No te tengo miedo

  Irina

No puedo dejar de sonreír, debo de verme como una total idiota, pero, es que no puedo evitarlo, lo que pasó anoche fue ¡ah! No sé como describirlo, ¡fue hermoso, maravilloso, asombroso, increíble! Fue, fue, ¡ay! Ya no se qué más sinónimos  haya para lo  magnífico que fue la noche anterior!

! Hice el amor con Stephen! ¡Oh Dios hicimos el amor!

Y otra vez la sonrisa de tonta se forma en mis labios, dejo salir un suspiro y giro mi rostro a la derecha donde está él plácidamente dormido, y debo decir que hasta dormido se ve sexi el condenado. ¡ Ay mi sexi Stephen!  No te imaginas cuánto te amo y  lo feliz que me has hecho.

Mis manos me cosquillean  queriendo tocarlo, así que acarició su cabello, lo cual hace que el abra los ojos lentamente.

-  ¿ Por qué me despiertas? - pregunta y me regala una sonrisa.

- Lo siento, no pude resistirme. - respondo. - Buenos días.

- Buenos días, ¿Qué haces despierta tan temprano? - cuestiona.

- Tenía ganas de hacer  piss - respondo sonrojada.

-¿ Ya fuiste? -  pregunta sentándose en la cama.

Asiento extrañada por su pregunta.

- Bien, entonces,  ven aca. - dice tomándome por la cintura y colocándome encima de él, para luego  besarme, a lo cual yo acepto gustosa.

- ¿Como te sientes? - cuestiona. Lo vuelvo a mirar extrañada, no entendiendo su pregunta y el sonríe.  - Quiero saber, si te duele algo? - aclara.

- ¡Ah, eso! - digo entendiendo a que se refiere - Me duele cada músculo. -  respondo . - Pero ahí abajo no tanto. - digo y guiño el ojo.

- Quién diría que eres tan golosa, ¿Eh?  - dice y comienza a repartir besos en mi cuello, por lo que echó mi cabeza hacia atrás, dejando salir unos suspiros, sus manos comienza a acariciar  mi cuerpo  exitandome, comienzo a balancear mis caderas rosando nuestros sexos y segundos después  siento su erección, me encargo de unir nuestros cuerpos lentamente hasta llenarme de él y vuelvo a mover mis caderas lentamente, mientras él acaricia mi cuerpo y me besa.  varias minutos después ambos alcanzamos nuestro clímax y volvimos a caer  en la cama.

..........

Horas después estamos en la cocina preparando algo de comer, entre besos y caricias, entonces mi celular suena, ambos miramos quién me llama, y al ver que  en la pantalla está el nombre de Víctor, Stephen frunce el ceño y  toma el teléfono, yo se lo intento quitar pero él alza su brazo, y no puedo alcanzarlo.

- Dámelo. - le pido.

- No tienes nada que hablar con ese idiota. - dice, alzando más el celular al ver que doy saltitos  para tomarlo.

- No seas inmaduro, dame eso. - le exigió, pero él sonríe burlándose, el teléfono deja de sonar unos segundos, y lo baja, pero inmediatamente vuelve a sonar  y el vuelve a levantarlo.

- Fuiste muy lenta, linda. - ruedo lo ojos y después hago un puchero, para así convercerlo, pero el niega moviendo su dedo.

- Eso no te va a funcionar, no voy a dejar que hables con este idiota. - dice, pero entonces se queda pensativo unos segundos. - O no, ¿Sabes qué? mejor sí, habla con él y dile que no te interesa y que no te vuelva a buscar. -  propone y  se queda mirando esperando mi respuesta.

- Está bien. - respondo y él asiente, para luego darme el celular, lo tomo y contesto antes de que se corte  la llamada.

- Hola. - saludo.

- Hola, preciosa,  estoy aquí con Amanda y ambos quisiéramos  saber, que pasó, cuéntamelo todo. -  pregunta mi ahora amigo. Stephen se mantiene mirándome, esperando que haga lo que propuso y sonrió.

- Me fue muy, bien, pero  después les cuento. -  respondo, mi chico  me mira confundido

- ¿Entonces siempre nos reuniremos más tarde? - cuestiona esta vez Amanda.

- sí, claro,  a eso de las seis de la tarde. - digo y ahora Stephen  frunce el ceño.

- Bien, entonces nos vemos. - se despiden.

- Adiós - me despido y cuelgo, miro a mi chico el cual a cruzado los brazos y me mira enojado, yo sonrió y colocó el teléfono en la isla de la cocina.

- Dime Irina, ¿Por qué no le dijiste lo que te pedí?  y además quedaste de reunirte con él - cuestiona y muerdo mi labio inferior nerviosa.

- Veras precioso, todo esto tiene una explicación, la cual te la voy a dar ahora. - digo y él asiente. - Pero necesito que  me prometas que no te vas a enojar , y que lo hice para que entraras en razón. - él me.mira ahora curioso.

- ¿Qué hiciste? - cuestiona.

Muerdo mi mejilla  y sonrió nerviosa, sé que tengo que contarle la verdad, pero me preocupa su reacción.

- Verás...  todo fue idea de Amanda. - comienzo.

¡Ay perdoname amiga!

