Desencadenante: este capítulo puede contener escenas inapropiadas para menores.
..."¿Cuántos años se necesitan para olvidar un minuto?"...
— sinceramente gi! deberías poner más disciplina en tus empleados, que al menos sepan reconocer a las personas importantes…
— este es mi primer día como presidente, ¿de acuerdo? — le digo a la pelirroja, mientras la rubia está en un rincón tranquilo junto a Melody. — Ni siquiera tuve tiempo para mí hoy. y creo que los guardias de seguridad deberían seguir así, ya que suponemos que llega alguien que no quiero entre ellos permitir? seria peor no? porque estaría muy, muy estresado y esto no es nada nuevo.
— en eso tienes razón. al menos a partir de ahora no tendré más dificultades para entrar...
— y esta chica — digo mirando a la rubia — ¿quién es? - curioso.
— Beatriz. una de las personas con las que me gusta divertirme. es buena compañia
— tú eres… — me interrumpí, perplejo, no podía ni imaginar.
— sí — una pausa. — tal vez los traumas nos hacen cambiar de opinión, ¿no crees? y todavía dicen que los traumas no cambian a las personas... -dice con una sonrisa amarga en su rostro. — bueno, si quieres te lo presto. No soy egoista.
- ¿cómo sabe? Arqueo una ceja.
— solo tu pose de "bandidä" lo delata — se ríe, haciendo comillas con las manos.
No digo nada, solo sonrío y salgo del elevador, me dirijo a mi oficina, me siento en mi silla y la giro hacia un lado.
— Me doy cuenta de que de vez en cuando tus gustos han cambiado mucho — dice Melody tirando su cartera en un rincón del sofá y observando la oficina.
— hum-hum… — Estoy de acuerdo, sin mucho interés.
- que paso julia Se acerca a la mesa y me mira. hay cierta preocupación en sus ojos. Sé que me estás ocultando algo.
— nada de melodía. No estoy ocultando nada, estoy divagando.
— Odio la forma en que intentas ocultarme las cosas, pero lo que me cabrea es que no omites, mientes que estás bien. miente sobre tus sentimientos, sobre ti mismo, sobre lo que estás pasando… sobre casi todo lo que involucra tu mundo personal.
"No quiero desahogarme ahora, ¿de acuerdo?" por favor trate de entender esto. No estoy listo, aún no he procesado toda la información. dame tiempo para hablar de eso.
— sepa que siempre estaré aquí para usted cuando necesite a giulia, en cualquier momento, en cualquier lugar e incluso en el fin del mundo.
— gracias melodía — es del corazón. Estoy agradecida de tenerla como amiga, simplemente no me siento cómoda hablando con esta otra chica aquí. Beatriz.
¡No hay nada que agradecer a giu! - sonreír.
"¿Cómo supiste que había vuelto?" Cambio de tema estratégicamente.
- las noticias tal vez? noticias del tema? Melody responde como si fuera demasiado obvio.
— Lo entiendo, no hay necesidad de burlarse de mí. Se me había olvidado, hay demasiadas cosas.
- ¡Fue lindo! - dinámico. — Lo siento, no pude asistir, estaba en Los Ángeles...
— Me imagino — La carrera de modelo de Melody es cualquier cosa menos simple.
“Deberías usar más maquillaje.” Ella cambia el tema ligeramente. - ¡fue hermoso! Quien lo hizo es muy bueno. un artista.
Es difícil decir quién lo hizo. había decenas de personas a mi alrededor y cada una me hacía algo diferente. sabes que lo odio, pero estoy de acuerdo en que el trabajo resultó hermoso. pero realmente, este tipo de arte no me conviene, no es parte de mi gusto.
"Esta masculinidad..." Él rueda los ojos. — eres distante, desinteresado. hasta tu expresión es diferente, tu mirada al mundo ha cambiado… eres una persona diferente. ¿Quién diablos era Giulia?
Suspiro. ¿Cómo puede decir todo eso de mí con sólo mirarme?
— ¿Qué has estado haciendo todos estos años que con solo mirarme así por unos momentos dice cosas… sí… algo cierto sobre cómo me siento, sobre quién soy ahora, tan fácilmente?— curiosa, intrigada.
