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.... Lucas....

Después de rechazar la cena en mi casa, y escuchar los sermones y comparaciones que me hacían con Etham, me fui furioso a mi habitación.

Pero mi ira cambió a una alegría al ver y confirmar que mi barriguita había bajado 2 centímetros, un logro que me había guardado para mí solo.

No obstante, esa pequeña alegría y orgullo había cambiado nuevamente por la ira, pues afuera de mi alcoba se escuchaba la recibida a un extraño... A mi vecino, como si fuera el hijo perfecto con quien me querían remplazarme.

Lo odio.

No...

No lo odio, él no tiene la culpa que mi familia sea así...

¿Entonces porque me siento así? Ya debería haberme acostumbrado a esto.

Sin evitarlo, mis lágrimas salían solas y hundí mi cuerpo en la cama, como quisiera desaparecer, así todos serían más felices.

Tal vez sea la adolescencia, pues después de todo tengo 16 años, que mis emociones sean tan cambiantes, pues mi tristeza cambió a ira cuando vi a Etham entrar a mi cuarto.

¿Con que derecho se digna a entrar?

Le dije cosas que ni quiero recordar, estaba muy enojado, pero mis gritos fueron callados por su cálido abrazo y recordé que él no tiene la culpa que mi familia me haga sentir basura.

Estaba impactado y no devolví el abrazo, pero si sentía que mi ropa se mojaba.

Etham se veía chistoso porque como un robot oxidado se separaba de mí.

Y note que seguía con la misma ropa de su baile... Aquel baile y recordé los movimientos que hizo

Ay no ¿creo que mis cachetes se han puesto rojas?

Por favor que no se dé cuenta, va a creer que es por el abrazo y luego pensará cosas raras de mí.

Mi mente estaba un caos, cuando fui empujado bruscamente por él, él jamás me había visto así ¿se habrá dado cuenta de algo?

Solo podía ver en cámara como él se iba, mientras yo caía

Hasta que mi cabeza chocó con la esquina de la cama de madera.

Y todo se vio negro

...-¡Lucas!...

...-¡Lucas!...

Eran los gritos desesperados de Etham

Abrí los ojos y vi a Etham llorando mientras me sostenía en sus brazos, en mi cama.

-creí que te había ido-dije

-cómo podría irme si te habías golpeado de esa forma la cabeza por mi culpa - me respondió agitado.

-pues normal huir después de ver a tu amigo sonrojado por abrazo tuyo, sabía te hizo sentir incómodo... Ja, mi tío incluso me hubiera gritado ¡Mariquit*! - balbucee sin pensarlo.

-te sonrojaste por mí? - me preguntó

-no creas que soy un rarito, pero al verte con ese traje recordé cuando subiste al escenario y creo que te veias muy seductor... Je je je y pues en normal ¿no? Que entre compadres nos hagamos este tipo de cumplidos

¡Maldita sea!

Creó que el golpe en la cabeza me afecto en la parte coherente y me hizo decir tonterías, pobre Etham, ahora se ve asustado.

¿Cómo podría arreglar este malentendido?

.

.

.

.

.

.

Caos, caos total ni había pensado en una solución cuando mi cuerpo recostado en los brazos de de Etham fue alzado por él, para estar frente a frente, y robarte un beso del cual no podía liberarme.

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