Capítulo 7

El resto de los días pasaron

Satis debía de prepararse para su boda con Damnatio, los primeros días fue instruida para su boda. Desde que se despertaba las sirvientas la atendían y luego la ayudaban a practicar

Ella practicaba sus modales, gestos, forma de caminar y todo lo que debía de hacer en la boda y también lo que debería hacer después de casarse y convertirse en la esposa del marqués

Ya que se convertiría en marquesa y debía de actuar como una noble

Muchas cosas no le resultaron difíciles pero debía de acostumbrarse, ya que algunas ya las había aprendido

En el tercer día la costurera regreso con el vestido

-Señora he traído el vestido

-Vamos a verlo

Satis se puso el vestido de novia con la ayuda de las sirvientas

Al ponérselo se miró en el espejo

-No está mal

-Déjeme ver

La costurera reviso detenidamente a Satis

-Señora aún falta algunos detalles pero eso se puede solucionar

-Eso crees

-Si, mire los hombros aún se tiene que ajustar y la parte de las manos se debe de darle forma

-Está bien

-Ahora veamos los adornos

La costurera, puso los adornos del vestido y termino con ponerle el velo

-Se mira excelente señora

-Si

Satis con todo puesto se miró en el vestido

Al ver si reflejo que impactada

Si aspecto era como el de una verdadera novia

Pero después de verse por un tiempo no pudo evitar sentir algo de tristeza

-El vestido se mira bien solo queda pocos ajustes que hacer

-Si pero...

Una sensación incomoda sintió Satis en su espalda

-Necesito ayuda

-¿Qué?

Al ver como Satis se sentía incomoda la costurera rápidamente la ayudo a quitarse todo

-Gracias

Ella al quitarse el vestido de novia, comenzó a rascarse la espalda

-¿Qué sucede?

-Es que me pica la espalda

-¿Te pica?

La costurera se llevó una mano a la cabeza golpeando la frente

-Lo siento, no me imagine que esto pasara

La costurera agarro las manos de Satis

-No se preocupe, hare que el vestido no le pique y no este incomoda

-Lo tendré listo antes de su boda

-Sera la mejor novia del imperio

-Esto…

-Me retiro para seguir trabajando

-Está bien

La costurera iba a salir de la habitación para irse pero se detuvo

-Por cierto también traje todo un catálogo de vestidos de su medida, ya deben de estar descargando toda la ropa para almacenarla

-¿Qué?

-El marques debe de quererla mucho para regalarle toda esa ropa

-Si…

La costurera salió de la habitación

Ella no podía creer lo que había dicho, desde que había llegado le faltaba ropa y la que había, no le quedaba o era muy incómoda.

Ella tuvo que vestir ropa más siempre y no los vestidos de lujo que había

-Que es lo que está pensando Damnatio

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Horas después

Satis caminaba por los pasillos de la mansión

Ella había terminado de comer su almuerzo y se dirigía a practicar para estar lista para su boda

Ahora le tocaba practicar el baile

Se dirigía al lugar donde debía de practicar

-Oye, no te enteraste

Algo que estaban hablando llamó la atención de Satis

Así que ella se puso contra la pared y oyó una conversación que tenían unas sirvientas

-Toda la ropa que trajeron a la mansión, eran muchos carruajes que me sorprendió ver tantos

-Debimos de descargar toda la ropa y almacenarla cuidadosamente

-Si tienes razón

-Era mucha ropa

-Pero…

-No te parece raro

-¿Qué cosa?

-No solo había ropa de mujer

-Si no también mucha ropa para niño

-¿Para niño?

-Era para niño, como los pantalones cortos y las playeras pero también habían pequeños vestidos como para una princesa

-¿Por qué habrá ese tipo de ropa?

Ellas hablaron por un tiempo

-Sera mejor que volvamos a trabajar

-Tienes razón

Las dos sirvientas caminaron hasta desaparecer del pasillo

-¿Ropa para niño?

-En que estás pensando Damnatio

-No me digas que

-¡No!

-¡No puede ser!

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En el quinto día la costurera volvió

Ya tenía el vestido de novia terminado y completamente listo

-Señora está listo, pruébelo

Satis se colocó el vestido de novia, con todos los adornos y joyas

Luego se miró frente al espejo

-Quedo genial

-Sí, termine de hacer los últimos ajustes y darle los últimos toques

-Es muy cómodo

-Lo hizo lo mas cómodo posible además hice que no sintiera picazón al llevarlo puesto

-Si muchas gracias

Luego las sirvientas ayudaron a Satis a quitarse el vestido de novia y lo guardaron en un closet muy seguramente para que estuviera bien guardado hasta el día que se usara

-Señora, así como se lo puse es como debe de llevar el vestido, el velo va de último y los zapatos que usara empieza a usarlos para que se suavicen y no le canse mucho usarlos, ya que los usara por mucho tiempo

-Sí, muchas gracias

-Me despido

Ambas se dieron la mano y de despidieron, la costurera salió de la habitación

Satis se quedó solo

Se acostó en el sofá para descansar

-Usa ese vestido será agotador

-Pero no sé cuántas personas asistirán a la boda, serán muchas

-Además de que serán nobles que ni siquiera conozca

-Me pregunto si los invitados no serán muy egoístas y engreídos

Ella quedo pensativa

-¿Invitados?

Siguió pensando pero algo la saco de ahí

-¡No lo hice!

Satis se levantó del sillón abruptamente y salió corriendo de la habitación

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La costurera estaba a punto de subirse a su carruaje para irse

-¡Espere!

Pero algo la llamó y se detuvo

-Señora

La costurera se sorprendió a ver como llego satis, corriendo y jadeando del cansancio

-Disculpe, tenía que llegar rápido, antes de que se fuera

-¿Qué se le ofrece?

