Prisionera Del Destino

Esclava de sus deseos

Anochece... por las rejas de un pequeño ventanal, se puede observar el sol ocultándose en el horizonte ... La mujer, amordazada y atada a una desvencijada silla, se halla a la expectativa ...

La puerta de aquella habitación que poco a poco se va quedando a oscuras, se abre abruptamente ... por el umbral aparece un hombre alto, de cabello castaño y ojos azules, su piel es blanca ... lo que más destaca es su fría mirada, sin compasión, desprovista de sentimientos ...

Sostiene una jeringuilla con un líquido azulado ... se aproxima a la mujer, con gesto desafiante ...

Ella lo mira, sus grandes ojos cafés lo escudriñan de pies a cabeza ...es bastante apuesto, y, en otras circunstancias, lo consideraría un muy buen prospecto de hombre ... Él aproxima su mano y con sus largos y delgados dedos sujeta un extremo de la cinta que cubre la boca de la mujer, y lo arranca de un tirón... una sonrisa burlona aflora a sus finos y pálidos labios...

Ella emite un gemido de dolor, pero también se muestra inmutable ... su mirada se torna retadora ... después de unos instante en que ambos se provocan con la mirada, ella se dirige a él para preguntarle:

-Donde está mi hermana?

El timbre suave y a la vez, firme de su voz, remueve algo en el interior de aquel hombre ... una sonrisa sardónica aflora a sus labios ... en los recovecos de su mente quedó plasmado el mismo timbre de voz, más delicado, más sutil ... trae recuerdos que una vez pensó que se hallaban extintos ...

Recorre con su aguda mirada a la mujer ... su piel canela, su largo cabello castaño oscuro, sus carnosos labios ... su ropa esta desaliñada, producto de la pelea que enfrentó antes de ser aprisionada ...

-Soy de palabra, dulzura, no me gusta mentir ni que me mientan ... me gusta ser recíproco...

Ella suspira aliviada, pero aquella sensación duraría poco ... El hombre eleva a la altura de sus ojos, la jeringuilla que sostenía...

-Cumplí mi parte, es hora que cumplas la tuya ...

Ella no responde, tan solo lo mira arrancar de un tirón la manga de su saco, para luego sentir un pinchazo en su hombro descubierto... Un mareo intenso seguido por náuseas y un ardor sofocante en su cuerpo se hacen presentes...

-Unos minutos más, y estarás lista ... mi hermano espera por tí ...

Ella trata de asimilar sus palabras, pero su mente comienza a nublarse ...

-Quien es tu hermano?

-Tu mente es frágil, pero no me molesta refrescártela ... mi hermano es Ethan Sais ...

-No lo entiendo, entonces tu eres...

-Me conocen como Dorian Salvatore, pero esa no es mi verdadera identidad ... y no debes saber quien soy en realidad, eso sería muy perjudicial para mí ...

A pesar del terrible malestar que aquejaba su cuerpo, ella trataba de mantener su mente lúcida ...Dorian Salvatore figuraba en la lista de los más buscados, nadie conocía su ubicación o su rostro, había escapado mil veces de la policía...

Ella, como miembro de la Unidad especial de Intervención y Rescate, estuvo muchas veces tras su pista, pero él siempre buscaba la manera de confundirlos y al final, escapar... y ahora ella se hallaba tan cerca ... sin una sola posibilidad de informárselo a sus compañeros ... pero lo más extraño para ella era enterarse de que Ethan Sais, aquel chico loco y obsesivo, que la acosaba infinidad de veces en su época del colegio, era su hermano ... ella conocía al hermano de Ethan, pero el rostro que tenía ante sí distaba mucho de parecerse en algo al joven que ella recordaba haber visto un par de veces... aquel que se veía tan frágil y a la vez cubierto con una coraza impenetrable, como un muro infranqueable ...

El joven que evocaba en ella un recuerdo del pasado, cuando era niña, y por el cual pasó ocho de sus cumpleaños visitando el mismo punto, con la única esperanza que en algún momento volviera a aparecer en su vida ... el motivo por el cual, ella se unió a la fuerza policial, con la convicción de que, ya que no pudo ayudar en su momento a aquel niño de ojos azules, lo haría por evitarle más sufrimientos a otros niños que se hallaban, al igual que él, en manos de personas inescrupulosas que los alejaban de sus familias y les arrebataban su inocencia, exponiéndoles a peligros y a la peor cara del crimen y la maldad ...

Aquel medicamento inyectado en su sistema continuó haciendo estragos, y sintió su cuerpo ardiendo, como si un volcán estuviera a punto de estallar en su interior... trató desesperadamente de liberar sus ataduras, sentía que si continuaba de esa manera, estallaría en cualquier momento...

-Estás lista, preciosa ... te llevaré con tu nuevo dueño ... mi hermano estará más que gustoso de recibirte en su cama entre sus brazos ... pero no esperes dulzura de su parte, es un sádico desconsiderado... y más tratándose de tí, que te tiene unas ganas locas desde que eran compañeros en el colegio, ¿recuerdas?

-Solo sé que era un cobarde que quiso aprovecharse muchas veces de mí ... y sigue ... sigue siendo el mismo cobarde, por tener que recurrir a una estrategia tan baja ... y depender de alguien más para tenerme en sus manos... exclamaba entre desesperada y jadeante ...

Dorian sacó una filosa daga del interior de su ropa ... se acercó y cortó las ataduras de la mujer, quien trató de ponerse de pie al sentirse libre, pero sus fuerzas flaquearon y cayó de rodillas al suelo ... El la tomó entre sus brazos, ella intentó evitar que la levantara y se revolvió en sus brazos, volviendo a caer al suelo ...

-Beca, deja de oponerte, tu destino es inevitable... le habló, inmutable, mirándola en el suelo ...

-¡Pueden irse los dos al infierno! Primero muerta antes que ser de tu hermano...

-Ten cuidado con lo que deseas, que puede hacerse realidad, preciosa... Le decía sonriente ...

-¡No me importa! .. prefiero entregarme a ti antes que a ese loco sádico! ...

La sonrisa en el rostro de Dorian se borró de inmediato... Beca, quien aún se hallaba tirada en el suelo, comenzó a arrancarse la ropa, producto de la desesperación que sentía... la sustancia que él le había inyectado contenía un afrodisíaco tan poderoso que conducía a sus víctimas a tal estado de angustia, que llegaban incluso hasta a lacerar sus cuerpos con tal del apaciguar su líbido...

Dorian miro con atención cada movimiento de la mujer, quien después de arrancarse la ropa quedó en ropa interior, dejando al descubierto su escultural cuerpo ... cada fibra de su ser ardió en intenso deseo, la levantó y la atrajo hacia sí ... ella, con la respiración agitada, se abalanzó sobre él y buscaba con desespero su virilidad, para apaciguar el ardiente deseo de su ser ...