Vuelta a la vida normal.

Veo que desde que volvimos del hospital Jordana sólo trabaja y vuelve a casa, su cara no tiene la misma sonrisa que antes y el médico nos ha aconsejado que la llevemos a tratamiento de salud mental.

Pero no la voy a llevar a ningún sitio, lo que pasó fue culpa de ese cabrón y no necesitamos llenarla de drogas porque fueron las drogas las que hicieron que acabara en ese hospital.

La miro y le digo ansioso; Nena, prepárate, que esta noche salimos. Me mira y responde;

-Jordana- ¿qué? No me encuentro bien para salir y no tengo nada preparado.

Ya lo he preparado, está en el baño. Me mira sorprendida y se va al baño.

-Jordana- Voy al baño y veo un vestido negro de cuero con escote en pico y muy ceñido al cuerpo, botas que me llegan a la rodilla de color negro. Me ducho, elijo mi ropa interior y unas medias del mismo color que el conjunto, me maquillo de noche y me peino todo el pelo hacia atrás dejando sólo el flequillo suelto por delante y me voy a la habitación.

Ahora sólo falta una cosa, cojo un cordón de plata pura que le había hecho y en él hay un anillo de plata que ella sabe bien lo que significa.

-Jordana- ¿Por qué tengo que llevar esto? ¡Ya tengo el anillo en el dedo!

Para que todo el mundo sepa que esta mujer increíblemente sexy y hermosa es mía y que el lugar que vamos a visitar hoy es especial.

Subimos al coche, nos detenemos en una calle poco iluminada y un joven se me acerca y coge la llave del coche.

-Jordana- ¿A dónde lleva su coche? Aquí no hay aparcamiento.

No a tu vista... Cariño, vamos. Será divertido.

-Jordana- Vamos a una puerta que hay en el callejón y le dice algo muy bajo a un tipo enorme que está allí. El tipo me dedica una sonrisa esquinada y justo cuando el hombre abre la puerta oigo música que sale del local, música que antes no se oía hasta que Devon me pone contra la pared y me besa. Luego me susurra al oído;

Aquí eres mi esclavo, ¡no puedes hablar con nadie sin mi permiso y no puedes mirar a nadie sin mi permiso! ¿Entiendes?

-Jordana- ¿Dónde me has traído, Devon?

¡Una mazmorra y todavía no me has contestado bien! ¿Me entiendes, esclavo?

-Jordana- Mejor que esa droga entre en el juego... ¡Sí, Maestro! Le miro y luego bajo la mirada y él me besa y me da un ligero mordisco en el labio... ¡Castigo!

Sabes por qué lo hice, ¿verdad? Ella mueve la cabeza diciendo que sí. La cojo de la mano y la llevo dentro y allí encuentro a unos conocidos y se la presento y se comporta como yo quería y eso me pone cachondo.... Cariño, ven conmigo.

-Jordana- Miro a mi alrededor sin que se dé cuenta y veo un poco de todo, en una cruz en forma de X hay una mujer atada mientras otra mujer la azota, y en otra esquina hay un joven sujetando el extremo de un collar y usando el collar caminando a cuatro patas hay un hombre el doble de fuerte que el chico. En otra esquina hay una mujer haciendo que un hombre semidesnudo le lama los pies mientras otro hombre "Juega" con ella. Después de presentarme a unos amigos Devon me lleva a una habitación privada y en esta habitación hay una enorme ventana que da a la habitación donde estábamos.

Ellos no pueden vernos, pero nosotros a ellos sí, es emocionante, ¿verdad?

-Jordana- Si Maestro... Y hay algunos juguetes y esposas, un gancho colgado en medio de la habitación y esposas en las paredes. Esta vez no me pregunta qué quiero, Devon me ata las muñecas y me cuelga del gancho suspendiéndome un poco.... Y sube por mi vestido, veo un látigo con puntas de plata en su mano.

Sabes cómo me sentí cuando te vi en esa bañera casi... Le doy el primer latigazo y se estremece. No quiero volver a verte así, ¿me oyes? Y te daré una más.

-Jordana- ¡S-Sí, Maestro!

Tartamudea, pero me contesta... Le doy tres más como castigo para que entienda que hablo en serio. Entonces cojo un vaso con hielo y ella me mira curiosa, le paso la mano por donde le pegué con la fusta y se le acabaron rasgando las medias.

