Capítulo 10 MARIANOS

...NARRADORA...

La familia Silver también es una importante familia influyente que creó con los años una importante cadena hotelera así como una de restaurantes de lujo.

La familia estaba compuesta por Carlos Silver y su esposa Marcela. Su hijo mayor Fernando quien vivía fuera del país con su esposa París y un hijo propio.

Su hijo menor era Mariano quien tenía treinta años, alguien soltero, atractivo y que no dependía de sus padres aunque éstos no lo supieran.

Mariano Silver era también el primo del menor de la pareja. Casualmente cuando Carlos y Marcela fueron padres también lo fueron Federico y Alba, hermano y cuñada de Carlos.

Federico Silver quiso poner el nombre de su padre a su hijo quien en todo el embarazo no dejó ver su sexo. La mayoría creía que la pareja esperaba una niña pero resultó ser varón.

Carlos Silver a quien le confirmaron el nacimiento de una niña esperaba para recibir su primera hija con ilusión junto a su esposa, algo que no resultaría ya que cuando dió a luz gran sorpresa se llevaron al tener todo de colores femeninos y un varón entre sus brazos. Fue tanta la sorpresa que los tomó hasta sin nombre para el pequeño por lo cual pensaron que Mariano sería maravilloso.

El padre de Carlos y Federico fue fuerte y un hombre de bien, alguien que les enseñó valores morales muy altos así como les inculcó el trabajo duro para salir adelante.

Casualmente ambos hermanos fueron padres exactamente el mismo día logrando así que sus hijos se llamaran del mismo modo, a excepción que el hijo de Federico llevaba también el apellido materno lo cual completaba su nombre Mariano Silver Bonnet mientras que el hijo de Carlos solo era Mariano Silver.

Los dos primos que llevaban el mismo nombre no congeniaban demasiado, jamás lo habían hecho. Mariano Silver Bonnet siempre fue un niño de pocas palabras a quien le gustaba su privacidad, alguien que sonreía pocas veces. Sus intereses siempre fueron otros y su mente brillante formaba ideas para un futuro mientras que su primo era un niño normal feliz que gustaba de divertirse como cualquier pequeño de su edad.

Supuestamente las personas del mismo signo debían de tener cosas en común pero ellos sólo el nombre. A los diez años un accidente fatal dejó a Mariano Silver Bonnet sin sus padres y fue su tío Carlos quién lo acogió en su hogar y le brindó su cariño en una situación tan complicada.

Marcela crió a los dos Marianos con el mismo amor aunque uno la llamaba tía y el otro mamá.

Ambos chicos con el correr del tiempo culminaron sus estudios y fueron a la universidad, dos diferentes y en otras ciudades. El dinero que uno de los jóvenes obtuvo como herencia de sus fallecidos padres fue usado para la creación de una pequeña compañía dedicada a la tecnología y programación de sistemas y la otra guardada para formar algo que le interesaba demasiado pero que se haría anónimamente.

Mariano Silver solo se graduó en administración empresarial y volvió a casa para ayudar en los negocios familiares. Él como regalo obtuvo un gran dinero por acabar la universidad y aportar tanto a la cadena Hotelera, algo que utilizaría después cuando decidiera en que poder invertir.

Los problemas económicos le llegaron a los Silver y eran bastante serios. Una inversión en la creacion de un complejo que acabó en desastre cuando la constructora utilizo materiales de segunda ocasionó importantes perdidas cuando meses antes de la inauguración colapsó.

Todo el dinero invertido se fue a la basura y el contratista fue otro de los fallecidos allí. Perdieron credibilidad en los negocios y además de eso su buen y honorable apellido fue manchado por éste lamentable suceso.

La solución fue encontrar apoyo y quienes podrían dárselo eran los Salvatore mediante una asociación y que mejor que fuera familiar mediante el matrimonio. No era un secreto que la menor de los Salvatore tuvo varios fracasos amorosos y Mariano Silver era soltero sin impedimento alguno que los uniera en matrimonio.

Un plan comenzó a formarse. Mariano aceptaría sin más mientras que Esperanza querría cualquier cosa antes que un matrimonio arreglado. Ya no quería ni acercarse a la iglesia a menos que la novia no fuera ella, obviamente.