Mirada

(Narra Luna)

Me sentía tan confundida porque me sentía tan extraña , sus ojos me decían que el me ayudó, pero y el otro chico, al principio me dió seguridad la imagen del hombre guapo frente a mi, después lo ví a el, que era aún más guapo, pero no entendía nada de ésto lo observé con cuidado y por un momento me tranquilice, no me haría daño al menos por ahora.

Cocinaba muy bien, extrañamente el sabor de esa comida me hizo sentir tan cálida, recordé una voz dulce y familiar, aunque ahora no sabía si era un recuerdo o era algo que me estába imaginando, camine por la habitación mirando con cuidado cada parte de ella.

Me mire frente al gran espejo, observé con cuidado mi cara y note los rastro de sangre en ella y mire que el escaso vestido estaba roto de algunas partes , seguí caminando por la habitación, mire una ropa en el buró, me acerque y me di cuenta que era demasiado grande, era de el, pero me serviría, además no creo que a él le importará si yo la usaba, la tome y pude ver una foto.

La foto era de el ,una chica de aspecto asiático besaba su mejilla, era hermosa, así que ese miserable tenía esposa o novia y venía aquí queriéndome tocar, no había conocido hombre tan sínico en mi vida, accidentalmente tire el cuadro y este se abrió, me alegre de que no se rompiera, tome la foto y al voltearla observé sus nombres escritos "Sayumi + Caleb " después símbolos japoneses que no entendí, acomode todo y me dirigí al baño, entonces su novia era Sayumi, no entendía porque me sentía molesta.

Me metí al baño era tan grande y espacioso, en mi hermoso México nunca ví un baño así, me quite con cuidado el vestido y mire cada parte de mi cuerpo en el gran espejo, ya no era una niña y aveces sentía que eso me molestaba, había tantas cosas que no recordaba pero fue el tiempo en que más feliz fui, aveces me sentía que añoraba las cosas que no podía recordar, me bañe con cuidado, cerré los ojos en la tina, el agua tibia lograba hacer que mi cuerpo descansará, el golpe del accidente me había dejado adolorida pero ahora me sentía tan cómoda.

No me di cuenta cuando fue que la puerta se abrió, me encontré con la mirada preocupada del Caleb, que paso por su mente, que había desaparecido, como si no supiera que estaba encerrada en esta cuatro paredes, el me observó y yo cubrí mi pecho con mis manos.

Caleb: perdón no quise asustarte

Luna: Largo, vete de aquí maldito pervertido, sal de aquí

Caleb: No, No es así me asusté pensé que algo te había pasado, pensé que Le..

Luna: Termina la frase que pensaste acepta que eres un pervertido.

Su rostro se envolvió en un rojo intenso, pude ver en su mirada una pizca de deseo, tome la toalla y me seque rápidamente, me puse la gran pijama y con la toalla amarre mi cabello, mire mi herida en la cien, con cuidado limpie la sangre, necesitaba curarme de nuevo, me observé y me sentí un tanto tranquila, sali y me encontré con la escena mas extraña de mi vida.

Caleb usaba un pants pero llevaba solo una playera de tirantes, podía ver su musculoso cuerpo, retuve la respiración y camine al espejo, tome el cepillo y con cuidado empecé a cepillar mi cabello, el me observó en silencio hasta que lo sentí a mi lado, lo observé y este me hizo que me sentará en la orilla de la cama.

Caleb: No te asustes, solo te voy a curar, trataré de no tardar y no quiero que me malinterpretes, soy un hombre no una bestia, así que deja que verme como si te fuera a comer.

Luna: deja de actuar como un corderito, eres un lobo, lo suficientemente engañoso para mentirme.

Este me ignoro y con cuidado limpio la herida, puso un pequeño parche y dejo que yo pudiera respirar, tenerlo tan cerca y su ropa hacían que su olor perpetrara con fuerza mis fosas nasales, me sentía entre extasiada, era un olor delicioso, pude ver su mano recorrer mi mejilla, sentirlo tan cerca me dejó muda y en un abrir y cerrar de ojos pude sentir sus labios besándome, no pude evitarlo, sentí como era lanzada a la cama y lo ví, era la primera vez que veía algo así en mi vida, podía notar su gran erección, ese hombre denotaba gran virilidad, pero tan pronto sentí su cuerpo sobre el mío y sus labios besando mi cuello mire la foto, los ojos brillantes de la chica me hicieron sentir mal, no era esto lo que yo quería, aún que sintiera mi cuerpo demasiado caluroso no me dejaría llevar, no era así y nunca sería la otra.

Con mis manos empuje a Caleb, este me miró extrañado, mis mejillas se llenaron de lágrimas y la voz que salió fue de dolor o de molestia.

Luna: Déjame eres un ser miserable, alejate, déjame- dije gritando y sollozando

Caleb: De que hablas, desde ahora eres mía, yo te encontré, deja de negarte, sabes que tu cuerpo reacciona a mi

Luna: Lárgate, Sayumi estaría decepcionada de ti, cómo puedes hacerle esto

Caleb: Cómo sabes de Sayumi y porque dices eso, tu no la conoces y no sabes lo que a ella le gustaría o no.

Luna: pero si yo fuera ella odiaria que mi esposo estuviera tratando de tomar a otra mujer que no sea yo.

...

(Narra Caleb)

Sonreí, estaba celosa de mi hermana, cómo podía siquiera hacer que yo me fuera, eso me hizo sentir más que orgulloso, la hermosa chica bajo mi, no me odiaba, así que hice lo que mi cuerpo me pedía, aprisione con fuerza sus labios y con mis manos sus muñecas tenerla así debajo de mi no me dejaba pensar con claridad, a como pude quite la pijama que usaba, ella renegaba pero podía ver su cuerpo reaccionando a mi piel, la deseaba tanto que no podía esperar más

Cada toque de mi mano en su piel me hacía querer tocarla más y más, separe sus piernas y con cuidado empecé a adentrarme en ella, mi miembro tocó con pared, sonreí ampliamente, cuando esté quitó la barrera que me impedía entrar, me sentí tan orgulloso, ella era virgen y en mis manos la hermosa niña se había convertido en mujer, pude ver su rostro cubierto de lágrimas y mi corazón dió un vuelco, me sentí mal, tan feo se había sentido, la había forzado a estar conmigo o por qué lloraba, seguía moviéndome,no podía detenerme y sin pensarlo termine, pude sentir como su cuerpo también lo hizo pero en mi mente no podía olvidar sus ojos de dolor, salí con cuidado de ella y la observe, estaba callada, tome mi pantalón y con rapidez me lo subí, la mire de arriba a abajo y me sentí un ser vil.

Caleb: Perdóname, fui un miserable no debí forzarte de esa manera.

No dijo nada y mu corazón se estrujó, no espere a su respuesta y con la cara llena de vergüenza salí, cómo había hecho eso, mi madre estaría decepcionada, ella me dijo que nunca debía de forzar a una mujer a estar conmigo que eso era de seres viles y miserables, yo ahora era una escoria y mi madre se sentiría decepcionada si lo supiera

"Hay Caleb, no esperaste "

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