Mi primer día en la joyería.

Acabo de llegar a la joyería y justo enfrente me espera un chico precioso con la piel del color de un delicioso chocolate, con los ojos del color de la noche y una enorme sonrisa amistosa en la cara. Bart Viegas.

-Bart- ¡Tú debes ser Eloa! Hola, soy Bart Viegas, ¡seremos compañeros de trabajo!

Vaya Bart, eres muy alto. ¡Tengo que levantar la vista para hablar contigo! ¡Pero es un placer conocerte! Te pido paciencia para explicarme todo, ya que no tengo experiencia en el área de limpieza.

-Bart- ¡Será un placer! Ven conmigo, lo primero que te enseñaré es; nunca entres por la puerta principal, los empleados entramos por la entrada lateral, por donde vamos ahora.

Me lleva por un callejón y pronto veo la puerta, por ahí entramos. Miro a mi alrededor y aquí todo es muy claro, hay tonos de jade, oro y blanco por todas partes.

-Bart- Esperaré aquí y tú puedes entrar a cambiarte de ropa. Y dentro del cuarto de baño hay un lugar para guardar tus pertenencias y una llave colgada para guardar en el bolsillo del uniforme.

Entro en el cuarto de baño y veo que aquí todo está bien cuidado. Tiene un perfume agradable y me siento cómoda. Me cambio de ropa enseguida y vuelvo a la pequeña y cómoda habitación, Bart está allí esperándome.

-Bart- Lo que hacemos normalmente es: Llegar una hora antes de que abra la tienda para limpiar la sala principal. Hay que limpiar las vitrinas, los cristales tienen que estar impecables y sin rayas. No te preocupes, las joyas no se quedan ahí, sino en la caja fuerte.

Así que, allí en el salón limpiamos los escaparates, probablemente el suelo y ¿qué más?

-Bart- Paredes, puertas y cualquier lugar que pueda estar sucio. No podemos dejar pasar nada, ¡la limpieza aquí es fundamental! Luego pasamos al baño de los clientes. También es un tipo de limpieza meticulosa. Tú limpias el de señoras y yo el de caballeros.

No creo que sea difícil. Me gusta limpiar, planchar y cocinar. Vengo del centro de la ciudad, prácticamente de aire rural. Cuando acabemos delante, ¿qué más limpiamos?

-Bart- ¡Toda la zona de aquí atrás! Tenemos una cocina y un pequeño comedor, también tenemos dos cuartos de baño con vestuarios y ¡esta habitación! Lugares en los que no se nos permite estar, ¡como entrar en ese pasillo de ahí! Pero en la parte delantera tenemos la cámara acorazada y la sala de creación del propietario de las Joyerías. Como es el primero, tiene un valor sentimental para él y es aquí donde viene cuando quiere crear algo.

¿Y está ahí dentro ahora?_ Bart me mira y con mirada triste dice;

-Bart- No ha entrado desde hace poco más de un año. Sufrió un grave accidente de coche, perdió a su mujer y al hijo que esperaba, y el accidente le quitó las piernas... En cierto modo. Ahora está recluido. Creo que todos tenemos un cierto periodo de duelo y una forma de vivir ese periodo.

¡Qué triste! Lo pondré en mis oraciones en la iglesia. Nadie merece vivir este dolor durante tanto tiempo. También perdí a mi tía, que me crió desde que era un bebé. Mi madre falleció cuando yo era un bebé. Mi tía Eva me crió con amor y cariño.

La perdí hace poco tiempo, pero Dios me está ayudando a superar este periodo de dolor. Ahora... ¡Cambiemos de tema! ¿Por dónde empezamos?

-Bart- Ya he limpiado todo en la sala principal. Así que, ¡vamos a limpiar aquí atrás! Podemos empezar en la cocina y conocerás a la increíble mujer que prepara nuestra comida. Vamos...

Me lleva a la cocina y enseguida oigo la voz de una graciosa señora que canta alegremente. Al entrar en la cocina Bart dice;

-Bart- Grace, ¿estás haciendo mi plato favorito otra vez? -Por el delicioso aroma, ¡creo que sí!

-Grace- Bart, ya sabes que me encanta cocinar, así que por supuesto si tengo todos los ingredientes como los que tengo aquí ¡haré los platos favoritos de todos! Mira qué niño más guapo a tu lado. ¿Cómo te llamas, jovencita?

Hola tía Grace, ¡soy Eloá Simpson! ¡Hoy empiezo a trabajar aquí! El aroma es delicioso, añade un toque de romero, creo que te gustará.

-Grace- -Ángel mío, ¿a ti también te gusta cocinar?_ ¿De dónde vienes?_ ¡Porque las mujeres que conocemos aquí ni se meten en la cocina!

-Bart- ¡Ella no es de la ciudad, Grace! ¡Eloa es del campo! Es una persona dulce, nos encantaría tenerla en el equipo.

¡Gracias, Bart! A mí también me encanta trabajar con vosotros, ¡y este es mi primer día!

-Grace- -¡Tú eres esa joven especial para casarse! ¡Bart, gánate su corazón! ¡Eso sí que vale la pena! No esa Evony de la que te enamoraste.

Me siento raro y termino mostrando el anillo y digo; Lo siento, ya estoy casado. Bart me mira y dice con mirada triste;

-Bart- ¡No sería posible aunque no estuvieras casado! Desgraciadamente, ¡mi corazón ya tiene una amante!

Le veo dirigirse a una puerta, cuando la abre coge el material de limpieza y empezamos a limpiar. Cuando llegó la hora del almuerzo me senté a comer en la cocina con Bart y Grace.

En el refectorio sólo se quedaban los empleados que trabajan en la sala principal, me parecía absurdo que ni siquiera entraran en la cocina a por su propia comida.

Hay 6 empleados y ninguno me trató bien. Cuando pruebo la comida siento el maravilloso sabor y veo que la tía Grace siguió mis consejos de cocina y Bart dice;

-Bart- Huuummm... Grace, ¿por qué es más sabroso que las otras veces?

-Grace- ¡He seguido el consejo de nuestro nuevo compañero de trabajo! Y tenía razón. Eloá, ángel mío, ¡aceptaré más consejos así! Siempre serás bienvenido en esta cocina.

¡Gracias, Grace! ¡Eres una cocinera maravillosa! Todo lo que sé lo aprendí de mi tía Eva, que siempre tenía un huerto de verduras frescas y especias detrás de casa.

Hacen que la comida tenga un sabor maravilloso. Terminamos de comer y cuando fui a limpiar el baño del personal ¡casi me da un ataque! Lo estropearon todo en exceso.... ¡Seguro que lo hicieron a propósito! Pero no conseguirán lo que quieren.

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