Atracción.

El ambiente dentro del auto es un poco incómodo debido al silencio que reina, aunque de cierta manera no me molesta, al contario me agrada, pero decido romperlo para no desaprovechar la oportunidad que tengo frente a mí.

- ¿En qué barrio vives Isa?.

Parece que algo en mis palabras le causa cierta incertidumbre, debido a que me mira con extrañez.

- ¿Pasa algo?. - pregunto un poco confundido.

- ¿Isa?, creo que te equivocas con mi nombre, me llamo Elizabeth no Isabella.- me aclara.

Ja, ja, ja, es en serio que esto la tiene extrañada, definitivamente es alguien única.

- Tienes razón, pero si piensas con detenimiento Isa puede salir del nombre Elizabeth.- parece pensarlo por unos momentos para después darme la razón.

- Es verdad, no lo había pensado. - se disculpa un poco apenada.

- Ahora ya lo sabes. - digo entre risas.

- ¿Pero por qué Isa?, todos mis conocidos me llaman Eli - pregunta curiosa.

- Mm, puede ser que quiero ser alguien que te llame diferente, que cuando diga tu nombre me recuerdes.

Creo que mis palabras le sorprende, puedo asegurar que no esperaba esa respuesta de mi parte.

- Comprendo.- me afirma un poco pensativa aún.

- Ahora me podrías dar la dirección, no se a donde llevarte si no me dices.- digo burlonamente.

Al ver su cara sonrojada de la vergüenza no aguanto mis ganas de reírme de ella.

- Al barrio la cascada del recinto el bosque, pero te agradecería que me dejaras una cuadra antes.

Su petición me parece muy extraña, porque alguien en las altas horas de la noche querría quedarse lejos de su casa.

- Puedo saber el porqué?.

Observo como se debate entre decirme o callar.

- Si es muy complicado no tienes porque contarm...- soy interrumpido.

- Salí de mi casa sin avisar.- confiesa.

De cierta manera me impacta sus palabras, no tiene la apariencia de hacer algo por impulso, así que concluyo que debe tener sus razones

- Entiendo, pero solo con una condición.- la miro fijamente.

- ¿Cuál?.- pregunta nerviosamente.

- Solo si te veo entrar a tu casa sana y salva, puede hacer lo que pides, ¿trato?.

Debo ir muy despacio con ella si no quiero espantarla.

- Mm, ok.

Luego de unos minutos llegamos a su destino y esta no pierde el tiempo para bajarse del coche, pero antes que lo haga la detengo, atrayendo su total atención.

- ¿Ocurrió algo?. - dice al mirar mi mano aferrada a su brazo.

- No nada, solo que quería ver si llevabas todo.

¿Qué cobarde soy?, no sé por qué no le pedí su número de celular.

- Si, gracias por todo y que tengas una buena estadía en la ciudad, Marc- se despide sonrientemente de mí.

Una sensación amarga queda en mi boca al verla marcharse, tengo el presentimiento de que esta chica se ha llevado consigo mis pensamientos. Después de comprobar que ha entrado a su casa seguidamente, dirijo mi vista hacia Antonio, el cual ha estado pendiente y analizando la situación desde la discoteca.

- ¿A dónde nos dirigimos?. - pregunta.

- Vamos a la mansión.- le ordeno.

Este rápidamente cumple mi petición y nos dirigimos a la mansión, definitivamente hoy fue un día algo complicado pero a su vez maravilloso, conocí a una persona muy hermosa digna de todas mis alabanzas, la cual pienso hacer mía cueste lo que cueste.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

*** Elizabeth***

Al entrar a la discoteca me sentí un poco incómoda, definitivamente este no es un ambiente en el que gustaría estar, solo lo hago para complacer a mi amiga. Al principio nos dirigimos a una mesa, pero esta parece reconocer a alguien y lo empieza a interrogar para luego venir hacia mí.

- Eli, sígueme que me hermano se encuentra aquí.- me informa.

Así que eso se trataba todo esto, sin objeciones me dejo guiar hasta un salón VIP, el cual se ve a simple vista muy elegante; sabía que su familia tenía dinero pero no tanto. Está al estar frente a la puerta entra sin tocar o anunciar su presencia, un poco malhumorada se abalanza sobre su hermano, el cual la abraza y la saluda para dar inicio a una discusión, un sentimiento de incomodidad comienza a recorrer mi cuerpo, tengo la sensación de ser observada por alguien, así que no pierdo el tiempo y me dispongo a comprobarlo, para encontrarme con un par de ojos azules, los cuales me desvisten el alma; me obligo a mantener la compostura e ignoro su mirada.

Unos momentos después parece que Rafael se da cuenta de la situación y decide presentarnos; se llama Marc Salvatore, su nombre le hace justicia a su belleza, es un hombre muy guapo, su cabello y cejas son tan negros como una noche oscura, sus ojos azules son como dos hermosas perlas, sus facciones bien definidas, su barba le termina de aportar ese toque de masculinidad y sus músculos bien marcados y trabajados lo hacen parece a un dios griego.

Me siento un tanto alejada de este y esto debido a la petición de hermano de mi amiga, la verdad es que este hombre emite una aura de poder y superioridad, por lo que decido no molestarlo y mantenerme lo suficientemente alejada de él, lo último que necesito son más problema, luego de un momento Vero comienza a pelear con Rafael, debido a que sea segura que este estaban reunidos con mujeres de la vida fácil, cosa que a ella le molesta demasiado. Lo que provoca que su amigo tenga que intervenir para poder calmar la situación, su voz de cierta manera me resulta conocida pero por más que me esfuerce para recordar me es imposible.

Posteriormente de controlar los ánimos, los presentes empiezan a pedir sus bebidas y mi inexperiencia sale a relucir, por lo que no tengo más que otra que pedir una recomendación de alguna bebida con bajos niveles de alcohol, cosa que Marc no duda en aconsejarme, pero parece no convencerle su elección a Vero, debido a que lo contradice y me pide otra bebida. Luego, de un tiempo el mesero regresa con nuestro pedido y empezamos a beber, hablar y divertirnos

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