— Usaré una palabra para definir todo lo que he descrito: psicología — una pausa. — Me gradué hace un año y ahora también soy psicóloga. ¿satisfecho?
- sí. No pensé que estarías interesado en esto, estoy sorprendido, honestamente.
— fue algo que me empezó a interesar cuando era más joven. pero ahora, responde a mi pregunta: ¿qué hizo realmente todo esto? este cambio absurdo en ti?
— las pérdidas — me abro un poco. — las personas son fugaces, siempre en el mejor momento se van...
— todos en nuestras vidas son pasajeros — una pausa. - lo siento mucho.
— ¡No, no puedes sentir nada por mí! Odio que la gente diga que siente por mí Melody, lo sabes.
"¡Está bien, lo siento mucho!" murmura, con los ojos bajos.
- ¡todo bien! — Hago una pausa mientras miro a Beatriz, su forma tranquila me recuerda un poco a Sofía cuando está en su modo tímido y me hace tener sentimientos extraños. — eres muy tranquila beatriz, ¿no crees? Arqueo mi ceja derecha.
ella levanta la vista del suelo y sorprendentemente me da una sonrisa traviesa.
— ¡Silencio así, solo vete! - Melody se ríe. — ¡Tal vez todavía tenga un poco de timidez conservada, porque esta chica es fuego! Paso una mano por mi cabello, sonriendo con picardía.
Doy una risa nasal cruzando las piernas. esta chica me interesa
— bueno, ¿qué tal si salimos a cenar? - sugiere la pelirroja tras un rato de silencio en el que miré fijamente a la rubia que sonreía tímidamente. aparentemente una falsa timidez.
- ¿hoy Ahora? —pregunto, desviando la mirada de Beatriz a Melody, que se había sentado frente a mí.
- ¡sí! Él sonríe expectante, desafío en sus ojos.
- ¡Vamos entonces! Digo levantándome y agarrando las llaves de mi auto. Sonrío con picardía cuando tengo una idea. — ¿Qué tal un viaje por la ciudad al restaurante marea? - desafío. — el que pierde paga la cuenta — concluyo.
— apuesta — Melody asiente emocionada. "Veamos de lo que todavía eres capaz".
— ¡Dudo que ganes! - digo riendo con burla.
— ¡Puedo decir con certeza que he mejorado un poco y esta vez sí que pareces dispuesto a pagar la cuenta!
¡Eso es lo que veremos! Sonrío y salgo de la habitación.
todos bajamos al garaje y encendimos nuestros autos. por la mirada en el rostro de beatriz, parece no estar muy segura de que su pareja vaya a ganar. puntos de logro para mi!
aumentar la velocidad a medida que el virus dobla una esquina cerrada. Estoy a 150 km/h. melodía en mi camino. nos dirigimos a 240 central park south – 59st y broadway. la gente sale corriendo de las calles, los conductores se desvían. la policía ni siquiera se molesta en detenernos cuando ven nuestros autos, saben quiénes somos. la gente se junta en las aceras mirando con asombro, esperando a ver quién gana, otros vomitando blasfemias. la diferencia es que estos son una minoría. Me siento acogido de nuevo en esta ciudad con admiración hacia mí, aunque esté infringiendo la ley.
A las autoridades locales no les importa, hacen lo mínimo: mantener seguros a los peatones mientras corremos por la ciudad. Melody está a mi lado ahora, bajo la ventanilla del lado del pasajero de mi coche y ella hace lo mismo, bajando la suya. Melody sonríe, quitándose las gafas de sol. ambos disminuimos un poco la velocidad. Yo preparo.
— ¡Veamos si puedes conseguir esta melodía ahora! Grito en desafío y presiono el acelerador, doblo otra esquina y hago chirriar el auto.
la melodía esta vez se quedó atrás, el viento me despeina el pelo. Me gusta ese sentimiento. adrenalina ansiedad. locura. Me sonrío a mí mismo. la velocidad me calma, me hace ligero, me desestresa. aclara mi mente aunque solo sea por unos minutos. Al llegar al restaurante, estaciono el auto y salgo, pasándome una mano por el cabello apelmazado por el viento. Melody llega poco después, bajando del auto con aire de derrota. Beatriz seguía sonriendo bajo el efecto de la adrenalina.
