Me encuentro en mi auto a unos cuantos metros de su cafetería, en mi reloj marca las 20:00pm, la emoción me ha invadido todo el día, y no pude resistirme estar una hora antes, a lo lejos visualizo a Julia moverse con rapidez mientras atiende a sus clientes.
Entro en la cafetería con paso elegante, el murmullo de la gente inunda mis oídos, no soy de los que se siente a gusto con grandes aglomeraciones porque mi instinto asesino se activa, sin embargo, puedo controlarlo.
Julia se mueve de un lado para el otro con ahincó haciéndose dos al mismo tiempo llevando los pedidos a las mesas, acabo de recordar que hoy es jueves, y los jueves la cafetería se llena porque son noches de futbol, sus ojos se clavan en mi entre que se encuentra en el otro lado de la vitrina, mientras todo el murmullo de alrededor continua
--¿Necesitas ayuda?---le pregunto desde lejos
Ella no alcanza a contestar por que unos comensales hambrientos solicitan sus donas, se mueve sosteniendo un plato en sus manos
--¡DETRÁS DE LA VITRINA HAY UN DELANTAL!
Y se mueve con rapidez, me muevo hacia donde me indicó buscando detrás de la vitrina, me despojo de mi chaqueta dejándola a un lado y me remango las mangas de mi camisa dejando mis brazos libres, tomo una libreta con un lápiz que se encuentra a lado.
¿AHORA QUE MIERDA HAGO?
Una de los comensales grita:
--¡Por aquí!
Me acerco a un grupo de chicas que me sonríen coquetas
-- ¿Cuál es su orden?--les pregunto con amabilidad
-- Guapo, nos gustaría unos tés verdes con 4 pancakes de avena-- una de ellas habla entre que enrolla uno de sus mechones con coqueteria.
Asiento anotando el pedido en el papel y me muevo hacia la vitrina para entregarle el pedido a Julia, la cual recibe el papel y segundos después me entrega una bandeja con el pedido, le dedico una sonrisa la cual me devuelve antes de girarme para entregarlo.
Jamás me imagine estar haciendo esto por una víctima. Es que esta víctima no es ordinaria, esta víctima es especial y me encargare que su ritual sea tan placentero. Me acerco a la mesa nuevamente pasando por los gritos furioso de los amantes del futbol. Me inclino para poner el pedido en la mesa sintiendo las miradas lascivas de las chicas sobre mí.
--¿Se les ofrece algo más?
Una rubia contesta extendiéndome un trozo de papel: --Ten…
Alzo mis ojos observándola, ella me mira penetrante jugando con uno de sus cabellos en gesto de coquetería. Le sonrió amable, la miro de arriba abajo analizándola, esta chica seria espectacular para una noche de cacería, a Liam le fascinaría…
Rubia, ojos azules, se nota que es de las mujeres que le gusta arreglarse mucho, su maquillaje acentuado y su ropa cara me lo confirman, a su vez, es de aquellas que le gustan que los hombres la miren sintiéndose como el centro de atención…
Esta mujer seria la presa perfecta para nuestra manada…
No te atrevas a rechazar esta oferta--- me formula mi mente…
Mis ojos se mueven hacia Julia quien de lejos me mira de reojo entre que sirve los pedidos a otros comensales…
¿Qué es lo que veo en sus ojos?... ¿CELOS?
Mis dedos se mueven para tomar el trozo de papel, escribo el número con rapidez.
Eso es--- me halaga mi mente…
Me dirijo a la mujer entregándole el papel con todo el carisma que puedo imprimir
--Ahí lo tienes.
Le sonrió y me giro sobre mis talones. Una sonrisa se me dibuja al saber que …
PRONTO TENDREMOS NUEVA CACERÍA.
Han pasado algunas horas, en mi bolsillo tengo muchos papeles con números de teléfono, suficientes para elegir con mi grupo quien será nuestra nueva presa por algunos meses.
El lugar ya ha quedado vacío, solos hemos quedado Julia y yo, ya hemos hecho la limpieza, ahora solo estamos dándole los últimos toques, minutos después Julia se encuentra cerrando el local bajando la cortina de protección, me acerco a ella para ayudarle, juntos lo hacemos.
Caminamos dos pasos por la vereda, ella se golpea su espalda con su mano en gesto de estar cansada, entre que gemido de dolor se escapa…
¡Mierda, no!
¡ESE HA SIDO EL SONIDO MAS PLACENTERO QUE HE ESCUCHADO EN TODA MI PUTA EXISTENCIA!
La miro contemplándola idealizándola con deliciosos pensamientos en mi mente.
--¿Como fue que llegamos a esto?--pregunta ella entre que la risa la invade.
Nos detenemos mirándonos.
La duda se plasma en mi rostro
--¿A qué?
--Se suponía que teníamos nuestra cita hoy, pero sin querer te arrastre a que me ayudaras como mesero lo que provocó que terminaras con millones de teléfonos en tu bolsillo---dice ella con alegria.
