capitulo 17

Pasamos al comer, yo iba agarrada de la mano de don Máximo, no podía negar lo feliz que estaba de verle la cara de idiota a ese infeliz, poco hombre.

-me contó max, que estabas algo enferma, como te has sentido.

-muy bien Don máximo, y ahora que está usted aqui, me siento mucho mejor.- dije esbozando una sonrisa sincera.

-debo decir, que me sorprende que mi hijo me allá invitado a su casa, durante estos 5 años jamás supe donde vivía.- ví como sus ojos se llenaban de nostalgia-

-gracias por convencerlo, no es fácil que el y yo llevemos una relación amena.

-no me agradezca, queria compensarle el almuerzo de la otra vez- sabía que no era del todo cierto, pero en parte si quería compensarle su atención.

-no tienes porque, mi querida dama, para mí es un honor, yo solo quiero a alguien que quiera a mi hijo de verdad, no viviré para siempre y no quiero que el se quede solo.

no supe que responder, después de todo esto era un farsa, así que solo sonreí.

nos sentamos a comer, Maximiliano se sentó a mi lado, su padre en el centro y en frente de nosotros estaba Ignacio.

-te ves muy bien, Victoria- me halago.

-cuida tus pensamientos sobre mi mujer- bromeó Maximiliano.

no podía entender, porque la relación de Maximiliano con Ignacio, era más sincera y natural que con el otro tarado, quizás se debía a que Ignacio no se veía para nada ambicioso, el infundia un aire de confianza y armonía.

-veo que alguien ha dado las instrucciones correctas en la cocina para complacerme- dijo Don máximo al ver los platos servidos.

-digamos que estuve averiguando un poco- dije sonrojandome.

-este era una de los platos que Marina, me cocinaba en nuestro aniversario- dijo con nostalgia.

-lo siento, no sabía que era por esa razón...

-esta bien querida, me acabas de hacer el hombre más feliz al recordé a mi amada esposa.

-pero max, no come está exquisitez.- dijo muy objetivo y atento por su hijo.

-lo se, por eso yo misma le prepare una comida especial.

apenas Ignacio miro el platillo de Maximiliano, hizo puchero porque él también quería comer lo mismo, todos reímos y ordenamos para que Ignacio también cenara lo mismo.

______________________

Samuel.

espere que Maximiliano estuviera lo suficientemente lejos para poder hablar tranquilamente con mi madre, si es que podía calmarme primero.

-que diablos hace esa mujer aquí?- dijo mi madre indignada.

-se tanto como tú.... pero no me gusta nada.

-a mi tampoco, es un peligro Samuel, esa mujer ya sabe que Luis Fernando jamás existio- dijo mi madre con histeria

-sera que también sabe que Maximiliano, fue el hombre con el que durmió?

-no lo sé madre- le dije con impaciencia, pero buscarémos la manera de manipularla a nuestro favor, ella no puede estar con el.

-pero ve el lado positivo Sam, si ella está con el, podrás seguir tu vida con Amaia.

-no, no lo entiendes madre.

-que no entiendo.- dijo confundida.

-victoria es mía, y de nadie más

me había casado con Amaia para tener mi propia empresa, desvincularme de mi padre por si Maximiliano quería sacarme a patadas de la compañia cuando el fuera dueño. además de que sabía que al casarme con Amaia le estaría dando en su hombría, porque ella le.habia Sido infiel conmigo y ahora era mi esposa.

pero jamás se me ocurrió que conocería a Victoria, y yo no era de los que sabían perder, esa mujer la había conseguido yo, la había respetado, y aunque me molestó que se haya acostado con el, ella seguía siendo mía, y no iba a dejarsela a nadie mucho menos a Maximiliano.

-que pretendes hacer - dijo mi madre preocupada por la situación

-ya veremos madre, pero victoria será mío o no será de nadie.

_______________________

MAXIMILIANO

estábamos hablando trivialidades, sobre victoria y mi padre, incluso Ignacio se unió, se sentía realmente una familia, no entendía porque no había invitado a mi padre antes, y de pronto hizo aparición adelaida y Samuel, y caí en la realidad de que ellos era la razón.

-y se arruinó la noche- susurre.

mi padre pudo oírme y me lanzó una mirada de disgusto.

-lamentamos la tardanza es que Samuel no se siente muy bien.- se excuso la sinvergüenza mayor.

-no hay problema, siéntense y coman - dijo victoria.

pude observar que mi madrastra veía la comida con desagrado y desconfianza, lo que me hizo hervir la sangre.

-no hay veneno en ella, no sería tan idiota de matarlos en mi casa, el escándalo no me hace bien, y los policías haciendo desorden por todos lados, no es mi estilo.- no mire a mi padre porque sabía que me quería matar.

-no sé ofenda, señora adela, como dijo mi esposo no le he hechado veneno a la comida.

Samuel estaba tomando agua, y en el acto la escupió

-esposo?- dijo sorprendido- pensé que apenas se habían comprometido!

