Encuentro con el emperador

Leif se despidió de Cass con un beso en los labios, él la quería de verdad, había estado convenciendo a su padre que permitirá que Cass recibiera cuanto antes su entrenamiento como princesa heredera, era cuestión de tiempo para que su boda se realizara, la fiesta de compromiso fue apenas hace unos meces, pero ella se había estado negando debido a que deseaba adueñarse del territorio de su padre. Al llegar a la cuidad central donde se encuentra el palacio del emperador fue llamado por su padre,

- Su Majestad,

Leif hace una reverencia ante su padre, junto al emperador se encontraba sentada en el trono de emperatriz Katherine; la madre de Edevane, Leif no le tiene respeto desde que entró al palacio por lo que siempre la ignora, su padre tiempo atrás se molestaba mucho por su actitud hacia ella, Katherine le dijo que entre más importancia le diera más hacia crecer el rencor de Leif por ella, así que las cosas siguen tranquilas desde entonces

- Príncipe Leif, supe que has ido al territorio Loughty,

- Así es, su Majestad, fui personalmente a entregar la carta real donde usted ordena que ella comience con sus estudios

- Muy bien, espero que ella esté a la altura de las expectativas

- Ya verá que las superará, ella es muy capas

El emperador le hizo una señal a la emperatriz para que se retire, pues necesita hablar con su hijo a solas, ya que esto está fuera de la etiqueta, es una cuestión familiar, por lo que también los secretarios que siempre estan cerca han salido junto a la emperatriz

- ¿Quiero hablar contigo sobre algo muy importante, se que amas a esa joven, pero ella no muestra mucho interés en ti,

- Ella teme que sea mal interpretada, le gusta seguir la etiqueta siempre,

- Eso habla bien de ella, si llegas a cambiar de opinión hay algunos funcionarios que desean que sus hijas entren como concubinas al palacio

Leif, ya sospechaba que de algo así se trataba, pues su padre no quería que su ahora emperatriz escuche como se refiere a ella

- Con todo respeto a usted padre, pero cuando yo me case con Cass, no meteré a otra mujer, eso lastimara los sentimientos de la mujer que amo,

- Pero debemos tener en cuenta que así podríamos fortalecer lazos con algunos ministros,

Leif odiaba la idea de tener más de una mujer, su madre sufrió mucho con la llegada de la madre de Edevane, aun que ella trataba de no mostrar tristeza ante él, este no era tonto sabía del dolor que su madre sentía, sabe que Edevane no es culpable de eso, pero si su madre hubiera respetado el matrimonio de su padre y éste hubiera respetado su promesa a la su difunta madre está no hubiera sufrido lo que sufrió

- No, esa es mi decisión, si usted desea que entren como concubinas hágalo, pero yo no las recibiré en mi cama

- ¿Cómo puedes ser tan necio? La emperatriz me ha dicho que Edevane recibirá a las cuncubinas en unos días, ella misma las llevará

- ¿Qué se puede esperar de una mujer que se metió en un matrimonio?

- No empieces con eso Leif, te recuerdo que esa mujer es la mujer que amo, la madre de tu hermano, por eso él es mejor que tu porque él si dejo el pasado atrás

Ahí esta nuevamente, el emperador comparando a los dos hermano, Leif entiende que se sienta orgulloso de Edevane, pero cada uno tiene diferentes virtudes,

- Ya he tomado mi decisión, tu sabrás lo que es mejor para todos, pero no esperes demasiado de mi parte

Leif se retiro antes de que su padre dijera otra cosa, tal parece que no quiere ver feliz a sus hijos, pues Edevane también tendrá una mujer a la cual amar y hacerla sufrir como sufrió su madre sería algo triste, con ese pensamiento Leif se fue.

La emperatriz se encontraba ya en su habitación, estaba planeando ir en busca de Edevane, devido a la situación de Leif, lo más comveniente es que él tenga descendencia pronto,

- Mi señora, no cree que el joven... El rey.. Edevane se molestara al saber que llevara a esas mujeres con usted,

- No tiene otra opción, Leif esta por casarse, es mejor que se de cuenta que debe tener un poco más de apoyo, tener a las hijas de esos hombres como concubinas es una buena forma de asegurar su apoyo

Katherine temía por la seguridad de su hijo, sabía que Leif era una bomba de tiempo, por ello había ideado un plan para que Edevane se hiciera la idea de que su hermano estaba en sus contra

-muy bien Majestad, haré que preparen el carruaje para ir mañana mismo

- Recuerda avisar a las dos señoritas, Aliss Jara y Angela Viscalla, deben estar listas para ir

-como usted ordene Majestad

Las doncellas se marcharon par cumplir con los pedidos de su ama. Mientras tanto, Leif se encontraba en su recidencia, observando el retrato de su madre, saber que su amada Cass pudiera sufrir de esa manera le hace sentir mucho dolor

- Madre, prometo que cuando sea emperador haré que se prohíba la entrada de concubinas en en palacio, todas las futuras emperatrices, no sufrirán de la misma manera que tú

- Su alteza, ya tenemos en nuestras manos al hombre que quería

-muy bien, recuerda mantener todo esto en secreto

El secretario de Leif hizo una señal con los dedos indicando que no dirá nada, este era un leal sirviente de Leif, es hijo del secretario de la difunta emperatriz, ambos fueron a los calabozos que se encuentran bajo la residencia de Leif, pocos saben sobre ese escondite, al llegar ahí, ven aún hombre furioso colgado de los brazos,

- Así que he sido capturado por en príncipe Leif, valla esa no me la esperaba, mis hombres han muerto ¿qué va a hacer conmigo?

El hombre se estaba burlando, creía que Leif no sería capas de hacerle algo, la persona que le pagó le aseguró que este es un cobarde que se deja llevar por lo correcto

- Sam, porque no le muestras nuestra sala de juegos, creo que le gustara

No se tomó la molestia de responder las burlas del hombre, pues después de que lo lleven a otro lugar será él quién deba responder sus preguntas

-como usted ordene alteza

Sam tomó él mismo al prisionero de Leif para llevarlo a una sala al final del pasillo de donde están las celdas, para que no se pusiera terco le dió dos puñetazos en el estómago fue arrastrado hasta dicha habitación, ahí había muchas machas de sangre fresca, horas antes habían acabado con los cómplices de ese hombre, este al ver que esta habitación en realidad era una sala de tortura temió por su vida

- Eres un príncipe ¿No puedes hacer esto?

- ¿Tú crees? Yo creo que soy un príncipe al cual intentas culpar de envenenar a su hermano menor

Leif sonrió al ver la cara de sorpresa del hombre frente a él.

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