Cap. 11 Oh, la emperatriz seguramente aun no lo sabe

En el palacio imperial, Zaria se despertaba después de dormir hasta casi la 10 de la mañana, Mina entró con una sonrisa, aunque no está muy enterada de la situación entre Priano y su señorita quiere contarle lo que ha visto.

* Señorita, hoy temprano llegó el emperador, la señora Pina está a cargo del palacio, la concubina Camelia sigue en estado lamentable, pero cuando su majestad se enteró de lo que paso vino a verla, se veía preocupado _ dijo Mina mientras alista los remedios para Zaria.

La joven frunció el ceño confundida, ese hombre no se preocupa por ella ni en sueños, así que no le dio importancia hasta que Mina siguió hablando.

* Supe por sus guardias que el emperador había cabalgado toda la noche, parecía sospechar que algo malo había pasado, entró aquí para ver si estaba bien pero después se quedó dormido a su lado, debió estar muy cansado _ dijo Mina de forma burlona mientras que Zaria apretó los puños, no quería tenerlo cerca y ese hombre se había colado en su cama como un descarado pervertido.

* Mina, no quiero que entre a mi habitación y menos cuando esté dormida, ese animal es capaz de hacerme cualquier cosa y más ahora que sus concubinas fueron castigadas por mi culpa, así que no te alejes, no quiero estar sola con ese tipo _ dijo Zaria molesta, se sentía indignada al saber que él estaba dormido a su lado.

Mina suspiró y asintió, ella está ilusionada que su señorita tenga el favor del emperador y dé un hermoso heredero, pero parece que Zaria lo odia a muerte.

Mientras ellas se quedan calladas por la situación, la señora Pina entró al lugar haciendo una reverencia a Zaria.

* Saludos Majestad, señora del imperio _ dijo la mujer con una sonrisa.

* Señora Pina, ¿Qué la trae a mi habitación? _ dijo Zaria un poco incómoda, Pina en su anterior vida había sido asesinada por Camelia por defenderla, aunque solo lo hizo una vez unos años después de que ella sea emperatriz, antes de eso no se había metido cuando las concubinas la lastimaban.

* Majestad, quería informarle que mientras se recupera me haré cargo del palacio, en cuanto usted esté lista volveré a mis obligaciones _ dijo Pina educada mientras que Zaria está en blanco.

* Señora Pina, la concubina Camelia se hace cargo del palacio, no entiendo por qué me haría cargo yo _ dijo confundida.

Pina la miró fijamente y entendió todo, el edicto aún no se lo han entregado.

* Oh, la emperatriz seguramente aun no lo sabe, le informo:

* Majestad, el emperador Priano Záitsev ha dictaminado que las concubinas vivirán en otro palacio, así que usted es ahora quien se encarga del palacio imperial majestad _ dijo Pina mientras que Zaria abrió los ojos como platos, no puede creer lo que escucha, nunca pensó que ese hombre deje que esas mujeres se vayan así sin más, aunque espera una venganza épica de parte de él, ella está lista para cualquier arremetida.

Sin embargo, Mina mira la situación, está preocupada por dos situaciones, una es que el emperador ya casi no pase tiempo en el palacio y la otra es que ahora que las concubinas no estén, sus noches las ocuparía con…

*_*

Mientras ambas jovencitas analizan la situación en sus cabezas, al otro lado del reino en una villa alejada un hombre está furioso, nunca pensó que la situación sería de esta manera, le llegó un mensaje de un espía sobre el desalojo de las concubinas, así que la situación sería más complicada para él.

Cerca de él está una jovencita de la edad de Zaria, la hermosa joven mira al hombre con atención escuchando su indignación.

* Srta. Lilian, creo que tendremos que hacer que usted llegue más rápido de lo que pensábamos, quería que él emperador esté más descontento con el Duque Mateo y no soporte a la emperatriz para que usted lo consuele y él se divorcie, pero en este momento necesito tener al emperador más controlado, quiero que esté descontento con toda la familia del Duque y maltrate a la emperatriz, ella debe quejarse con el Duque para que él haga un mal movimiento, después usted como la nueva emperatriz pedirá que el Ducado se me entregue, solo puedo confiar en usted, sé que ningún hombre se le resiste _ Simón Mirte, el hombre había sido la mano derecha del Duque Mateo durante años pero siempre lo había envidiado, su hermosa esposa, su bella hija, el hermoso rubio que es como un ángel, todo eso lo envidiaba y lo quería para él.

La hermosa joven es de quien se enamora el emperador 3 años después de casarse, es por quien se divorcia de Zaria.

Simón, quería quedarse con todo, las tierras, el título y en especial con Zaria, el hombre de casi 50 años deseaba a Zaria desde que ella tenía 14 años, soñaba con tener el Ducado para así convertirla en su esposa y hacer con ella todo lo que había fantaseado durante este tiempo, sabía que el joven emperador la tocaría, el joven era un hombre con principios y nunca tocaría a la hija de un traidor, durante años había implantado pruebas falsas sobre él Duque, había notas de la guardia secreta del Duque planificando tomar el trono, Víctor jamás creyó eso, sabía que el Duque era un hombre íntegro pero Priano al ver tanto material en especial durante la guerra, sentía que no era tan descabellado, de todas formas su hija sería emperatriz, para él tomar el trono después de eso no será mucho esfuerzo.

En la vida anterior de Zaria, Simón no tomó en cuenta ciertas circunstancias y perdió la ocasión de quedarse con la hermosa joven, ya que Zaria y su madre fueron desterradas, cuando fue a buscarlas ya no estaban, los bandidos las encontraron antes.