Luego termino de desgarrarla, miro sus muslos y trasero que fue donde golpee con el látigo tomo una piedra de hielo con mi boca y paso por donde esta roja y ella gime.

Después de pasar el hielo por toda la zona enrojecida me llevo lo que queda a su intimidad y allí juego con él hasta que se deshace en mi boca.

Entonces entro en su intimidad y voy hasta mi límite y sin pensar en nada más me quedo allí con ella en nuestro pequeño mundo como ella dice sádico de amor.

_Jordana está impresionada con la mazmorra y todo lo que vio allí._

Ayer fue la primera vez que visité una mazmorra y Devon también lo utilizó para castigarme por lo ocurrido hace unos días.

Y aunque no puedo sentarme derecho fue una experiencia única, hicimos todo eso mientras veía a la gente hacer lo mismo que nosotros.

Pero no podían vernos, lo que me hizo sentir muy cómoda. Estaba ensimismada hasta que Dave me sacó de mis ensoñaciones diciéndome;

-Dave- -Hoy me quedo con la pasta y tú con las trufas y los pudines, ¿vale?

Gracias, Dave. Sabe que aún no estoy al 100%, así que lo aceptaré por hoy. Devon me envía mensajes de texto y ya me ha enviado 4 docenas de rosas rojas con diferentes declaraciones de amor hacia mí.

Y sé que lo hace para hacerme sentir feliz y querido.... Estaba en mi despacho oliendo mi último ramo de rosas recibido hasta que ella entra acompañada;

-Jayne- alguien aquí está en la luna.

-Maitê- O en el mundo del amor y el romance, Cariño.

¿"Cariñoso"? ¿Jayne? Miro a mi hermana sin entender lo que pasa y me dice...

-Jayne- Iba a presentártela, pero desde que pasó todo eso no funcionó... ¡Hermana mía, ella es Maitê! Estamos saliendo, es la amiga que Devon quería que conociera, ¿te gusta?

-Maitê- Encantado de conocerte, Jordana. ¡Y me gustaría decir que siento algo muy fuerte por tu hermana!

Jayne, yo... Pero viendo lo feliz que es mi hermana, ¡la apoyo mucho! Es un placer conocerte Maitê, pero sabes que ella dejó una relación que le hizo mucho daño, ¿verdad? ¡Espero que no le haga daño a ella también!

-Maitê- Ya no soy tan joven para cometer errores tontos y tu hermana me atrajo con sus maneras lindas y torpes.

¡Es un desastre! Me río junto con Maitê y Jayne dice;

-Jayne- ¡Estoy aquí! ¡Y no estoy de acuerdo contigo!

Hermana mía, sabes que te quiero, ¿verdad?

-Jayne- ¡Y creo que es bueno!

Nos quedamos hablando y yo estaba de espaldas a la puerta hasta que sentí unos brazos posesivos y familiares que me abrazaban por detrás.

-Devon- Ahora entiendo por qué no contestas a mis 17 mensajes y mis 12 llamadas.... Hola Maitê y hola ex esposa.

¿Tú qué? ¿Cómo has podido? No he oído nada. Cuando cojo el teléfono veo que sin querer lo dejé en silencio y en realidad había 17 mensajes y 12 llamadas de él y en el último mensaje estaba escrito;

-Devon- "¡Espero que estés listo para ser castigado!"

Y ese mensaje que me envió cuando estuvo aquí porque no hace ni 1 minuto que se envió.... Amor, ¿podemos hablar de este último mensaje?

-Devon- Sí podemos, en esa habitación que sabes muy bien que tenemos en casa.

-Jayne- ¿Qué clase de habitación es esa? Se ve bien.

-Maitê- ¡Cariño, no quieres ni saberlo!

Un momento, ¿has estado alguna vez en esa habitación?

-Devon- ¡Es una habitación que le encanta a tu hermana, Jayne! Y sí Amor, ella quería verlo y yo lo dejé así.

-Jayne- ¡Oh, pero ahora yo también quiero verla!

-Maitê- ¡Oh, pero no!

-Devon- ¿Te gusta la sumisión, cuñada?

Nos quedamos allí el resto de la tarde y Jayne tenía muchas ganas de ver mi habitación secreta. Nos reímos mucho de todo el asunto, pero seguía teniendo un Amo que estaba furioso conmigo.

Pude ver en sus ojos que el castigo iba a ser rígido e intensamente excitante.... Sus ojos recorrieron mi cuerpo de una forma que me hizo humedecerme.

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