—Creo que eres tú quien paga la cena de esta noche, Melody —me burlo—.
— Pudiste haber calculado mal en esa esquina y estrellar el auto contra el poste de luz — se lamenta. — al menos no tendría que pagar la cena.
— el sentimiento es muy amistoso. pero lamento decir que tendría que pagar el auto y el hospital.
— ah, no creo que sería un hospital, a toda esa velocidad sería la belleza de un funeral — se ríe.
Sacudo la cabeza con fingida decepción y, sonriendo, los tres entramos en el restaurante.
🇧🇷
Simplemente no sé qué hay en esta rubia, pero está llegando a mis sentimientos. es confuso. estoy confundido. tal vez sea porque se parece tanto a sofya, creo que hasta demasiado. de su forma de pensar, la timidez con la gente nueva; su forma de hablar e incluso su físico, además de que es rubia y Sofya tiene el cabello castaño claro con algunos mechones color miel. la forma dulce de tratar a las personas —pero como decía la melodía—, el fuego escondido en la mirada. Por cierto, han pasado como tres días desde la última vez que los vi, ese día Melody fue rechazada en la recepción. mirando hacia atrás en la escena ahora, fue un poco divertido.
y hoy mi amigo loco me invitó a ir a un club. dejó en claro que no aceptaría un "no" por respuesta. "Tienes que relajarte un poco giu y no estar atrapado en la empresa toda la semana con el trabajo hasta el cuello. Si dices, no iré por ti de todos modos". ¿Vio? no tengo opcion o me voy sin molestar o me persigue esa loca para arrastrarme. No quiero ir solo con ellas, Melody y Beatriz, y decido invitar a Alicia, que ahora también es mi amiga.
- llamado giu? - Dice Alicia minutos después entrando al salón y acercándose a mi mesa.
"sí", respondo, dejando algunos papeles a un lado y concentrándome en ella.
- ¿algo pasó? Ella inclina la cabeza ligeramente hacia un lado un poco preocupada o algo así.
— no, en realidad no — la tranquilizo, descartando cualquier posibilidad de que algo ande mal. — Solo quería invitarte esta noche si no tienes planes… — Digo un poco insegura, aún no conozco muy bien a Alicia para predecir cómo podría reaccionar.
- ¿invitación? pregunta confundida, sorprendida.
- Sí, ¿algún problema? — Estoy siendo muy repentino, ¿no?, ¡Qué cosa giulia!
— no, ninguno — dejé escapar un suspiro que ni siquiera me di cuenta que había estado conteniendo con algo de alivio. Soy realmente un idiota. - ¿donde vamos? ella pregunta después de hacer una pausa.
— melodía — me recuesto en mi silla — esa amiga mía que estuvo aquí hace unos días, creo que la viste — pensativa. Me recompongo. — Ella me invitó a ir a disfrutar esa noche y relajarme un poco en un club, así que decidí invitarte a que vengas conmigo ya que no quiero ir sola. me obligan a ir...
- ¡Estoy dentro! exclama después de pensar por un rato. — No tengo nada que hacer de todos modos — se ríe Alicia haciéndome sonreír. — pero con moderación giulia. mañana tenemos mucho trabajo por hacer”, añade.
- ¡DE ACUERDO! Solté una risa desagradable. — disfrutaremos con moderación. Te estaré esperando frente a tu condominio a las nueve. ¡no se olvide!
— ¡Vale, discúlpame! Necesito revisar algunos documentos antes de enviarte —dice y yo asiento de regreso a mi trabajo, Alicia sale de la habitación.
Arreglo unos papeles, los reviso ya las seis y media de la tarde decido irme a casa, descansar un poco, darme una ducha y arreglarme.
🇧🇷
Me miro en el espejo por última vez, ya debo haberlo hecho diez veces en cinco minutos, y me enderezo la corbata de nuevo, ajustándola. Llevo pantalones negros —un poco elegantes—, una camisa blanca, una corbata y algunos accesorios tipo cuero sobre la camisa. Siempre olvido el nombre, pero lo que importa es que creas que es un superconcepto. Me siento satisfecho conmigo mismo, con mi estilo aunque sea algo masculino. Me siento cómodo así. Lanzo mi cabello a un lado y vuelvo a mi habitación, tomo las llaves de mi auto y salgo de la casa.
