Capítulo 4 TRAGEDIA

...***BRITTANY DE LA TORRE...

...AÑOS ANTES***...

Kendra se veía feliz, tal como si hubiera conocido a su celebridad favorita o como si el premio mayor de una importante lotería fuera suyo.

Mi amigo solo se limitó a conducir y la llevó a su casa para después dejarme en la mía. Ella estaba cansada y lo que menos deseaba era hablar ahora, solo me dijo que quería dormir.

Me fui a casa pero sentí que algo no estaba bien, aunque ella estaba feliz había algo extraño en su actitud pero no supe identificar qué era.

-Miki ¿Son imaginaciones mías o ella de verdad estaba muy extraña?- le pregunté cuando aparcó fuera de casa

-Si lo estaba pero esa vez suele ser muy importante en una mujer, tal vez solo sea eso- sus palabras no me tranquilizaron mucho pero sea lo que sea que sucediera pronto lo sabría

Llegó el día lunes y esperé que llegara Kendra a clases como siempre. Cuando la ví había algo diferente en su actitud, estaba dispersa y miraba cada lugar de la preparatoria con atención como si estuviera buscando algo.

-¿Te pasa algo?- le pregunté en el almuerzo estando juntas en la cafetería

-No puedo mentirte a ti, ¿Verdad?- sonrió débilmente y tomó mi mano haciendo que un escalofrío me recorriera completa

-No, soy tu mejor amiga y tienes que decirme que sucede contigo- le exigí

-Hay algo que no te dije, solo lo saben mis padres pero no quiero que te sientas mal por eso, todos necesitamos tener algo para nosotros mismos. Solo quiero que me perdones- sonrió y ese escalofrío me volvió a recorrer entera

-No tengo nada que perdonarte. Si es por lo de Kevin, tomaste tu decisión y yo la respeté aunque no la compartí en absoluto. ¿Te trató mal?- me atreví a tocar el tema que tanto me molestaba pero su bienestar era lo primero

-No, para nada. No fue malo, todo lo contrario. No fue lo que esperaba pero tampoco fue desagradable y para que no te queden dudas, no me arrepiento de nada- me lo dijo mirándome a los ojos con total seguridad y no me quedó más que aceptar

-Esta bien, en tu lugar no habría hecho eso pero respeto lo que elegiste, solo espero que no te rompa el corazón- concluí con sinceridad

-Cumplio mi sueño, no tengo por qué arrepentirme de algo, allí está y debo hablar con él, deséame suerte- la ví levantarse y dirigirse a él

Él tal y como sabría que sucedería se negó a hablarle pero ella no se desánimo y en lugar de eso vino a mi lado nuevamente para pedirme un favor.

-Sabia que no querría hablarme pero por eso fue que le escribí una carta, de todos modos ésto no me lastima sino que hace todo más fácil. Prométeme que no la abrirás y que se la entregarás mañana mismo pase lo que pase

-Te lo prometo, ¿Es algo malo?- un mal presentimiento se había instalado en mi pero yo no podía comprender que estaba pasando

Creí que aquella mala sensación se iría pero ese dolor de estómago, aquel sentimiento también en mi pecho y mi respiración agitada me decían que algo malo estaba pasando. Creí que eran mis padres quienes estaban mal, de verdad lo pensé.

Al salir de estudiar entré a casa y corrí buscándolos. Cuando los ví sanos me tranquilice pero esa sensación aún estaba intacta en mi. Llamé a mi mejor amigo y también estaba bien, incluso pregunté por su padre a quien le digo tío pero todo estaba en orden.

Esa noche dormí de a ratos creyendo que algo malo sucedería pero al momento de levantarme todo estaba bien. Me bañé y preparé para ir a estudiar como cada día, apenas si logré desayunar porque mi estómago se negaba a recibir alimentos y me fui a la prepa dónde mi amiga no llegó.

Él timbre sonó y no llegó, tampoco ningún mensaje suyo, algo que era muy raro.

Creí que llegaría tarde pero nunca lo hizo. En un receso le di la carta a Kevin pidiéndole que no la tire y que la lea, yo no sabía el contenido de la misma. Al tocarla me invadió una mala sensación y sentí ganas de llorar pero me contuve.

-oye, ¿Estás bien?- me preguntó él

-Señorita de la Torre por favor presentarse en direccion- sonó en los altavoces y me dirigí allí con la certeza de que algo malo había sucedido, muy malo

Lo que jamás esperé fue encontrarme a mi madre llorando, la secretaria del director igual y mi padre triste al igual que el director.

Pregunté que sucedió perdiendo la calma y su respuesta será algo que jamás olvidaré.

-Hija, tienes que ser fuerte, Kendra falleció- fueron las palabras de papá y mi mundo se derrumbó en ese preciso momento

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