Shun miró hacia la alberca y vio todas sus herramientas abajo, se dispuso a quitarse la ropa para meterse por ellas, pero unas delgadas capas de roca verticales salieron desde el fondo, sacaron las armas y se las acercaron al maestro. El arquero tomó todo su arsenal y vio al soldado, quien mantenía su mano elevada esperando a que el mayor terminara de guardar sus cosas.
Shun: Te agradezco, soldado.
Cronh bajó su mano y le reverenció, el maestro vio como el chico iba a la puerta y retiraba con facilidad la cuchilla del cristal, puso el artefacto en una plancha de roca flotante y se la devolvió al dueño, éste la tomó y la piedra se desvaneció. El soldado le sonrió al maestro cazador y entró, Shun se quedó solo en la piscina observando la última arma que le habían entregado y la silueta del soldado se desvaneció dentro de la casa. Al día siguiente…
Fumiko: ¡Buenos días, Shin!
La amiga de Shin abrió la puerta dando un salto para entrar, encontró a la castaña acostada boca abajo en la cama, despeinada y con flojera.
Shindra: Buenos… días…
Alzó su mano perezosamente y siguió acostada. Fumiko se acercó a ella y se sentó a su lado, se retiró sus gruesos y largos cabellos marrones para inclinarse hasta el oído de la castaña.
Fumiko: ¿Te sientes bien?
Shindra: Me duelen… mis piernas…
Su amiga se enderezó y pensó por un momento, luego se ruborizó y se levantó.
Fumiko: ¿Tuviste relaciones?
Shindra: Si…
Fumiko: Ah, vaya… ¿con el tipo gruñón… Kinto?
La castaña asintió.
Fumiko: Debiste mejor hacerlo con su soldado… se ve que es más delicado…
Shindra: Fue con los dos…
La ojos negros se quedó boquiabierta.
Fumiko: Ahora entiendo por qué no te puedes levantar…
Buscó entre su bolso y encontró un ungüento mentolado.
Fumiko: Ponte esto. Es medicina cutánea, la uso después de practicar voleibol, es realmente efectiva.
La ojos azules alzó la mirada y tomó la medicina.
Fumiko: Te espero afuera, no tardes.
La humana salió de la habitación y se reunió en la sala con los demás.
Amei: ¿Está bien?
Fumiko: En un rato estará lista, tiene malestares matutinos…
La chica miró al par de culpables y éstos mostraban una cara placida y tranquila.
Mako: ¿Qué tal te fue con Karimen, Tafy?
La menor terminó de acomodar su cabello en una coleta y se recargó en el respaldo de un sillón.
Tafy: Bien, no dijo nada de lo que pasó… sobre el golpe… dijo que se había caído.
Leyai: ¿Qué hay del otro chico?
Amei: Comió llegando a la casa y se fue a dormir. Ningún problema.
Mako: ¿Revisaron el libro?
Leyai: Hay algunas cosas que no conozco del todo, pero sigo investigando.
Natku: ¿Vienen hechizos o lo que sea que sean confiables?
Leyai: La mayoría es impreciso, no confiaría mucho en ese libro.
Issei: Dijiste que era una copia barata, ¿sabes dónde está el original?
Leyai: En el castillo…
Todos se lamentaron, tanto por el paradero del libro como por lo útiles que serían los poderes de Leyai en este momento. Después de unos minutos, Shin salió de su habitación bañada y cambiada para ir al instituto.
Fumiko: ¿Sirvió?
Shindra: Un poco, pero estoy mejor, gracias.
Tafy: ¡Bien! ¡Vámonos!
Las campanas de entrada sonaron y los alumnos entraron a sus aulas. En el salón veintiuno, Takeo llegó a su lugar y se sentó, miró hacia el otro extremo del aula, junto a la ventana y pudo ver al maestro de tierra recargado en el cancel, son una sonrisa de complacencia.
Inicia Flash Back.
Cronh: Si continuas, saldrás lastimado.
Takeo sonrió, miró hacia un costado y vio a la morena siendo abrazada de la cintura por Kinto, quien inclinó su cabeza para refugiarse en el cuello de la mujer mientras lo veía con una sonrisa provocadora. El hermano de Amei se enfureció y se lanzó contra el par, afortunadamente Cronh lo empujó a medio camino y cayó sobre la espalda del chico, tomó uno de sus brazos y lo sostuvo detrás, inmovilizándolo.
Takeo: ¡Suéltame!
Cronh: Tranquilízate o te romperé el brazo.
Fin de Flash Back
Takeo regresó su mirada hacia el techo y se encogió de hombros, recargando su mentón sobre sus manos, - ¿por qué reaccioné de esa forma? – pensó, - de seguro Kinto y ella son pareja, ¿por qué me enojé? - . Un amigo de Takeo, Rei, se acercó y le dio una palmada en la espalda.
