Luz

(Narra Luz)

Estaba tan feliz, por fin volvería a ver a mi hermano, bueno técnicamente no lo era, pero de alguna forma lo era, ver a mi padre y mamá Ann era tan hermoso pero también extraño, ellos me habían cuidado y amado como si yo fuera su propia hija, mi mamá era tan amorosa con nosotros, siempre lo fue pero por más que lo intentará no podía olvidar que ella no era mi madre, ni el mi padre, su sangre no corria por mis venas.

Yareik era el mejor hermano del mundo, tan cálido y protector, el mejor de todos, pero algo que siempre me hizo sentir molesta fue el hecho de que me alejaran cada vez más de el, todo después de la desaparición de Emma y su muerte afecto de alguna manera a mamá, sabía que ella aún no creía que Emma murió, pero todos lo escuchamos, no había más pista de ella que un auto calcinado, en la ciudad de México.

Suspiré frustrada al recordar los días ojos de mamá, me amaba, lo sabía, pero podía sentir en momentos que detras de esos ojos llenos de amor se ocultaba la preocupación de una madre, por qué no aceptaba que mi hermana murió, porque año con año y cada mes íbamos a México a buscarla, sabía que mi padre apoyaba a mamá y que el amor que sentían era tan grande como para no perder la esperanza, de alguna manera sentía que aveces era una extraña, así que cuando mamá me dió la oportunidad de regresar junto a Yareik, acepte sin chistar.

Mientras caminaba con tranquilidad por la calle recordé hacía varios años atrás, la hermosa mirada de Emma, era tan parecida a mamá que aveces me daba un poco de envidia, pero papá me mostraba una foto de mi madre y yo era igual a ella, su amor me hizo la mujer que era ahora, tenía apenas nueve años cuando Emma desapareció y eso cambio muchas cosas.

Pero nunca olvidaría a mi hermana, sabía que ella había muerto pero su hermosa sonrisa hacia que todo fuera mejor, cómo pudo pasar esto, porque alguien que habíamos visto varias veces, que conocíamos había escapado llevándose a mi hermana.

Mire varias personas y a lo lejos una sonrisa me hizo voltea, era tan similar, el sonido del auto de los hombres de padre me hizo volverme, habían llegado por mi para que fuera al aeropuerto, voltee buscando a la sonrisa similar, pero no estaba había desaparecido.

Me encontré con el rostro sorprendido de mi padre y la mirada cálida de mamá, siempre desde que tengo memoria deseo encontrar algo así, un amor así de fuerte, se que se conocieron cuando eran jóvenes y que papá no pudo evitar enamorarse de mamá, que se casaron y que tuvieron a Yareik, que mi madre era amiga de Ann y que no tenía papá, que mi papá era Alan, siempre pensé que papá era mi padre biológico y que mamá lo había perdonado por el gran amor que sentía.

Alan: Que pasa pequeña?

Luz: Papá, ya no soy una pequeña.

Ann: Querida tu eres nuestra pequeña

Luz: Mamá, no lo soy, recuerda que tú pequeña era Emma, yo no soy Emma, soy Luz.

Alan: Luz, respeta a mamá, sabes que ese tema es difícil, nosostros te amamos y no debes actuar de esa manera o consideraré que esa rabieta de niña, para no dejarte regresar con tu hermano, ya son varios años debes actuar como una adulta, tienes 22 años.

Luz: Dos, me llevas al aeropuerto antes de que papá y mamá me retengan de nuevo

(Narradora)

La mirada de Alan era de seriedad, Luz era un enigma, tan cálida aveces y otras más fría que un iceberg, la mirada de Ann estaba en el suelo, el corazón de Alan se estrujó, más de 22 años juntos y no podía dejar de preocuparse a cada momento por ella, el daría su vida por ella, eran tan felices hasta el trágico día, porque ellos, porque su hermosa Emma, era una copia de su hermosa madre, porque siempre ellos, fue una temporada difícil, el hecho de encontrar el auto calcinado hizo que su corazón se rompiera, su princesa pequeña había muerto, pero Ann no lo creía, nunca lo acepto y hasta cierto punto el la entendía, lo único que quedó fueron cenizas.

Sin embargo sintió que Ann tenía razón, algo no cuadraba, es por ello que cada cosa que Ann quiso hacer para encontrar a su pequeña el la apoyo, el nunca la dejaría sola y así pasaron los meses y los años y después de tanto estaba empezando a perder la fe, pero Ann estaba llena de ella y contra eso el no podía dejar de creer.

Alan asíntio y se dirigieron al aeropuerto, era el momento de dejar que Luz volará, su madre hubiera deseado que así fuera, además sería mejor para Luz estar alejada de su mamá, Ann la quería y mucho, era su hija pero era algo que Luz no entendía, siempre se sentía como la sombra de Emma a pesar de que Ann siempre la quiso igual.

Luz beso a su padre y así madre con una sonrisa en el rostro, estaba ansiosa por regresar con su adorado hermano y podría ver a sus guapos primos,.que técnicamente no lo eran, sonrió ampliamente mientras su madre le daba su bendición y camino tan rápido por la sala de espera que un hueco en el corazón de Ann y Alan se formó, era la primera vez que estaban separados y era un tanto difícil para ellos la despedida.

Alan: Tranquila amor de mi vida, ella estará bien, es fuerte y muy inteligente, la educaste bien cariño, eres una gran madre.

Ann: Lo se mi amor, es solo que aveces me da miedo que le pase algo, sabe que la amo demasiado, no quiero perderla al igual que a Emma.

Alan: No la perderás, no es tu culpa que esa mujer se llevará a Emma,tu no hiciste nada amor, se que pronto la encontraremos y que ella será igual a ti.

Ann: Es lo que más deseo, que mi familia este junta de nuevo, sabes que en mi corazón la siento viva, la siento cerca, es algo que me dicta mi ser de madre y yo nunca me cansaré de buscarla.

Alan asíntio, abrazo a su mujer y suspiro, habían pasado muchos años y ella seguía tan esperanzada, su corazón se rompía cada vez que había una pista y terminaba llevándolos a ningún lado, eso solo hacia que su pequeña llorara y que se sintiera triste, porque era como si se hubiese desaparecido su princesa, ella era una de sus razones por las cual vivir pero su desapareció y su aparente muerte lo habían destrozado, solo Ann, Yareik y Luz lograron hacer que su fuerza volvieran, entonces el debería de ser más fuerte y gastar todas sus fuerzas hasta encontrarla, aunque sintiera que era imposible.

Ann: Sabes que te amo con todo mi corazón, tu me has hecho tan feliz, siempre protegiéndome y amándome.

Alan: Te amo demasiado, aún puedo recordar tus hermosos ojos ese día, estabas tan asustada y mi corazón no pudo dejar de latir con fuerza, eras tú y siempre serás tu.

"Una princesa que Desapareció o Murió"

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