Pasado

Sintió un enorme dolor de cabeza, los recuerdos de cuando era pequeño llegaron a su cerebro, Dan encontró a la bestia mágica cuando apenas tenía diez años, el animal estaba en una de las trampas para osos de su padre, ya que esos animales eran muy salvajes en presencia de los humanos, trataba de atraparlos para acabar con ellos, su padre le estaba enseñando a cazar, ese día se encontraba solo, escucho ruido cuando salía a revisar las trampas, ahí encontró a un animal muy extraño, no sabía que clase de bestia era, quiso matarla con la un arma que traía con él; un arco, al apuntar al animal este lo miró a los ojos; los ojos color miel de Dan se volvieron de color rojo, un rojo brillante sintió como una aura extraña salía de su cuerpo, era su magia surgiendo, corrió al lago para verse, pues sentía que se había transformado en algo, al ver su reflejo se dio cuenta de que tenía cuernos y alas, igual que aquella bestia

- ¿Q-que me está pasando?

Se preguntó muestras se veía con horror, debía ser producto de su imaginación, cerró y abrió los ojos una y otra vez, pero se seguía viendo igual

- Soy un monstruo

Comenzó a llorar, entonces el animal habló,

- No eres un monstruo, eres un hombre bestia,

- T-tu, puedes... Hablar...

Dan retrocedió, olvidado que el lago estaba tras él, entonces resbaló y cuando creyó que caería al frío lago, las alas lo elevaron un poco evitando la caída

- Eres muy joven para comprender, si me sueltas te lo puedo explicar con calma

Dan estaba algo fascinado por la sensación de poder volar, no fue sino hasta que el animal habló nuevamente que regresó a la realidad

- ¿Cómo sé que no me harás daño?

- La trampa que han puesto es de humano, yo también soy un cachorro, aún no he despertado mi poder por completo, por lo que me es imposible soltarme por mi mismo, si me sueltas yo te seré leal hasta el último día de mi vida

Dan no dudó ayudó al animal a liberarse y entonces una marca en la cabeza del animal se grabó al igual que en el dorso de su mano, era la marca de lealtad que los unió de por vida,

- Ahora dime ¿qué soy? ¿Por qué tu frente brilla y mi mano también?

- Eres hijo del dios de las bestias y ahora yo soy tu animal mágico gracias a que me ayudaste y juré mi lealtad a ti, soy Sue

- Eso no es posible, mi padre está muerto, él era un hombre normal, sin un título de nobleza, aunque era muy rico, según mi madre,

- Él no necesitaba esos títulos, él ya era un dios, tú eres su único legado, ni tu madre sabe quién eres, nadie, absolutamente nadie sabe cómo ha muerto tu padre,

La bestia explicó cómo ocultar su apariencia de los demás, pues nadie en el mundo sabe de su existencia, solo las bestias mágicas, también le explico que él fue en su búsqueda, ya que necesitaba despertar su poder antes de los once o perdería la magia y sería un humano cualquiera, así los dos se hicieron amigos, Dan lo mantenía oculto y lo transformaba en caballo para que nadie lo intentará cazar por sé un bestia mágica, cuando estaban ocultos se transformaban y volaban juntos por la noche y en la mañana volvía a ser normales

...

Dan abrió los ojos se dio cuanta que el animal lo seguí observando,

- ¿No vas a hablar? Sé que puedes hacerlo

- Esperaba a que recuperarás tus recuerdos, no quería espantarte

- ¿Sabes quien soy?

- Sí, eres Jovani, vienes de otro mundo, eres una de las reencarnaciones de Dan, yo fui quien te llamo y te transportó al cuerpo original de Dan

- ¿Por qué?

- Dan murió gracias aun pócima mágica a la cual su cuerpo no pudo resistir, su magia; tu magia es inmune a los venenos, eso no significa que no tengas debilidades, tienes una, sí nos has encontrado tu alma gemela el veneno de las orquídeas rubí puede matarte,

Dan se rascó la cabeza con pesar, pero noto los cuernos saliendo de su cabeza, sus ojos se abrieron, los tocó por unos segundos, entonces se dio cuantan de las dos extremidades extra en su cabeza

- Tengo cuernos...

- y alas

Su amigo hizo un espejo con magia para que se pudiera ver en él, nuevamente se sorprendió como en su recuerdo, pero esta vez fue un poco diferente esta vez estaba encantado

- Esto es genial ¿no lo crees?

- Supongo que debo enseñarte todo otra vez, la primera vez aprendimos juntos, esta vez yo te enseñaré

- Muy bien, ahora necesito cambiarme, esta armadura es pesada, vamos Sue, guíame a nuestra guarida

Dan trataba de volar cerca del suelo en lo que se acostumbra a usar las alas, no sería tan tonto para volar alto y después perder el control y caer, no morirá, pero si dolerá bastante. Llegaron una cascada, tras ella había un pasadizo que guiaba a un bosque, ahí había una cabaña donde dan tenía lo necesario para vivir unos días, a veces cuando su padre y madre salen como esta vez prefería ir a pasar los días con Sue, pues Cass, era muy desesperante y lo trataba mal, lo mejor era estar lejos de ella, había días en que Sue sé transforma en humano para practicar con Dan, así se hizo muy bueno en combate con espada, magia y cuerpo a cuerpo, pues Sue ya ha llegado a la mayoría de edad y su cuerpo es como acero no se puede herir con nada, y como está unido a Dan, si este muere Sue también, por más que Dan recibiera daño de Sue no le podía pasar nada por la misma marca, así que peleaban como sí quisieran acabar el uno con el otro, mientras caminaba por ese lugar fue recuperando cada uno de esos recuerdos.

- Tengo una duda, sí estamos conectados ¿Por qué no moriste cuando Dan lo hizo?

- Antes de que él diera su último aliento, uso la magia que le quedaba y realizó un hechizo, el cual yo terminé, por eso te dije que había sido yo quien te trajo, con algo de ayuda claro

Sus dudas estaban siendo aclaradas por Sue, fue difícil, pero debía ser pasiente y tratar de acoplarse a esta nueva vida

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