Rei: ¡Takeo, buenos días!
Takeo: Ah… buenos días…
Rei: ¿Te pasa algo?
El cabellos negros negó con la cabeza, pero mostró una mirada de enojo, pensando aún en lo idiota que se comportó la noche anterior.
Rei: ¿Es por el chico nuevo?
Takeo: ¿Qué? Claro que no.
Rei: ¡Ah! Creí que te estaba molestando porque se convirtió en tu rival con las chicas.
Takeo: Ya sabes que no me importa lo de las chicas… no estoy interesado en ello.
Rei: Él tampoco, ¡por eso son tan interesantes para ellas!
Profesor: ¡Rei! ¡Vuelve a tu lugar!
El chico se asustó y rápidamente se sentó en su banca, avergonzado. La clase comenzó con normalidad abriendo un libro y siguiendo la lectura al mismo tiempo que el maestro lo leía en voz alta. Takeo volvió a mirar de reojo a su “rival” y éste se concentraba en el libro, - también es buen estudiante… - volteó sus ojos hacia el otro lado, pensativo - ¿será igual de fuerte que el otro tipo? -.
En el salón siete, los de primer año disfrutaban su hora libre, el profesor de la materia se reportó enfermo y los estudiantes aprovecharon para relajarse. Shindra estaba recostada sobre su mesa de trabajo, viendo como las chicas no dejaban en paz al asustado de Theron, - pobrecito… la atención no es lo suyo – pensó, se volteó hacia el otro lado y vio que otro grupo rodeaban a Haku, quien reía y aceptaba halagos, - pero él las disfruta como nunca… - pensó con ironía.
Cronh: ¿Shin?
La morena volteó hacia enfrente, perezosa por enderezarse como se debe.
Cronh: ¿Te sientes bien?
Shindra: Pff… no. Estoy muy cansada… tú te vez como si nada…
Esto ultimo lo dijo con sarcasmo, el joven rio nervioso y se ruborizó.
Cronh: L-lo siento… creo que el maestro Kinto se excedió anoche…
-¿Sólo él? – pensó con ironía. Un compañero de clases se acercó y le mostró un papel.
Chico: ¡Shin! Una chica de segundo año me dejó esto para ti.
Shindra: ¿Qué es?
Cronh tomó el pedazo de papel y leyó.
Cronh: “Boleto para la enfermería” …
Chico: Es un pase para la enfermería, puedo llevarte si gustas…
Cronh: No, gracias. Ya vete.
El joven celoso corrió al chico moviendo su mano. La morena se enderezó y vio la tarjeta.
Shindra: Tengo cita con la enfermera de la escuela. Ven, acompáñame.
Ambos jóvenes salieron del salón y bajaron al primer piso, se detuvieron ante una puerta y Shin tocó. Una señora les dio la bienvenida y dejó pasar a los dos estudiantes.
Enfermera: Tu nombre es Shindra, ¿cierto?
Shindra: Sí.
Enfermera: Y dime, ¿qué te aqueja?
Shindra: Amm… tengo algunas semanas de embarazo…
Enfermera: ¡Ah! ¡Felicidades! Supongo que tú eres el padre.
La señora se dirigió a Cronh, el chico se ruborizó como tomate y asintió mecánicamente.
Enfermera: Me alegra que la acompañes, el padre debe estar muy al pendiente en el cuidado prenatal.
Cronh: ¿Cuidado prenatal?
Enfermera: ¡Sí! Los cuidados que reciben la madre y el hijo durante el embarazo.
Shindra: ¿Podrá darme una preinscripción de mi condición para que los profesores estén enterados?
Enfermera: Claro que sí. Es importante que lo sepan para que no hagas actividades pesadas y riesgosas. ¿Ambos van en el mismo salón?
Los estudiantes asintieron sincronizados.
Enfermera: Entonces también les daré un pase de salida de las clases cuando sea necesario venir para una revisión, siempre debes estar acompañada por él.
Shindra: Muchas gracias.
Enfermera: Ahora ¿qué síntomas tienes?
Shindra: Mareos y vomito por las mañanas. Ahora me siento muy cansada y quisiera dormir.
Enfermera: ¿Hiciste un esfuerzo físico?
Cronh se encogió de hombros avergonzado por lo que había sucedido la noche anterior.
Shindra: No, solo se me escurrió el cansancio de la nada.
Enfermera: Está bien. Puedes dormir en una de las camillas.
Shindra: Sí, por favor.
La enfermera escribió algo en una tarjeta y se lo dio al chico.
Enfermera: Esto es un justificante para la ausencia de Shin, se lo entregas al profesor de la siguiente hora, ¿de acuerdo?
Cronh tomó el papel y asintió.
Enfermera: Ella se quedará aquí, ven a verla en la hora de descanso.
Cronh: De acuerdo.
El joven se levantó y besó la frente de su compañera.
