómo pudo darme ese dardo, Laya está todavía con los forasteros de la frontera, pero de dónde salieron esos guardias de sombra, me atacaron de la nada y apenas pude sentir su presencia, aunque sólo recibí un dardo puedo decir que su contenido es potente, ellos me siguen pero no sé si es para capturarme o matarme, el dardo es un tranquilizante, puedo sentir como mi corazón se agita y no es porque estoy corriendo, pero, como sabrían que sería yo si estoy vestida como plebeyo.

- Laya.. carajo.. dónde estás - “agitada”

-

Leonor corrió y 3 guardias de sombra la rodearon, ella sacó su cuchillo de sus mangas y estaba en posición de ataque.

- Su majestad es tan fuerte, esa dosis es tan letal que dos caballos caen al instante y usted está de pie viéndonos de una manera brutal -

- Leonor: ¿Quien los mandó?, ¿Me quieren muerta? -

- No su majestad, solo queremos llevarla con nuestro señor - de pronto los hombres atacaron y ella los mató en un instante.

- Leonor: AHHS mi.. cabeza.. - Leonor se agachó y comenzó a sostenerse la cabeza, sabía que no eran todos los Guardianes sombra que la buscaban pensó en seguir huyendo.

- Leonor: ¡Joder Laya, más vale que te apures - limpió su daga y la roció con un olor peculiar, la lanzó a lo más alto de un árbol y le dejó colgando un pañuelo, como señal para buscarla. Leonor estaba demasiado agotada, ya no tenía fuerza para seguir reprimiendo el veneno, así que sin darse cuenta cruzó la frontera y siguió corriendo.

- Leonor: Me.. desmayaré.. - Ella cerró sus ojos un instante y un hombre la atrapó.

- Desconocido: Dios mío señorita.. usted usted -

- Leonor: aaah.. - El hombre desconocido se dio cuenta que seguía viva, al verla llena de sangre creyó que se estaba muriendo pero solo se había dormido, necesitaba cerrar sus ojos para poder sacar el veneno de su cuerpo.

Él al ver que lo atacaban hombres de sombra corrió con ella en brazos, ese hombre vestido como plebeyo, sin importarle nada cargó a esa mujer con su ropa sangrienta y se dio cuenta que era una plebeya, corrió para ponerla a salvo, pero reconoció a esos hombres que pertenecían al sur, de esa forma creyó que iban tras él y no tras ella.

Leonor despertó y se sintió cómoda en esos brazos, sus ojos se abrieron poco a poco y logró ver el rostro hermoso de aquel hombre, se quedó perpleja durante un instante, era la primera vez que estaba tan cerca de un hombre, siempre los rechazaba, la corte la obligó a casarse para tener un heredero ya que su poder era muy grande, así ella contrajo matrimonio con 10 concubinos pero ninguno tenía el título de consorte Real, ellos buscaban cualquier afecto de su majestad pero ella los ignoraba, ganarse el amor de la emperatriz era como ganarse el respeto de todo el continente y la persona más importante e influyente.

- Leonor: Bájame.. por favor.. ellos te persiguen - estaba cansada y le costaba hablar pero su cuerpo ya había sacado la toxina.

- Como puedo dejar que ellos te maten, no lo permitiré - él se aferró más a ella y ella no sabía qué hacer, él creía que ella se desangraba pero era sangre de alguien más, solamente estaba agotada, al final ella se desmayó.

*En el Bosque Floral*

- ¿General que hacemos aquí? -

- Laya: Su majestad estuvo aquí, lo puedo sentir - Laya Galli la hija mayor del Duque Galli, general de la guardia imperial y mano derecha de la emperatriz.

- ¿Cómo es posible general? - Laya sintió un olor que conoce perfectamente, trepó el árbol y encontró la daga de la emperatriz.

- Laya: [ Su majestad si me dejo esto es para buscarla, espero que se encuentre bien, la encontraré]- De pronto ella regresó a los soldados de regreso al campamento y ella fue sola en busca de la emperatriz siguiendo el rastro de su olor. Laya fue entrenada desde niña por la antigua emperatriz y se crió junto a Leonor desde su niñez.

-

El hombre desconocido se escondió entre los árboles sujetando a esa extraña mujer ensangrentada y con su rostro cubierto, de pronto lo rodearon muchos hombres sombra, ella ya se encontraba desmayada.

Después de eso el guardián real apareció y mató a todos.

- Luka: Su alteza por favor salga de ahí - Luka Dubois el hijo mayor del Marqués Dubois y mejor amigo del quinto príncipe del sur.

- Pensé que nunca llegarías - Eren Laurent Quinto príncipe del Sur.

