Quiero ser tu esposa

Cris llevó a Ana a un crucero, había preparado todo para que esa noche fuera especial e inolvidable.

Ana tenía una venda en los ojos, al quitársela, todo el personal le dio la bienvenida y le indicaron el lugar donde cenarían, todo estaba hermoso y bien decorado.

-¿Te gusta ?. Pregunto Cris

- me encanta, todo esta muy lindo.

- no más lindo que tú hermosa. Ana se que es muy apresurado, pero.. ¿te gustaría ser mi novia?

Cris estaba nervioso sus manos estaban frías y sudaba, Ana lo miro y le respondió seriamente que no.

Cris se entristeció, él no sabía nada de enamorar a una mujer, toda su vida se la había pasado estudiando y trabajando.

Le pidió consejos a Jonathan ya que él tenía más experiencia en eso, pero su hermano no quiso ayudarlo.

Cris bajo la mirada y le dijo a Ana que entendía si no quería ser su novia.

- perdóname por apresurarme, podemos ser amigos, no pasa nada

Cris llamó al camarero para que les llevará la cena.

- cenemos. Dijo él

- tampoco quiero ser tu amiga

- ¿qué esta pasando?, ¿será que algo no le gusto?. Se preguntaba Cris

- Cris no quiero ser tu novia, ni tu amiga, quiero ser tu esposa

Cris pensó haber escuchado mal.

- disculpa, ¿puedes repetir lo que dijiste?

- no quiero ser tu novia, casemosno

- ¿es en serio?

Cris brinco de alegría, jamás había estado tan feliz.

- ¿pero que dirán tus padres, tus hermanos?, ¿Nos saltaremos el noviazgo?

- ellos estarán de acuerdo si yo lo estoy.

Cris se levantó, la abrazo y le dio varias vueltas.

- me has hecho el hombre más feliz del mundo.

Cris saco de su bolsillo un hermoso anillo de diamante, sus nombres estaban incrustados en el y se arrodilló.

- Ana, no sé nada de como enamorar a una mujer, pero desde la primera vez que te vi, sabía que serías la mujer de mi vida.

Estoy loco, compré este anillo para pedirte matrimonio, pero la abuela dijo que primero teníamos que conocernos y hacernos novios.

Ana sonrio

- si estamos locos, pero de amor, mi hermano me dijo que las mujeres se te insinúan mucho, prefiero estar con un pie adelante.

Los dos sonrieron y se dieron un largo y apasionado beso.

-Te amo Ana.

-Te amo Cris.

Ambos cenaron gustosamente, la noche era de ellos, tiraron fuegos artificiales y estaban muy felices.

Cris llevo a Ana a su mansión, en el momento que entraron, los mellos estaban impacientes.

- Justo a tiempo, pensamos en ir a buscarlos.

- Chicos dejen a su hermana, ella ya no es una niña. Dijo su madre

Juan se aserco y le jalo los cachetes a Ana

- tú siempre serás mi niña.

Los mellos se fijaron en el hermoso anillo y le preguntaron a su hermana que era.

- es un anillo de compromiso, ¿no es obvio?

Todos se miraron entre sí.

- es que... Ana no sabía cómo contarle

- déjame hablar Ana.

Señor y señora Musk, chicos, quisiera pedirle la mano de Ana, si están de acuerdo en darnos su bendición, prometo hacerla la mujer más feliz de este mundo.

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