🇧🇷
Faltan cinco minutos para las nueve y ya estoy esperando a Alicia, que llega inesperadamente antes de la hora señalada y se sube del lado del pasajero.
— ¡Eres hermosa Alicia! - le digo a modo de saludo sonriendo.
lleva un vestido rojo bastante corto, pero hacia donde vamos es más de lo normal. su cabello oscuro caía en ondas sobre sus hombros, una generosa capa de brillo en sus labios.
- ¡Gracias! Ella le devuelve la sonrisa. “Pero tú…” Me mira de arriba abajo y levanta las cejas.
— bueno… — empiezo con cierta timidez. ¿Desde cuándo me volví tímido hermano? — No soy muy fan de los vestidos…y del maquillaje como ya habrás visto — agrego.
"Ah…" Ella se sonrojó levemente. que raro... — eres lesbiana?
la pregunta vino de repente y estaba tan sorprendida que mis ojos se abrieron pero rápidamente me compuse. Solo asiento con la cabeza, mirando hacia otro lado, y arranco el auto hacia el lugar marcado. conducir a alta velocidad me refresca la cabeza. tiempo después, decidí usar palabras y no actuar como una chica intrigada por cuestiones personales, después de todo, Alicia es mi nueva amiga.
— No siempre lo he sido, si eso te molesta — Hablo más bajo de lo deseado. — pero una persona en particular me hizo lo que soy hoy.
"Bueno, eso no es lo que quise decir", dice desconcertada. — no me molesta, creo que es normal...
"No todo el mundo piensa..." replico.
¡Son hipócritas! exclama con cierta irritación.
- convincente - digo sonriendo mientras miro a la calle.
🇧🇷
mi cabeza ya da vueltas y el sonido está en un nivel ensordecedor. sí, estoy borracho, pero no porque quisiera, porque de todos modos me metieron alcohol en la garganta. en la pista de baile, puedo ver a melody y alicia bailando juntas, bajando a la pista sin un ápice de control sobre sí mismas. Melody mira a Alicia con deseo, tal vez algo suceda al final de esta noche. pero si alicia es heterosexual, melody seguramente se desilusionará. y mientras estoy distraído siento un peso caer sobre mis piernas. Aparto la vista de la pista de baile y en mi regazo está Beatriz.
— Bueno, Melody me advirtió que solo te veías tímido cuando estabas solo — digo con malicia, mirándola fijamente y ella sonríe con picardía. ella está tan borracha como yo o incluso más.
— tal vez, pero ahora me interesan otras cosas… — dice acercándose a besarme, me alejo cortésmente.
— ¿no crees que es mejor pedirle permiso a tu dueño? Me burlo con una ceja arqueada.
— ¿Por qué si te quiero ahora y ella ya está ocupada comiéndose con los ojos a tu amiguito? - eso es verdad. — no falta mucho para que se vaya de aquí con esa chica… —dice haciendo pucheros.
Dejé escapar una risa nasal y dejé el vaso a un lado.
— niña, no tiene sentido que vuelvas más tarde — te advierto con una sonrisa pícara.
— No creo que me vaya a arrepentir… —responde ella, pasando su dedo índice por mi cuello y deteniéndose en el cuello de mi camisa, aflojándome la corbata.
— tú lo pediste, beatriz — la tiro de la cintura, aún más cerca de mí y la beso intensamente.
Que estoy haciendo? la bebida subió. joder, ¿qué estoy haciendo? no importa. joder el mundo
- ¡quiero más! susurra sin aliento mientras nos separamos por falta de aire.
No digo nada, pero ella entiende mi mirada. Beatriz se levanta de mi regazo y yo hago lo mismo. Tomo su mano guiándola y salimos del club. Me dirijo hacia mi auto, le abro la puerta del pasajero y me dirijo hacia el lado del conductor.
- ¿para donde vamos? dice ella con cierta dificultad en su borrachera.
— a un motel. ¿No es eso lo que quieres? Pregunto con firmeza.
suelta una carcajada sin conexión alguna y en medio de un hipido me responde:
“Sí, eso es todo lo que quiero.” Otro sollozo. - ¡Uds!
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