Comprá

(Narra Isabella)

No supe cuánto tiempo pase en la camioneta, estaba nerviosa y me sentía asustada, tal vez habían pasado horas o minutos no supo bien, seguía un poco aturdida por el balanceo, después de un rato la camioneta se detuvo, la puerta se abrió y las bajaron, estaban vestidos como guardias, fueron llevadas a un gran avión no era muy lujoso, voló durante seis horas, lo supo porque el reloj que colgaba en la parte alta de la entrada.

Cuando nos bajaron del avión era de noche, la ciudad me pareció tan extraña, se veía tan lujosa, ya no estaba en mi amado país, lo entendí cuando ví a la gente, que nos ignoraba al pasar, fuimos llevadas en camioneta a lo que parecía era un hotel lujoso, Erik y Victor seguían con nosotros, nos llevaron a una suite y nos vistieron con ropa elegante, extrañamente solo yo vestía de blanco, fui separada de los demás.

Entramos a un especie de restaurante, estaba completamente lleno, hombres y mujeres observaban, todo ellos vestían elegantes y estaban cubiertos de máscaras, no sabía porque me sentía aún más nerviosa.

Nos paramos en fila, el presentador empezó a hablar con seguridad, se veía elegante y extraño a la vez

Hombre: Damas y caballeros, sean bienvenidos a nuestra subasta Estelar, yo me llamo Joel y yo seré su presentador está noche, dependiendo de la calidad del producto será el valor.

Nos llamo producto, me sentía tan extraña, había muchas más mujeres y hombres que estaban frente a mi, solo había dos chicas más vestidas de blanco, el presentador nos miro y siguió hablando.

Joel: Veo que las piezas son magnífica empezaremos la subasta con este chico, es de piel claro, miren su cuerpo perfectamente esculpido, es joven y viril, empezaremos con 90,000 quien ofrece más?

Un grupo de mujeres aumentaron el precio hasta que una de ellas gano, una mujer mayor con aspecto desagradable, los guardias a su lado llevaron al muchacho con ella y está lo beso, ante la mirada de desagradable y de asco del muchacho, quien fue golpeado por uno de sus guardias y estoy hizo que el muchacho tuviera miedo de actuar y dejo que la mujer lo tocará.

Se veía que eran personas poderosas que tras la máscara ocultaban su verdadero rostro, una a una las mujeres frente a mi fueron desapareciendo y no supe en qué momento me perdí en mis pensamientos cuando me di cuenta que estaba sola y era conducida al centro del lugar, fui subida a una especie de mesa y obligada a ponerme de pie, el horrible vestido blanco era casi transparente y ropa interior que llevaba apenas y me cubría, estar en medio me hacía senti como un objeto, observando por todos esos ojos que me causaban repulsión.

El presentador se acercó a mi, olía a perfume, era como a canela pero en vez de parecer delicioso me daba asco, se paró a mi lado.

Joel: está es nuestra última pieza, es preciosa verdad

Paso a mi lado y me hizo girar, sentía como si fuera un juguete el cual todos quisieran causarme daño, me sentía incomoda.

Joel: Ella es una de nuestras piezas especiales, completamente nueva, hermosa y su cuerpo es perfecto, quien quiere comenzar la subasta con 300,000

Sentí como si todo girará a mi alrededor no podía pensar con claridad, era como si estuviera mareada y lo último que escuché fue.

Joel: Vendida al maestro...

Después de eso una completa oscuridad.

(Narradora)

Un hombre de traje negro, un guardaespaldas cargo a la jóven inconsciente con cuidado, tras de el el hombre de máscara negra y ojos azules lo seguía, caminando con detenimiento, era la primera vez que compraba, esa chica le llamo la atención.

Aunque ahora que la observaba con detenimiento se veía aún más hermosa, con su cabello castaño callendo por su rostro y los ojos cerrados, además quería ser el quien la tomara por primera vez, está vez sería mejor.

Subieron a la camioneta negra y fue llevado a su mansión, se quitó la máscara y su atractivo rostro sobresalió, cuando llegaron el tomo a Isabella en sus brazos y mientras caminaba pido sentir el sensual cuerpo golpeando con su pecho, su erección se hizo notar, camino con rapidez, subió la escalera y la llevo a su dormitorio, ahí nadie lo molestaría, acomodo a la jóven en la cama y con cuidado con las sábanas amarro su pierna a la cama, así no trataría de escapar.

Quitó el traje aburrido y camino directo a la ducha tenía muchas cosas que hacer, por ahora la chica tendría que esperar, además no iría a ningún lado.

El sonido de la ducha hizo que la jóven abriera los ojos con cuidado, asustada observo la habitación, estaba finamente decorada, olía a menta fresca. Observo con cuidado cada parte de la habitación y lo que más le sorprendió fue el ver el traje negro en el suelo y las lágrimas bajaron por su mejilla ahora el miedo le invadió, quien la había comprado, ni siquiera lo había visto, el miedo le había invadido y se había desmayado torpemente y ahora estaba en manos de quién sabe quién y lo peor de todo quien sabe dónde.

La puerta del baño se abrió y la habitación se llenó de un olor a madera, no era desagradable pero lo que más le sorprendió fue el joven que salió del baño, ella seguía acostada observando, el estaba volteado y solo podía distinguir su ancha espalda de la cual corría gotas de agua y como su mano movía la toalla en su cabello.

Lo observó con detenimiento, vio como este se vistió y salió, sin siquiera ponerle atención, ella suspiro aliviada, al menos si comprador no estába ansioso por reclamar su comprá, era su oportunidad para escapar, cuando trato de levantarse pero no pudo su pie estaba ajustado a una cadena afelpada que la única a la cama, ese ser vil no la Hina a dejar escapar tan fácil, suspiro frustrada y empezó a sollozar de nuevo, era prisionera en una gran habitación en espera de que su carcelero fuera a reclamar su comprá

"Quien te compro Isabella"

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