capitulo 16

Salí del despacho a buscar a victoria, debía infórmale que ya habia invitado a mi padre y su adorada familia, pero no la conseguí.

pase por la cocina, había un olor suculento, así que decidí ir a ver qué preparaban

-buenas!- le.dije a Mary y Rosa, pero ellas se pusieron muy nerviosas

-señor Maximiliano, se le ofrece algo?- dijo Rosa con nerviosismo.

-queria ver qué olía tan bien por aquí.

-es la cena que mando a preparar la seño, victoria.- respondió Mary.

-y cuál es el menú?

-asado, arroz de coco, y ensalada... el postre lo estaba haciendo ella personalmente.

bien todo parecía perfecto a excepción de ese arroz, desde siempre lo he detestado, no iba a comer eso porque a mi mujer se le diera por consentir a mi padre.

-Rosa, hágame otro tipo de arroz para mí.

-señor, para usted la señorita hizo una pasta a la boloñesa- dijo Rosa sonrojada .

me tomo totalmente por sorpresa, pensé que victoria me obligaría a comer igual que todos, comprendo que quizás no supiera que odiaba esa comida, pero al parecer le habian dado la información necesaria.

-quien le dijo a mi mujer que el menú que serviría no era de mi agrado?- pregunte con autoridad.

-la... la señora leila.

salí de la cocina a buscar a Leila, necesitaba preguntarle por qué le había dicho a mi esposa que ese plato era mi favorito.

-leila, te estaba buscando- le dije mientras la veía colocar la mesa.

-niño max, que ha pasado?

-victoria dónde está?

-a salido con Fabián a comprar algunas.cosas que faltaban para el postre.

una mujer que piensa en todo, me alegra tener a mi lado a una mujer capaz.

-por que le dijiste a victoria que a mí se me hiciera pasta?- dije a la defensiva.

-no, señor, yo no le dije a la señora que a usted le gustaba la pasta, ni la pizza, ni ninguna de sus comidas.

-ah no?

-no mi niño, le di uno de los platos que a tu. padre le gustan, y le mencioné que a usted no, solo eso.

-estas segura?- la desafíe a ver si me mentia.

-totalmente señor!

-muy bien, gracias Leila.

esta mujer era la mejor, había acertado con uno de mis platos favoritos, y se lo agradecía de corazón.

subí a mi habitación para arreglarme y esperar la llegada de esa gente.

tome un jean, una camisa manga larga, y los dejé sobre la cama, no pretendia vestirme tan formal para ellos, pero no podía ser tan informal porque papá se molestaría.

me duche, me vesti y recogí las mangas de la camisa hasta los codos, entre a la habitación de Victoria no la vi, me acerque al baño y la pude escuchar cantar mientras se bañaba.

una sonrisa se dibujo en mi rostro, necesitaría espacio así que baje a esperarla en el salón principal.

mi padre tenía la dicha de la puntualidad, así que antes de ser las 7 ya habían llegado.

-max, hijo, tu casa es hermosa- me dijo apenas entró.

-donde está mi. bella dama?

-se está terminando de alistar.

en eso entro Ignacio, y adelaida tomada del brazo de Samuel.

-esperaba que tu casa fuera.... no sé más a tu altura Maximiliano- dijo en tono burlón.

-de que hablas mujer, está en la mejor zona de la ciudad, es elegante, grande...

-yo espero comprar la mía en las villas- dijo Samuel tratando de opacarme.

-las villas es nada comparado aquí Samuel, cualquiera puede comprar en las villas, a diferencia de aquí, que debes tener un estatus significativo y contactos para que te puedan vender una propiedad- sabía que mi padre estaba asombrado, el había intentado muchas veces conseguir una casa en esta zona, pero no había podido conseguirla.

-si, el dueño de la inmobiliaria que se encarga de esta zona, es cliente de mi empresa.

mi padre, estaba maravillado, pero podía ver cómo mi madrastra y hermano se morían de la envidia.

-wow, yo quiero ser tu socio más adelante - dijo Ignacio

-ya lo veremos, pero por favor, vayan pasando al comedor, ya mi mujer baja.

mi padre e Ignacio caminaron hacia el comedor, pero Samuel y adelaida se quedaron para presumir un poco.

-espero que tú prometida sea digna de llevar tu apellido, y no que te hayas casado con cualquier mujerzuela solo por la compañía.- dijo adelaida con malicia

-por cierto dónde está tu novia que no nos ha recibido?- dijo Samuel con una sonrisa de suficiencia, esa que en pocos minutos se iba a borrar.

-aqui estoy- dijo victoria bajando por las escaleras.

ambos se quedaron asombrados, a Samuel parecía que le iba a dar un paro respiratorio, podía escuchar su corazón que estaba a punto de salir de su pecho.

a diferencia de él, victoria se veía segura y tranquila, el vestido dorado que había comprado hace una semana, la hacia resaltar sus atributos, su escote en corte V en la parte superior atraía las miradas de cualquiera, era tan sensual, tan elegante, un total deleite verla caminar.

-paso algo cariño?- dijo al llegar a mi lado

-tu... tu...- dijo Samuel como pudo.

-pasa algo hijo ? conoces a victoria?- dijo papá a mi espalda.

pude ver cómo a mi mujer se le dibujaba una sonrisa de suficiencia en los labios.

samuel no había podido salir de su asombro, aunque adelaida ya se había recuperado.

-no cariño, como vas a creer eso, es que se parece a una prima de nosotros.- dijo tratando de salvar la situación.

-a cuál prima mamá?- pregunto Ignacio tratando de buscar parecido con sus recuerdos

-a ninguna- dijo victoria- no puede compararme señora porque yo no soy cualquiera, así que discúlpeme, quizás me ha visto en la calle- dijo victoria fingiendo inocencia.

-aunque el se parece mucho a mi ex novio cariño- dijo como si me contará un secreto- el que te comenté que me mintió.

Samuel palideció aún más.

-hijo, te sientes bien?- pregunto mi padre preocupado.

-si, yo solo necesito agua- dijo mientras hiperventilaba.

-pasemos al comedor don máximo, la cena se va a enfriar, su hijo, Sebastián ya nos alcanzara- dijo victoria mientras tomaba el brazo de mi padre y lo dirijia al comedor.

-es Samuel, cariño- le corrigió mi padre dulcemente.

-bueno, da igual, el ya se pondrá mejor, ahora venga, que le prepare está cena especialmente para usted.

yo me quedé atrás sonriendo con esa arrogancia y malicia que me caracterizaban, no podía negar que victoria se había lucido con su entrada, mi madrastra y su hijo aún no se reponían por completo de la sorpresa, de verla a mi lado.

-hermano, creo que mi mujer es mucho mejor que la tuya- le dije y los dejé solos en el salón.

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Comments

Maria Correa Olaya

Maria Correa Olaya

muy bien por Victoria que no se deja

2024-05-03

1

rosa magali marin olivero

rosa magali marin olivero

Está novela está SÚPER

2024-04-10

0

Julyana alejandra Odierno gomez

Julyana alejandra Odierno gomez

demás de buenas está la novela

2024-03-20

0

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