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Luego de algunos minutos de quejas y discusiones Serena y Vega lograron pasar a la sala principal del palacio. Sin dudas el castillo de Petra es uno de los más grandes y hermosos del mundo,posee un jardín extenso lleno de plantas que le dan más color y vida,hasta agregaron un laberinto de piedra tallada con unos símbolos bastante inusuales.

A su vez hay establos con los caballos más hermosos y rápidos de todo el reino dispuestos para ser usados por los soldados que protegen el lugar,los puestos de protección y guarniciones de soldados están distribuidos alrededor de todo el castillo. También se encuentran unas estatuas de piedra con diversas armaduras y armas que van desde espadas hasta martillos gigantes pero las más imponentes son las estatuas que poseen unos escudos gigantes que bien podrán aplastar 1 casa entera. 

Para Serena esa decoración siempre fue algo exagerada pero bueno, la gente de la realeza puede llegar a ser muy extravagante.  La sala principal consta de pisos de mármol blanco brillante,algunos muebles con copas de plata y varios cuadros con la imagen de los antiguos reyes posando.

—Deben inclinarse ante el Rey y la Reina.

Sobre unos escalones de mármol blanco se encuentran 2 tronos de oro muy costosos,una cortina de terciopelo negra descansa en la parte trasera terminando de complementar la decoración del lugar. 

—Serena,Vega me alegra verlas aquí—. Frente a las nombradas apareció una hermosa mujer de cabellos rubios y ojos verdes brillantes. Pese a tener unos cuarenta o cuarenta y cinco años Lilineth tiene una piel tersa y suave la envidia de cualquier mujer.

Lilineth usa un vestido color verde esmeralda que combina con sus ojos,la tela del mismo es tan delicada y costosa que nadie más que ella podría costearlo además de las pequeñas piedras que adornan el escote.

—El gusto es mío,Mi Lady— Vega rodó los ojos al escuchar el tono de voz galante que uso su capitana para dirigirse a la reina.

—Ya basta de tonterías. Las mandamos a llamar por qué tenemos una misión para ustedes—; por primera vez hablo el hombre sentado en un lado de la rubia el cual luce molesto. El rey Louis II es un hombre bastante imponente

,suele usar una especie de armadura de oro y una espada.

—Tienes razón,la misión que tenemos para ustedes consiste en ir en busca de un mapa.

—¿Un mapa?

—Asi es, deben viajar a Cartago. Para ser más específico a Túnez y encontrarse con Phillip Fargo. Él les dará el mapa.

Al oír ese nombre las mujeres se pusieron tensas. De todas las personas en el mundo tenían que ir en el encuentro de esa.

—Se que esto es difícil para ustedes. Pero no confío en nadie más para lograrlo además ya no puede dañarlas.

—No debes darles explicaciones. Tienen que cumplir con la orden y ya.

—No se preocupen sus altezas,lo haremos. Tendrán ese mapa en dos días—.  Al terminar de decir eso Serena bajo la cabeza sin siquiera verlos a los ojos. La Reina la miro con culpa.

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Al regresar al barco la castaña azotó el escritorio con fuerza dejándolo aún más cojo.

—¿Estás bien?.

—¿Cómo voy a estar bien?,Vega ya sabes lo que siento cuando escucho hablar de ese hombre.

—Lo se,yo me siento igual. Pero una orden es una orden. Nuestros sentimientos no importan aquí—. Al decir eso le tendió el sombrero  que Serena arrojó al suelo cuando llego. —Nuestra capitana debe ser fuerte y hermosa— le dijo mientras le sonríe con calidez. La castaña se quedó en silencio por unos segundos hasta que suspiro rendida.

—Eres imposible,Vega. ¡Vamos a Cartago!.

—Como no eres hermosa solo te queda ser fuerte.

—¡Maldita seas!.

Serena y Vega comenzaron a corretear por la cubierta el barco.

—¡¿Ustedes que esperan?!. ¡Pónganse a trabajar,no les pago para que anden de haraganes!— el resto de la tripulación puso manos a la obra para poder emprender su nuevo viaje.

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