-Estoy aquí para decirle que si puede venir a mi boda

-¿Qué?

-La estoy invitando a mi boda

La costurera se sorprendió por segunda vez, nunca imagino que diría algo así

-Eso no me lo imagine

-¿Por qué lo dice?

-Normalmente hago vestidos de boda para las novias pero nunca he ido a las bodas

-Nunca me invitan

Satis se sorprendió, nunca imagino que la costurera que hace los vestidos de novia nunca había ido a ver el vestido que había hecho, cuando la novia lo estaba usando el día de la boda

-Pues yo la invito, venga el día de la boda

-Muchas gracias

La costurera tenía ganas de llorar de la alegría pero se contuvo

-No hay de qué

-La espero ver el día de mi boda

Satis y la costurera se volvieron a despedir

Ella se fue dejando la mansión

-Por suerte la alcance a tiempo

-Señora

Una de las muchas sirvientas le habló

Estaba sorprendida

-¿Cómo llego aquí?

-Vine corriendo

Las sirvientas pusieron caras raras

-Me refiero como sabía de este lugar

-No es la primera vez que estoy en esta mansión

-¿Qué?

-Conozco muy bien este lugar y sabía que las personas que traen cargas o productos son recibidos por la entrada secundario y no la principal

-Si pero…

-Tengo que volver rápido, la práctica de baile comenzara pronto

-Señora le enseñare el camino de regreso

-No, se dónde es y cómo llegar, aun desde aquí

-Pero...

-Vamos

Satis se dirigió al lugar donde tenía que ir y detrás de ella había sirvientas siguiéndola

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-Muy bien, suficiente por hoy

-Deben de estar exhaustos

Satis y Damnatio había practicado el baile por unas horas, durante varios días

Ellos habían logrado bailar muy bien tras varios intentos

-Me sorprendieron, lograron dominar el baile en tan poco tiempo

-Es que ya me lo sabía

-¿Qué?

La instructora de baile quedo sorprendida

-Con razón, el primer día solo les falto coordinación pero ahora ya la tienen

-Muy bien por eso

Damnatio sonrió maliciosamente

La instructora se despidió y salió del lugar

-Bueno ya es de noche

-Oye, dile que preparen la cena

La sirvienta se inclinó en señal de respeto y salió para cumplir las órdenes de su amo

-El día de la boda de la boda, tendremos que bailar

-Estaré preparada

Tras su respuesta, un silencio inundo el lugar

Se quedaron callados pero Satis rompió el silencio

-Por cierto hay algo que quiero pedirte

-¿Qué es?

-¿Quiero invitar a alguien a la boda?

-¿Quién es?

Damnatio apretó su puño y puso una cara sombría

-La costurera

-He…

-Ella hizo mi vestido y quisiera agradecerle invitándola a la boda

Damnatio se llevó una mano a su boca

-Está bien

-¿Si?

-Si eso quieres, ella también puede ir a la boda

-“No creí que accedería tan fácil”

-Muchas gracias

-Le enviare una invitación y hare que tenga un lugar

Tock Tock

La puerta sonó

-Disculpe señor, la comida ya está lista

-Está bien

Damnatio agarró la mano de Satis

-Vamos

-Ambos se dirigieron al comedor

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Tarde en la noche cuando todos ya se durmieron

-Al fin puedo actuar, en este lugar debe de estar el vestido de novia

El busco en todo el lugar hasta dar con el closet

-Lo encontré

Abrió el closet

-Este vestido es muy fino, lástima que tendré que arruinarlo

De sus bolsillos saco un pequeño frasco de tinta color negro

-El vestido no se volverá a ver hasta el día de la boda y este closet no se abrirá hasta ese día

-Cuando lo vuelvan a abrir encontraran el vestido manchado y la boda tendrá que cancelarse

Iba a destapar el frasco cuando…

-Mayordomo

Hic

La sangre de todo su cuerpo se congeló

Lentamente se dio la vuelta

-Capitán, yo…

Con fuerza le arrebato el frasco

-Así que planeabas arruinar el vestido

-¡No!

-De nada sirves que trates de engañarme

El capitán agarro al mayordomo del cuello y lo lanzó chocando contra la pared

Luego cerró el closet y una brillante luz lo envolvió

El mayordomo, trato de ponerse de pie

-Ya te atrape por segunda vez

-No me mate

-Jajajajajaja, no haría eso por respeto a tu abuelo pero no permitiré que arruines la boda

-¡Capitán!, ¡En serio dejaras que el marques arruine su reputación!

-Él no está arruinándose

-¡Vas a dejar que se case con esa plebeya!

-Entiende que esa mujer es el amor de nuestro señor dentro de poca ella será tu señora

-Pero…

-No tienes idea de cuánto me habló de ella, todos esos años en la guerra

-Tsk

-Sera mejor que no intentes hacer nada de nuevo

-Si hubieras arruinado el vestido, el marques te hubiera ahorcado y luego atado tu cuerpo detrás de su caballo y lo arrastraría por todo el lugar para que lo vieran

El miedo se apodero de él

-Para tu información puse magia en el closet no se podrá abrir hasta el día de la boda, así no podrás intentarlo de nuevo

El capitán iba a salir he irse pero…

-¡Espera!

-Vas a dejar las cosas así, el marques será la vergüenza del imperio cuando se case con una plebeya, no será mejor que se case con la princesa

El capitán solo puso una cara de disgusto

-Eres como hablarle a una pared, parece que no captas nada de lo que te digo

El capitán se fue enfurecido

El mayordomo quedo solo, contra la pared, totalmente herido

-Maldición

-¡Maldición!

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