Cap. 13 Dile que no estoy

Cuando la tengo enredada en silencio y trata de recobrar la razón, escucho a Nana Lola llamar a la puerta, es tarde y me sorprende que Amaranta no haya venido, pero…

* Joven Caín, afuera está esa muj…, la Señorita Amaranta, dice que viene para hablar con usted _ dice mi nana mientras siento como Sofía quiere separarse, esta niña está loca si cree que eso va a pasar.

* Dile que no estoy, que no quiero visitas, estoy ocupado _ digo sin soltar a Sofía mientras ella se queda quieta.

* Si joven Caín, se lo diré _ dice con un tono de alegría, sé que odia a Amaranta, no la culpo.

Miro a Sofía y ella me observa como un ciervo encandilado, sé que debe estar confundida.

* Sofía, ve a bañarte, debemos desayunar, voy a llevarte al médico, si me he sobrepasado quiero saber que hice para no volver a hacer _ digo tranquilo mientras me paro para ir a la otra habitación y solo la escucho decir.

* ¿Qué?, Caín _ grita desconcertada, pero eso no me importa, de ahora en adelante, ella se va a tener que acostumbrar ya que su vida depende de mí.

La espero en el comedor y ella baja con un bonito vestido casual y cómodo, ella se ve bien incluso con una bolsa de paras encima.

* Ven, siéntate, come algo _ digo mientras sirvo algunas cosas en su plato, ella me mira con desconfianza.

* Caín, dijiste que querías hablar de algo importante ayer _ mira disimuladamente mi portafolios y yo solo asunto.

* Si, quería decirte que he decidido… _ la veo mirarme atenta y levantar las cejas.

* He decidido que voy a vivir aquí, llevamos tres años de matrimonio y no es normal que vivamos separados _ digo mientras corto la fruta y…

* ¿Qué? _ dice sorprendida, sé que estaba esperando los papeles de divorcio, si Amaranta fue lo suficientemente osada en mi otra vida para venir hasta aquí, estoy seguro que ya ha hablado con ella.

* Así como lo oyes, quiero que vivamos juntos, creo que es mucho tiempo vivir como si solo fuéramos parte de un contrato, ya tenemos intimidad, trabajamos juntos, es hora de que consolidemos este matrimonio de una vez _ digo mientras ella parpadea y…

* ¿Qué? _ se ve muy graciosa con ese signo de interrogación en su cabeza.

Después de unos minutos se despabila y empieza el interrogatorio, claro que estaba preparado para esto, sé que ella va a querer respuestas.

* Caín, Amaranta ha vuelto, sé que debes querer el divorcio, además que nosotros solo tenemos un contrato que está a punto de terminar y además… _ pero no la dejo terminar, ahí es donde ella está equivocada.

* No quiero el divorcio, Amaranta volvió porque así ella lo quiso, no tiene nada que ver conmigo, yo no la mande a llamar y menos buscar, soy un hombre casado y te debo respeto ante todo _ digo tranquilo mientras ella me mira sin entender nada, sé que debe ser extraño para ella que esperaba todo lo contrario, pero no voy a dejar que se aleje y sea blanco de mi madre y Amaranta que están locas, Amaranta también está loca, solo una loca sigue fervientemente a otra loca.

Veo que Sofía se frota las manos y luego interviene.

* No sé qué quieres hacer, pero no tenemos sentimientos el uno por el otro, el divorcio es una buena opción _ me dice con una mirada triste, aunque se quiera hacer la dura, puedo ver que ella no quiere divorciarse.

* Tal vez tu no tengas sentimientos por mí, pero eso no quiere decir que yo quiera el divorcio, ahora dime ¿Sofía Montreal, quieres divorciarte de mí? _ pregunto mientras ella abre los ojos como platos.

* ¿Qué?

* Si quieres el divorcio, no puedo obligarte a que estés conmigo, pero yo no quiero divorciarme, quiero que lo intentemos, quiero saber si tú y yo podemos tener una relación más cercana, he estado enamorado de ti por mucho tiempo y quiero saber si puedo tenerte a mi lado _ digo mientras la veo palidecer y luego sonrojarse y ahora está ¿verde?.

Sofía se para terriblemente descompuesta y corre al baño para vomitar, me apresuro para sujetar su cabello y a ella, y que no se vaya sobre el retrete.

* Sofía, no estás bien, vamos al médico, ven, déjame ayudarte _ le digo mientras la tomo en brazos y la llevó al sillón.

* Nana Lola, trae los zapatos de mi esposa, la llevó al médico, está enferma, ese dolor que tiene en su bajo vientre y ahora estos vómitos no me gustan _ digo mirando a mi nana y la veo sonreír, ella lo sabe, reconoce los síntomas, yo solo me hago al que no entiendo nada mientras mi mariposita solo refunfuña entre arcadas.

* Cain, no es para tanto, solo que me dio una impresión fuerte y vomito cuando estoy estresada _ dice la nena, pero no se salva, hoy mismo sabré si vamos a tener un hijo, si es así, todo lo que viví en mi otra vida fue real y no estoy dispuesto a perderla de nuevo.

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