Cap. 4 Vaya, no sabía que teníamos visita

Sofía se acercó sin ningún problema, ella era la esposa, ¿Qué tendría que temer?

* Vaya, no sabía que teníamos visita _ dijo Sofía con indiferencia mientras Amaranta quería asesinarla, pero no podía parecer agresiva delante de Caín.

* Sofía, solo quería ver a Caín y Atena me dijo que estaba en la mansión _ dijo Amaranta con voz dulce y casi avergonzada.

* Oh, debió decir en su casa matrimonial, y no deberías tutearla, cuando te cases con Caín tendrás que decirle madre o suegra, será incómodo que te iguales a tu suegra _ dijo Sofía mientras se servía un mate para calmar sus nervios, ahora lo entiende, Caín no se iría sin su despedida, eso fue lo que buscaba, esta segura que ahora viene el divorcio como si la noche anterior no se la hubiera comido viva.

* Sofía, no hablemos de esas cosas, tengo el acuerdo de divorcio, sabes que mi abuelo… _ pero Sofía no tiene paciencia con Caín, ya se sabe la historia así que está desesperada por irse de todas maneras.

* Tranquilo, lo sé, “mi abuelo me obligó”, “Yo tenía una novia antes”, “ahora nada nos impide divorciarnos”, “bla, bla, bla”, ahora pásame el papel, no quiero alargar esto más tiempo _ dijo tranquila mientras le da otro sorbo a su mate.

Caín sacó el documento con un bolígrafo y ella lo toma, lo lee detenidamente y luego demanda.

* No, no quiero esta mansión, no quiero nada de ti, el tío Caleb ya me dio suficiente, no soy pobre y la empresa de mi familia está en mejores condiciones, tengo un departamento, ¿Sabías que antes de casarme contigo tenía una vida?, las acciones si las acepto, me corresponden, pero saca el resto, lo firmaré y solo cambia la primera hoja, el resto está bien _ dijo de forma profesional.

Sofía firmó el documento mientras Amaranta tiene un brillo excepcional en los ojos.

* Sofía, puedes quedarte cuanto quieras, puedes mudarte de a poco _ dijo Caín mirándola serio, había un brillo indescifrable en los ojos.

* No gracias, es mejor que traigas a tu amada aquí de una vez, no quiero ser mal tercio, haré mis maletas y me iré, mi departamento ya esta remodelado y amoblado, solo estaba esperando que Amaranta vuelva para mudarme, si no, ella diría que le tengo miedo y por eso me fui antes _ dijo con una sonrisa sarcástica mirando a Amaranta quien está a punto de abofetearla.

Sofía se paró tranquila, ella se dirigió a la habitación para hacer sus maletas.

Nana Lola miraba la situación con los puños apretados, estaba tan molesta, Sofía era una dama, una niña inteligente y bien portada, en cambio Amaranta era una mojigata, monja de día y Gata de noche, la odiaba incluso más que Sofía.

Sofía bajó un par de horas después con su equipaje, se sintió aliviada de que ya no esté Caín y su zorra, Celso el chofer la esperaba, ni bien la vio se brindó para ayudarla lo que Sofía agradeció, ese pequeño dolor punzante había vuelto.

En su departamento Maya la esperaba con una cara de furia, nana Lola le había avisado sobre el divorcio y que Amaranta había aparecido temprano en la mañana invadiendo la casa matrimonial.

* Sofía, ese hermano miró es un maldito desgraciado, lo odio tanto, de verdad que lo odio con todo mi corazón, esa puta de Amaranta anda diciéndole a los reporteros de celebridades que pronto anunciará su matrimonio con Caín, en cambio tu que fuiste su esposa por tres años nunca pudiste decir que eres su esposa _ Maya está indignada.

Celso que escuchaba la conversación negaba con la cabeza, está seguro que Caín se va a arrepentir de esto, encontrar una buena mujer no es fácil, mantenerla a tu lado es aún más difícil.

* Maya, no hagas un drama, sabíamos que esto pasaría en cuanto el abuelo Caleb falleciera, solo me hice ilusiones, pensé que podría ganarme su corazón, pero ya ves, nada es como uno quiere, ahora solo espero que no me saquen de mi puesto como directora, aunque tengo la empresa de mis padres en mejores condiciones, aún no se ha establecido por completo – dijo frustrada.

* Sofi, cuantas conmigo para lo que sea ¿de acuerdo? _ dijo Maya con dulzura enterneciendo a Sofía que tenía el corazón roto, aunque ella no lo demuestre, Caín había sido su amor platónico durante años antes de casarse, pero él nunca la había mirado siquiera, al menos había tenido intimidad con el hombre de sus sueños, aunque sea un maldito bastardo.

Esa noche Neymar la fue a visitar, estaba tan molesto por el divorcio, no entendía a Caín, Amaranta era tan limitada en comparación a Sofía.

* Sofía, hija, lo siento tanto, ese hijo mío es indescriptible, solo bastó que esa mocosa estúpida vuelva para que te ida el divorcio, me hubiera gustado que ustedes me den nietos, sería el abuelo más feliz, dijo con una sonrisa.

* Tío, no te preocupes, solo fue un acuerdo, sabíamos que esto pasaría, solo no toquemos más ese tema, ¿quieres cenar aquí, si quieres yo preparo algo? _ dijo con una sonrisa, ella siempre fue muy apegada a Neymar.

Neymar la miró atentamente, Sofía se veía un poco pálida, así que decidió no darle mucho trabajo.

* Sofi, quiero que vayas al médico, te veo un poco pálida, no es bueno que cocines, pediré comida a domicilio, cocinas muy bien pero no quiero que enfermes por mi culpa _ dijo Neymar mientras saca su celular.

Sofía se tocó el rostro sabiendo que era verdad, esa tarde después de su baño se dio cuenta que estaba un poco pálida, tal vez era por ese dolor que le había estado molestando, el estrés de estos días.

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