- Luka: Su alteza como puedo abandonarlo, pero ¿quién es esa mujer? -

- Eren: Ella es una mujer que se estaba desangrando y la ayude, pero comenzaron a perseguirnos esos asesinos, supongo que ella se encontró con ellos en el camino - Luka vio fijamente aquella Mujer que tenía su rostro cubierto y solo sus labios sobresalían.

- Luka: Porque tiene cubierta su cara - Luka intentó quitar la máscara que cubría el rostro de Leonor así que ella se despertó y detuvo su mano, causando impresión en ellos.

- Eren: Estás despierta, lamento mucho la grosería de mi amigo - Luka hizo la expresión de queja pero no podía hacer nada, ya que su amigo lo culpó, pero sabía que Eren también quería descubrir ese rostro.

- Leonor: Muchas gracias por salvarme y lamento asustarte, esta sangre no era mía solo que me asuste tanto que me desmaye -

- Luka: Como puedes ser tan grosera como su alteza, muestra algo de respeto - Leonor estaba confundida, no había reconocido a esa persona.

- Leonor: ¿Alteza? - ella conocía a todos los príncipes del sur pero se detuvo a pensar y el único rostro que le hacía falta era el del quinto príncipe.

- Eren: Por dios Luka la vas asustar, no es necesario ser tan formal, solo te salve porque vi que necesitabas ayuda, me presento formalmente mi nombre es Eren Laurent Quinto príncipe del sur. - Leonor confirmó sus sospechas, por primera vez había conocido al quinto príncipe y el rumor era cierto. Se rumoreaba que el quinto príncipe del sur era un hombre extremadamente hermoso, con una gran inteligencia aunque tenía un cuerpo débil para ser guerrero era un hombre Perfecto, su rostro angelical y delicado, tú altura perfecta y su cuerpo hermoso, aunque lo llamaban también el príncipe desfavorecido por el emperador.

- Leonor: ¿Si usted es un príncipe, entonces porque viste como plebeyo? - El idioma de Leonor era espectacular y lograba hablarlo fluido para no levantar sospechas.

- Eren: Soy un príncipe travieso así que por favor guarde el secreto - ella sonrió pero él seguía teniendo curiosidad por ella.

- Eren: ¿Por qué cubres tu rostro? - ella se sorprendió y respondió lo de siempre.

- Leonor: Soy muy fea, a los 10 años se quemó mi rostro, mis ojos están intactos pero solo mis labios quedaron saludables. - Leonor mentía para protegerse y él sintió un inmenso dolor en su corazón, cuando él quería acercarse se escuchó una voz.

- Laya: ¡¡Señorita!! - pero eso alertó al príncipe y a Luka, reconocieron el idioma del norte y sabían que estaban en frontera, era algo fácil que sucediera así que ella se levantó rápidamente y quiso correr.

- Eren: Detente ¿a dónde vas? - él la tomó del brazo fuertemente.

- Leonor: Es mi ama… y debo regresar con ella, yo caí desde la montaña que dividen las dos tierras, muchas gracias por salvarme - ella corrió y corrió dejándolo atrás a ambos.

-

- Luka: Su Alteza su idioma era muy fluido -

- Eren: Es una joven muy interesante - en su rostro había una sonrisa de oreja a oreja.

- Luka: Recuerda que es una Plebeya de otra tierra y no cualquiera, es del norte, sabes lo que implica eso -

- Eren: Lose, la tierra de la emperatriz, ¿alguna vez la has visto? -

- Luka: No, jamás la he visto, su alteza cuando va a visitarla por cuestión de trabajo va solo y no lleva a nadie, ella jamás vendría a nuestro reino. -

- Eren: la obsesión de mi hermano por esa mujer incrementa cada día más, regresemos al palacio si madre descubre que salí me matará-

En el bosque

- Laya: ¡¡Su Majestad!!, ¿Dónde estaba? -

- Leonor: Caí al sur desde la montaña, no deje de correr, esos malditos y su veneno, aunque termine de expulsarlo necesito que el médico imperial me vea. -

- Laya: Su majestad usted se ve muy distinta -

- Leonor: Oh, ¿Tú crees? -

- Laya: si, ¿vio algo interesante allá? -

- Leonor: Conocí al quinto Príncipe -

- Laya: pero no cree que pudieron haber sido estafadores, al quinto príncipe se le considera como una vergüenza y arrogante, cómo podría estar en ese lugar - Leonor se quedó pensando por unos segundos, pero reconoció que el príncipe tenía un ligero olor al príncipe heredó y se veía muy similar a él por eso creyó que él era el quinto príncipe.

- Leonor: Regresemos -

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