Salí del despacho a buscar a victoria, debía infórmale que ya habia invitado a mi padre y su adorada familia, pero no la conseguí.
pase por la cocina, había un olor suculento, así que decidí ir a ver qué preparaban
-buenas!- le.dije a Mary y Rosa, pero ellas se pusieron muy nerviosas
-señor Maximiliano, se le ofrece algo?- dijo Rosa con nerviosismo.
-queria ver qué olía tan bien por aquí.
-es la cena que mando a preparar la seño, victoria.- respondió Mary.
-y cuál es el menú?
-asado, arroz de coco, y ensalada... el postre lo estaba haciendo ella personalmente.
bien todo parecía perfecto a excepción de ese arroz, desde siempre lo he detestado, no iba a comer eso porque a mi mujer se le diera por consentir a mi padre.
-Rosa, hágame otro tipo de arroz para mí.
-señor, para usted la señorita hizo una pasta a la boloñesa- dijo Rosa sonrojada .
me tomo totalmente por sorpresa, pensé que victoria me obligaría a comer igual que todos, comprendo que quizás no supiera que odiaba esa comida, pero al parecer le habian dado la información necesaria.
-quien le dijo a mi mujer que el menú que serviría no era de mi agrado?- pregunte con autoridad.
-la... la señora leila.
salí de la cocina a buscar a Leila, necesitaba preguntarle por qué le había dicho a mi esposa que ese plato era mi favorito.
-leila, te estaba buscando- le dije mientras la veía colocar la mesa.
-niño max, que ha pasado?
-victoria dónde está?
-a salido con Fabián a comprar algunas.cosas que faltaban para el postre.
una mujer que piensa en todo, me alegra tener a mi lado a una mujer capaz.
-por que le dijiste a victoria que a mí se me hiciera pasta?- dije a la defensiva.
-no, señor, yo no le dije a la señora que a usted le gustaba la pasta, ni la pizza, ni ninguna de sus comidas.
-ah no?
-no mi niño, le di uno de los platos que a tu. padre le gustan, y le mencioné que a usted no, solo eso.
-estas segura?- la desafíe a ver si me mentia.
-totalmente señor!
-muy bien, gracias Leila.
esta mujer era la mejor, había acertado con uno de mis platos favoritos, y se lo agradecía de corazón.
subí a mi habitación para arreglarme y esperar la llegada de esa gente.
tome un jean, una camisa manga larga, y los dejé sobre la cama, no pretendia vestirme tan formal para ellos, pero no podía ser tan informal porque papá se molestaría.
me duche, me vesti y recogí las mangas de la camisa hasta los codos, entre a la habitación de Victoria no la vi, me acerque al baño y la pude escuchar cantar mientras se bañaba.
una sonrisa se dibujo en mi rostro, necesitaría espacio así que baje a esperarla en el salón principal.
mi padre tenía la dicha de la puntualidad, así que antes de ser las 7 ya habían llegado.
-max, hijo, tu casa es hermosa- me dijo apenas entró.
-donde está mi. bella dama?
-se está terminando de alistar.
en eso entro Ignacio, y adelaida tomada del brazo de Samuel.
-esperaba que tu casa fuera.... no sé más a tu altura Maximiliano- dijo en tono burlón.
-de que hablas mujer, está en la mejor zona de la ciudad, es elegante, grande...
-yo espero comprar la mía en las villas- dijo Samuel tratando de opacarme.
-las villas es nada comparado aquí Samuel, cualquiera puede comprar en las villas, a diferencia de aquí, que debes tener un estatus significativo y contactos para que te puedan vender una propiedad- sabía que mi padre estaba asombrado, el había intentado muchas veces conseguir una casa en esta zona, pero no había podido conseguirla.
-si, el dueño de la inmobiliaria que se encarga de esta zona, es cliente de mi empresa.
mi padre, estaba maravillado, pero podía ver cómo mi madrastra y hermano se morían de la envidia.
-wow, yo quiero ser tu socio más adelante - dijo Ignacio
-ya lo veremos, pero por favor, vayan pasando al comedor, ya mi mujer baja.
mi padre e Ignacio caminaron hacia el comedor, pero Samuel y adelaida se quedaron para presumir un poco.
-espero que tú prometida sea digna de llevar tu apellido, y no que te hayas casado con cualquier mujerzuela solo por la compañía.- dijo adelaida con malicia
-por cierto dónde está tu novia que no nos ha recibido?- dijo Samuel con una sonrisa de suficiencia, esa que en pocos minutos se iba a borrar.
-aqui estoy- dijo victoria bajando por las escaleras.
ambos se quedaron asombrados, a Samuel parecía que le iba a dar un paro respiratorio, podía escuchar su corazón que estaba a punto de salir de su pecho.
a diferencia de él, victoria se veía segura y tranquila, el vestido dorado que había comprado hace una semana, la hacia resaltar sus atributos, su escote en corte V en la parte superior atraía las miradas de cualquiera, era tan sensual, tan elegante, un total deleite verla caminar.
-paso algo cariño?- dijo al llegar a mi lado
-tu... tu...- dijo Samuel como pudo.
-pasa algo hijo ? conoces a victoria?- dijo papá a mi espalda.
pude ver cómo a mi mujer se le dibujaba una sonrisa de suficiencia en los labios.
samuel no había podido salir de su asombro, aunque adelaida ya se había recuperado.
-no cariño, como vas a creer eso, es que se parece a una prima de nosotros.- dijo tratando de salvar la situación.
-a cuál prima mamá?- pregunto Ignacio tratando de buscar parecido con sus recuerdos
-a ninguna- dijo victoria- no puede compararme señora porque yo no soy cualquiera, así que discúlpeme, quizás me ha visto en la calle- dijo victoria fingiendo inocencia.
-aunque el se parece mucho a mi ex novio cariño- dijo como si me contará un secreto- el que te comenté que me mintió.
Samuel palideció aún más.
-hijo, te sientes bien?- pregunto mi padre preocupado.
-si, yo solo necesito agua- dijo mientras hiperventilaba.
-pasemos al comedor don máximo, la cena se va a enfriar, su hijo, Sebastián ya nos alcanzara- dijo victoria mientras tomaba el brazo de mi padre y lo dirijia al comedor.
-es Samuel, cariño- le corrigió mi padre dulcemente.
-bueno, da igual, el ya se pondrá mejor, ahora venga, que le prepare está cena especialmente para usted.
yo me quedé atrás sonriendo con esa arrogancia y malicia que me caracterizaban, no podía negar que victoria se había lucido con su entrada, mi madrastra y su hijo aún no se reponían por completo de la sorpresa, de verla a mi lado.
-hermano, creo que mi mujer es mucho mejor que la tuya- le dije y los dejé solos en el salón.
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Comments
Monica Girotti
Muy buena jugada , diría perfecta jajaja
2025-03-14
0
Elvira Luna
Que buena se la hicistes a esos dos 😂😂😂😂😂😂😂😂
2025-02-23
0
Veronica Salas Perez
jajaja 😂😂 pobre idiota no se esperaba está sorpresa 🤣🤣 y la bruja de su mamá.que divertida va estar la cena
2024-11-06
4