Ambos nos reímos soltando carcajadas como si estuviéramos sincronizados.
Y entonces Julia me agradece con fervor
--Muchas gracias, ahí sola me hubiera vuelto completamente loca.
--No te preocupes, ayudarte ha sido algo que siempre he querido hacer--le contesto dulce
Ella da unos cuantos pasos acercándose a mí, toma mi mano entre la suya tomándome por sorpresa ante tal contacto y me vuelve a agradecer con fervor
--Muchas gracias enserio.
Aprieto sus dedos entre los mío y contesto
-- No hay de que\, siempre a las órdenes--Ella me sonríe con sus mejillas rojas\, musita con picardía: --Creo que te debo una cena…
Miro mi reloj diciéndole: --Aun es temprano, me encantaría aceptar esa cena esta noche.
Ella también mira su reloj haciendo un gesto con su boca como si estuviera pensando, después de pensarlo por unos segundos pregunta --¿No importa a qué lugar te lleve?
Me mira de arriba y abajo contemplando mi traje caro…
Niega con la cabeza
--No mejor dejémoslo para otro día.
Hace ademan de seguir caminando, pero la detengo de su mano
--Llévame a donde quieras-- Ella hace ademan de hablar y negarlo de nuevo, pero yo prosigo: -- Se que parezco de clase fina, y puede que lo sea, pero si es contigo iré donde tú me lleves y comeré lo que quieras comprarme…
Sus ojos se iluminan, se acerca tomando mi mano con una excesiva emoción
--¡BIEN ENTONCES VAMOS POR ESAS HAMBURGUESAS!
Me jala del brazo moviéndose hacia el lugar.
¡¿HAMBURGUESAS?!
Jamás he comido nada de la calle, ni mucho menos nada que no sea cocinado por mi chef personal, pero con tal de tener mi presa complacida, hare cualquier esfuerzo…
Grito tratando de imitar su emoción
--¡VAMOS!
Una gran hamburguesa se encuentra en mis manos, como lo dije nunca he comido cosas que contengan tantas calorías, sin embargo, la sonrisa de oreja de la chica frente a mí me crea un nuevo sentimiento en mi pecho…
--¡Échale el primer mordisco!--Habla con felicidad
Una sonrisa tensa se me forma, me mira expectante
-¡DALE DALE DALE!-- me anima
¡ESPERO QUE TODO ESTO QUE ESTOY HACIENDO TENGA MI RECOMPESA PRONTO!
Le sonrió de oreja a oreja y doy un gran mordisco masticando complaciente, ella sigue mi ejemplo, un gemido de placer me hace saber que disfruta su hamburguesa.
Han pasado varios minutos me he acabado toda esa hamburguesa, mi estomago no le agrada el haber comido esos millones de calorías, pero, en fin, todo es por un bien común.
Caminamos por las calles cercanas a su casa, su risa resuena después de que le dijera uno de los chistes que le he escuchado decir a Liam cuando conquista a sus presas.
Nuestros pasos se hacen lentos al encontrarnos frente a su casa, ambos nos miramos por un largo rato.
VAMOS PRESA, INVITAME A ENTRAR A TU CASA---suplica la voz en mi cabeza.
Ella se rasca la parte posterior de su cabeza en gesto de estar nerviosa, sus labios me dan a conocer que en mente lucha con una idea reprimiéndola.
Se muerde su labio inferior
-- Muchas gracias por esta noche---Me sonríe --Hoy ha sido divertido…
DIVERTIDO SERA CUANDO ROCE MIS MEJORES CUCHILLOS POR TODA TU PIEL--- formula mi mente.
Sin embargo, le contesto afectuoso
--No hay de que, yo también me la he pasado bien hoy.
Ninguno de los dos hace ningún movimiento al no saber cómo despedirnos.
¿DEBERIA ACERCARME Y BESARLA?
No, muy rápido.
¿TAL VEZ, ABRAZARLA?
No James, muy rápido.
¿ENTONCES QUE MIERDA HAGO?
Espera su siguiente movimiento.
Ella solo levanta su mano y la agita de un lado al otro despidiéndose
--Adiós James, que descanses…
Le devuelvo el gesto con una sonrisa llena de afecto
--Que descanses Julia.
Parece que tendré que llamar a algunas de las chicas que me dieron su número de teléfono para sacarme estas ganas.
Abre la puerta entrando en la casa, me giro empezando a caminar para irme del lugar. Sin embargo, su voz me llama
--James…
Me detengo y regreso mi rostro hacia ella
-- ¿Te gustaría entrar?
La emoción me corroe el cuerpo.
Pero antes de que pueda contestarle, una voz frustra mi respuesta
--Señorita Stokes…
Mi rostro se gira hacia la persona, un hombre con uniforme de policía nos observa a una distancia prudente, pero esto no es lo que me sorprende sino porque conozco a la perfección a este individuo.
LIAM,
Mi mejor amigo sociópata nos observa desde la oscuridad…
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