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Una mañana como cualquier otra.

Y Lucas despertó con manchas sobre su cuerpo, pensaba que los zancudos eran los causantes.

Una mañana con adrenalina

Etham casi no pudo dormir, por estar explorando el cuerpo de aquel muchacho que le atraía.

Aquella noche Etham había regresado a su casa, luego de ver tristeza en el rostro de Lucas, le mataba obsérvalo así y hasta pensaba decirle la verdad, hasta que... Escuchó unos ruidos, parecían gemidos leves, y rápidamente fue a ver por el hueco con el que siempre espiaba a su vecino.

Era lo que había esperado por tanto tiempo.

Lucas se estaba masturbando.

Etham creía que confirmaría sus pensamientos hacia Lucas en un 100% si le veía hacer tal acción.

Creía que sí le gustaba verlo así, significaría que le gustaba.

Y si sentía repugnancia, solo significaría que habría confundido sus pensamientos... Esto era debido a que al comienzo pensaba que solo le gustaría cualquier hombre cuando empezó a sentirse atraído hacia Lucas. Pero… ¡No!

Cuando su mente era un caos en su pubertad, él buscaba en Internet videos, videos de dos hombres compartiendo un momento íntimo entre ellos, pero eso solo le incomodaba y sentía que nada de eso le gustaba.

Entonces en su mente le rondaba preguntas como:

... ¿Por qué me gusta Lucas? Si es hombre....

...¿Por qué no puedo ver a otros hombres de manera romántica, para no arruinar mi amistad con Lucas? ...

Y cuando vio por aquel agujero, a Lucas masturbándose, su cuerpo de Etham al instante reaccionó, como aquel primer día que vio a su amigo mojado en la piscina.

Lucas se masturbaba pensando en Mónica y Etham también se tocaba mientras lo espiaba.

Etham había confirmado que estaba alocado, enamorado, obsesionado con Lucas.

Pero tanta acción le hizo salir un pequeño gemido, ruido que Lucas escucho e hizo que pare y se vistiera y duchara para dormir.

Etham quería ver más.

Hasta el momento Etham iba a la casa de Lucas en las noches solo para dormir abrazado a él, no pasaba más de eso o de un simple beso en la mejilla.

Pero lo que había pasado esa noche, que hacerle explorar más.

Cuando las luces de la casa vecina se apagaron y vio que Lucas estaba profundamente dormido, se fue a su techo, pasó al techo de sus vecinos, bajo las escaleras y entró al cuarto de Lucas.

Todo estaba oscuro, pero por tantas veces haberse metido a la casa ajena, para Etham eso ya no era un obstáculo.

Lucas dormía y Etham se sentó sobre él, se agachó para ver mejor el rostro de su amado.

Y sintiendo su respiración tan de cerca, chocó sus labios con los de él.

Leves besos le dio al comienzo hasta que se intensificó mientras le metía su lengua.

El cuerpo de Lucas aunque estaba dormido, empezó a reaccionar y le dio una erección.

Etham vio muy contento, y empezó a meter su mano debajo de la ropa de Lucas, mientras acariciaba sus pechos y jugaba con sus pezones, escucho a Lucas hacer ruidos de satisfacción.

Etham quería terminar lo que Lucas no pudo hacer antes, mientras el joven dormía, el intruso le masturbaba hasta que se corrió.

Etham se había manchado la mano con el semen de Lucas y no sentía repugnancia como los videos que había observado antes, sino, que sintió placer y quería hacer más cosas.

Pero, pensaba que si iba hasta el final, al menos deseaba que Lucas estuviera consciente.

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