Episodio 4

"En el parque, cuando olía una fragancia a rosas y fresas, mi amigo Bastian decimos buscar dónde estaba ella, y ahí la encontré, sentada en un banco. En verdad, es hermosa. Mi luna, al fin la encontré. Vi que se estaba alejando, así que corrí tras ella. Al fin la había encontrado y no la iba a perder tan rápido. Bastian se apoderó de la situación, la cargamos como un saco de papas. Gritaba, pero no le hacía caso. La llevé a una casa abandonada y la pegué contra la pared. Me acerqué a ella. La verdad es que sí es hermosa y su aroma es delicioso. Ella gritaba, me decía que la soltara. En un momento, la estaba apretando muy fuerte. Los brazos no medí mi fuerza y la estaba lastimando. En un momento, acerqué mis labios a los de ella, pero volteó la cara. Cuando pensé que se había tranquilizado y quise acercar nuevamente mis labios, otra vez se quedó quieta por unos segundos. Me siento en las nubes al sentir sus labios. En un momento, ella levantó su rodilla y me golpeó en los testículos. Me debilité y así pudo escapar. La vi irse y corrí tras ella, pero mi auto estaba muy lejos.

Sofía ya era la hora de la salida. No me puedo quejar, me fue bien en mi primer día de clases, claro, de no ser por el tipo maniático que casi me viola. No puedo creer que estudie aquí y sea el primo de Sabrina, mi nueva amiga. Estaba muy cansada, lo que deseaba era llegar a casa y descansar, cuando veo un mensaje de Alex diciéndome que no va a poder pasar por mí, que me vaya en taxi. Ya había llegado a casa y se me dio por cocinar algo, así que preparé lasaña. Estaba terminando de comer cuando me acuerdo de los ojos del tipo psicópata. No podía saber por qué, pero algo en él me atraía. Rechacé mis pensamientos por pensar esas cosas. Como me va a traer un psicópata, y además no puedo pensar esas cosas. Yo tengo novio. Quité esos pensamientos de mi cabeza y subí a mi habitación. Estaba muy cansada y no iba a salir más, así que decidí ponerme el pijama temprano.

Estaba aburrida, así que decidí llamar a Diana. Amiguis, Ami gocha, Amigaxxx. Le estaba contando todo mi día. No lo puedo creer, Amix, estás supersalada. Antes de que se volviera loca, le pregunté por Lucas. Chica, yo desde que te fuiste, no lo he vuelto a ver bien. Sabes que solo convivíamos por ti, verdad. No me ha llamado en todo el día, y sé que ninguno de los dos se cae bien. ¿Qué extraño, por qué él nunca suelta su teléfono? Si quieres, puedo averiguar qué tanto hace. Pero chica, en vez de estar preocupada, ve a tus alrededores. Seguro hay chicos mucho más guapos y menos idiotas que Lucas.

Diana ya hablamos del tema, y seguro sigue molesto porque me mudé. Bien sabes que él no quería. Él tenía planeado que nos mudáramos juntos. Un mes atrás, Lucas.

Ya pensantes la idea de vivir juntos. Tesoro, sobre eso quería hablar. Estuve hablando con Alex. No me dejó terminar la oración. Tu hermana aceptó. No es eso. Sino que quieres hablar a Alex ya le dijeron en dónde va a tener que hacer la pasantía, y es un pueblo al norte de Aragón, y ella y yo nos vamos a ir a vivir para allá. Voy a ir a hablar con Alexa. Ella no puede obligarte a ir, ya tú eres casi mayor de edad.

Lucas, tranquilízate. Tú no vas a ir a hablar con nadie. Ella no me obligó a nada, yo misma decidí, y ya es una decisión tomada. Cómo diablos se te ocurre irte con ella, y ahora vienes y me dices que ya está tomada la decisión. Por qué no hablaste contigo antes de tomar esa decisión. En serio preguntas, sabes muy bien todas las cosas y los sacrificios que Alex ha hecho por mí, que solo piense en él.

Amiguis, te digo algo y no te molestas. Claro, dime, y más molesta no puedo estar, así que dime. Es sobre Lucas. Dime ya. Lucas se molestó más, no porque te mudes, sino porque no perdiste tu virginidad antes de irte (mejor dicho que te acostaras con él). La fulminé con la mirada. Dijiste que no te enojarías.

Estuvimos hablando por 3 horas. Estaba haciendo mi tarea, cuando pienso en lo que dijo Diana. No es que esté de acuerdo con lo que dijo Diana, pero debo reconocer una cosa. Lucas no es una perita en dulce. Por algo, Diana y Alex no les caen bien, mejor dicho, les caen en la punta del hígado. Estaba perdida en mis pensamientos cuando los gritos de Alex me vuelven a la realidad. Bajé abajo para ver qué pasaba.

So, traje pizza con pepperoni. Alex, ¿cuándo vas a aprender a no gritar así? Pensé que era un ladrón que se metió a la casa. Estábamos cenando. Alex, Sofí, ¿cómo te fue en el cole? Me fue bien. Pude pasar de incógnito y es, pero que siga así. No quiero más paparazzi detrás de mí. Estábamos muy cansadas, así que nos fuimos a dormir. Entré al baño a lavarme los dientes. Veo que está sonando mi celular. Voy por el que está en mi mesita de noche. Contesté. Era un número desconocido. Bueno, ¿quién me habla? Sí, soy yo. Dime quién me habla. Soy yo, Sabrina Ripoll. ¿De dónde sacaste mi número? Soy una fan, yo sé mis cosas para conseguir información. ¿Qué? No es cierto. Encontré tu tablet y tenía tu número. Qué torpe soy. Gracias por guardármela. No hay de qué. Mañana te la entrego. Está bien, gracias.

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