-si, es una larga historia, pero hoy no la vamos a compartir.- dijo victoria forzando una sonrisa.

-asi que ya se casaron! vaya que no pierdes tiempo, sabías que era rico y por eso te lanzaste a sus brazos- dijo adelaida con reproche y molestia en su voz

-señora Adela, le exijo por favor más respeto, usted apenas me acaba de conocer- le dijo victoria con autoridad.

-es adelaida - respondió con los dientes apretados.

-ya mujer, suficiente, respeta a la dama.- le reprendio mi padre

-yo solo cuido el patrimonio de la familia cariño, tus hijos pueden estar casándose con cualquiera, no sabemos sus intenciones.- se excuso está.

-me temo, que voy a exigirle respeto hacia mi mujer, señora, no se le olvide que está es mi casa, y que usted es una simple invitada, así que no le permito que venga a ofendernos- dije tratando de mantener la calma para no echarla a patadas.

________________

VICTORIA

-de verdad que esta mujer si es cínica, ahora sí piensa que soy una interesada.- pensé

-por favor máximo, solo estoy cuidando a nuestros hijos de mujerzuelas interesadas.- dijo con desprecio refiriéndose a mi.

-ahora si soy una mujerzuela interesada, pero mientras su hijo salía conmigo y me mentia usted aplaudía fervientemente.- grite en mi cabeza.

abrí la boca para responder pero ya Maximiliano la estaba poniendo en su lugar.

-señora, le pido que cuide su lengua, no le voy a permitir que le falte el respeto a mi esposa, si quiere cuidar a alguien cuide a su hijo, que si a usted se le olvidó es el que tiene sentado justo a su lado, porque yo no soy hijo de usted.

se volteo hacia su padre, con cara de molestia.

-si no le pones límites a tu mujer se los voy a poner yo.

don máximo lo vio y asíntio.

-aprende a cerrar tu maldita boca mujer, no hagas que sea yo quien pierda la paciencia.

-pero si es una recién llegada- se defendió.

-madre, ya basta- le susurro Samuel.

-tu también vas a ponerte en mi contra- le dijo ofendida.

-maldita sea adelaida, por una puta vez en tu vida, no arruines mi noche, ve y dile a Lorenzo que te lleve a la casa.

-pero.... pero....

-ya te dije que te largaras, no permitiré que dañes la cena que victoria me preparo.

yo la miré con suficiencia, mientras ella se levantaba, y esperaba que Samuel la siguiera pero este ni la miro.

-y si tú también vas a incomodar, es mejor que sigas a tu madre- le advirtió don máximo a Samuel

-yo no voy a incomodar padre, me quédare para conocer a mi nueva cuñada- dijo en tono de burla.

-mi amor, deberías traer el pastel.- le dije muy amablemente a mi esposo

-hay pastel?- dijo don máximo feliz.

-si, lo hizo victoria especialmente para ti papá.- dijo Maximiliano con orgullo.

Leila trajo una rebanada de pastel para cada uno, pero Maximiliano tomo el mío y comenzó a darmelo en la boca.

sabía que lo hacia para provocar a Samuel, pero no pude evitar sonrojarme por el gesto.

-se ven tan enamorados.- dijo Ignacio.

lo que hizo que Samuel se ahogara de nuevo con el vino.

después de finalizar la cena, estábamos todos en el salón principal para despedirnos.

-nicolas, los llevará padre- le informo Maximiliano mientras se situaba junto a mi y me tomaba por la cintura.

don máximo río por el gesto de Maximiliano.

-la comida estuvo divina hija, y el pastel ni se diga, tenía años que no sabia lo que era cenar de verdad.

-me alegro que le haya gustado suegrito querido- le dije dándole un beso en la mejilla.

-espero poder repetirlo- dijo pero al segundo se arrepintió de haberlo dicho

-trateremos de invitarte más seguido - dijo Maximiliano de forma casual.

-fue un gusto dijo Ignacio - apretando la mano de max y dándome un beso en la mejilla.

-fue un verdadero placer verte- dijo Samuel mientras me daba un beso en la mejilla

-tu y yo tenemos que hablar- me susurro al oído y volvió a su lugar.

-hasta luego- los despedí mientras me giraba para abrazar el hombro de Maximiliano, sentí como su cuerpo se tenso al roce de mi cuerpo.

el me miró un segundo y me dió un casto beso en los labios, haciendo que todo a mi alrededor se disipará en un instante.

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Comments

Noemi Rosado

Noemi Rosado

Ese Samuel es un pervertido 😡😡😡

2024-05-04

0

Maria Correa Olaya

Maria Correa Olaya

que hombre tan cerrado del cerebro es Samuel

2024-05-03

1

(⁠◠⁠‿⁠・⁠)⁠—⁠☆MGB 🇦🇷◉⁠‿⁠◉

(⁠◠⁠‿⁠・⁠)⁠—⁠☆MGB 🇦🇷◉⁠‿⁠◉

ya salió la 🐀 inmunda, la engañó y ahora pretende que sea solo de el???

2024-03-15

1

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