Cronh: Vendré más tarde. Le agradezco.
El soldado reverenció ante la enfermera y salió. La señora se quedó impresionada y sonrió.
Enfermera: ¡Cielos! Elegiste un hombre muy guapo y caballeroso, ¡qué envidia!
Shin rio nerviosa ante el comentario. Cronh entró a su salón, se sentó sacando una botella de agua de su maletín y Theron y Haku se acercaron.
Haku: ¿Y la señorita Shin?
Cronh: En la enfermería, se sentía cansada y se quedó a dormir ahí.
Tomó un poco de agua.
Theron: ¿Será por todo el tiempo que pasó afuera anoche?
El soldado de tierra escupió su agua para no ahogarse y tosió.
Cronh: N-no recordaba eso… debí decirle a la enfermera…
Tomó nuevamente agua para desviar ese tema de sus hermanos. En la hora de descanso, el grupo volvió a reunirse en el mismo punto que el día anterior.
Kinto: ¿Dónde están Shin y Cronh?
Theron: En la enfermería.
Kinto: ¿Pasó algo?
Fumiko: No, yo le di a Shin un pase a la enfermería para que revisaran su embarazo, seguramente Cronh la acompañó.
Natku: Que bueno que aquí tengan una enfermería, la escuela está bien equipada.
Issei: ¿Cuándo podremos practicar deportes?
Kenta: Mañana, ¡no seas tan ansioso!
Saliendo de la enfermería, Cronh revisó esa lista de cuidados que le había dado la enfermera, su cara mostraba confusión con algunas palabras y Shin solo se rio de él, tomo el papel y lo dobló. El soldado abrazó a la chica y ésta se recargó en él mientras seguían caminando hacia el punto de reunión. Takeo bajó las escaleras y volteó hacia la salida, en ese momento pudo ver a la pareja muy juntos dirigiéndose al patio, el chico se sorprendió y no se movió. El soldado supo que estaban siendo observados y volteó a ver con superioridad al hermano de Amei, - creí que era novia de Kinto, ¿o será de él? – pensó el pelinegro mientras los otros dos seguían su camino.
Takeo regresó a su aula y vio por la ventana que la pareja se reunía con su grupo habitual, unas chicas se acercaron a Shin y empezaron a platicar amistosamente, Cronh se inclinó ante Kinto por el retraso y Leyai reía molestando a Theron, -debo saber quienes son ellos pronto, y que relación tienen con esa chica… - una palmada en su espalda lo sacó de sus pensamientos y volteó.
Rei: ¡Amigo! Iremos por unos bollos a la cafetería antes de que se acaben, ¿vienes?
Takeo: ¿Eh…? N-no… comeré aquí.
Rei: De acuerdo, si sobra te traeré uno…
Se despidió el chico y Takeo siguió observando al grupo, no perdió detalle de cada movimiento, de cada expresión ni de cada paso que daban. A simple vista no tenían nada de extraño, solo eran jóvenes que conversaban entre ellos, unos comían y otros descansaban en la sombra del árbol. El chico abrió más sus ojos y abrió la ventana para tener mejor campo visual, un grupo pequeño de chicas se acercó al soldado de fuego para entregarle unos sobres, supo que eran cartas de amor y el chico de ojos dorados las tomó, sonriendo con vergüenza. Natku señaló la escena confundido y Leyai le comentó algo que lo dejó tranquilo, tras decir eso Shun tomó de una oreja al soldado y lo alejó de las alumnas, ellas se despidieron de él y se fueron muy contentas. El arquero regañó al menor y señaló las cartas como causa de su enfado, las tres acompañantes de Shin se reían de la situación mientras la ojos azules comía su emparedado sin darle mucha importancia.
Cronh y Kinto leían en conjunto esa lista de cuidados, pero sus caras mostraban muchas dudas, Mako les quitó el papel y empezó a explicarles cada cosa junto con Kenta. Leyai y Theron tomaban agua embotellada como si nunca hubieran probado líquido, pero Issei le dio una palmada al gemelo e hizo que su agua se derramara sobre su uniforme, el mayor se molestó y le aventó la botella casi vacía al albino, exigiéndole que vaya por otra para reponerla. El corredor hizo caso disculpándose y se fue a la cafetería, el moreno sonrió y tocó el hombro del ojos rojos para calmarlo, después de unos minutos, la campana sonó y todos se levantaron para irse a sus salones.
Takeo se sintió como un estúpido por observar una convivencia aburrida y normal, chistó molesto y, antes de irse a sentar, observó a Leyai, quien tenía sus ropas completamente secas, - pero, ¿cómo? – se preguntó, hace poco se había mojado por un descuido y ahora estaba como si nada. Luego sus ojos se dirigieron hacia el moreno y recordó que él había tocado al mayor, sonrió y volvió a su lugar con algo en mente.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 110 Episodes
descargar
¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
Comments