- Ella me propuso que te dieras celos, así  tú te olvidariás de esa tontería de que no podíamos tener  nada. - confieso y Stephen abre lo ojos. - Víctor es un actor  y  además es  homosexual. - termino y guardo silencio esperando  su reacción. Se queda varios segundos en silencio, mientras comienza a batir la mezcla para los panqueques. - Stephen, ¿Estás enojado? - preguntó temerosa.

- Y, ¿Dices que fue idea de Amanda? - pregunta rompiendo el silencio. - No parece algo que a ella se le ocurriera la verdad. - comenta volteando a verme, yo me  sonrojo, y dejó salir una risita nerviosa.

- Digamos que fue idea de las dos. - comento. - lo importantes aquí es que tú recapacitaste, y que no debes de preocuparte por Víctor.

El deja de batir la mezcla y se limpia las manos, luego rodea mi cintura con sus brazos.

- Es increíble que haya caído en tu trampa. - dice y sonríe. - ¿Que voy a ser contigo, linda tramposa.? - pregunta dándome un beso en la nariz.

- Hacerme feliz, quererme y soportarme. - respondo rodeado su cuello.

- Eso no será difícil. - dice y junta nuestros labios.  nos besamos por varios minutos, hasta que decidimos seguir preparando nuestro desayuno.

...............

Bajo de mi auto y me aseguró que esté bien cerrado para después adentrarme al café donde me espera Amanda y Víctor.  He llegado con quince minutos de retraso debido a que mi ahora novio me salió insaciable, después de haber preparado nuestro desayuno - almuerzo nos pusimos a ver una película.  Pero terminamos haciendo el amor en el sillón  dos  veces más, estoy muy cansada, me duele cada músculo de mi cuerpo, pero definitivamente estoy muy satisfecha. y si hay algo de lo que estoy segura, es que con Sthepen en el ámbito  sexual no tendré ninguna queja, espero poder aguantarle el ritmo.

Divisó a Amanda y Víctor a unas cuantas mesas de la puerta y camino hacia ellos.

-Hola.-  saludó llegando a la mesa dónde están y tomó asiento.

-  Jasta que llegaste pensé que nos ibas a dejar plantados. -  comenta Amanda.

-  Lo siento se me hizo tarde.-  me disculpo.

-  Ya te pedimos un café y el postre que te encanta, así que mientras nuestros pedidos llegan.  Cuéntanos mujer ¿ Cómo te fue anoche?  Ese hombre estaba hecho una furia, déjame decirte que pega bien fuerte. - habla Víctor. -  esta mañana amanecí con un moretón horrible. -  comenta y lo miro extrañada, porqué su rostro está impecable.

-  Esto mi amor, es  maquillaje, uno muy costoso. -  explica y asiento entendiendo.

- Lo siento nunca pensé que te iba a golpear. -  me disculpo.

-  No importa, después de que la noche haya terminado bien entre tú y ese ejemplar,  yo estoy dispuesto a perdonar. -  comenta y sonrío.

-  Muy bien pues es un  placer anunciarles que...-  digo y me cayó un momento para darle suspenso  a la noticia. - El plan fue un éxito. -  

término de hablar y Víctor sonríe y aplaude.

-  Cuéntamelo todo. -  exige.

-  Pues me confesó que estaba celoso; y que yo le gustó y.... - digo y miró a  Amanda quien no dice nada, pero me mira ansiosa. -  hicimos el amor. -  terminó de decir y Amanda abre los ojos mientras que Víctor cubre su boca con sus manos.

- ¡ Oh por Dios ! - exclama Víctor.

-  ¿ No nos estás mintiendo?-  cuestiona Amanda.

-  No de verdad hicimos el amor, y  fue maravilloso,  espectacular y ¡ah  ya no sé  cómo describirlo.-  digo soñadora.

-  Te felicito amiga. -  habla  Víctor. -  Definitivamente las cosas Te salieron mejor de lo que esperabas.

-  Así es. - concuerdo con él.

 - felicitaciones, ¿ Pero y ahora que. -  comenta Amanda.

- ¿ Y ahora que dé que? -  cuestionó confundida.

-  alograste estar con él,  ¿Qué más sigue? -  cuestiona.

- Ahora sigue enamorarlo,  que se enamore perdidamente de mí. - respondo y ella asiente.

-  Suerte con eso, espero que de verdad lo logres.  

Nos quedamos en silencio los tres, las palabras de Amanda me preocupan, pero decido no hacerle caso. Sé que ella no lo dijo por sangrona y que me desea lo mejor,  pero también sé que sus palabras son debido a que Amanda no confía en los hombres. Sólo espero que el tiempo le demuestre que Stephen no es como el tipo que a ella le rompió el corazón.  

Nuestro pedido llega y decidimos cambiar de tema,  comenzando hablar de otros asuntos.

............

Hora y media después llegó al condominio, estacióno el auto en el garaje y salgo de este, tomo  el ascensor y subo. Las puertas se abren en el piso del apartamento y grande es mi sorpresa cuando encuentro a Vanessa tocando la puerta y gritando histéricamente.

-  Abre la puerta, amor,   necesitamos hablar,   arreglar lo nuestro. ¿ Por qué  cambiaste la cerradura? -  cuestiona no puedo creer  esto. Creí que  está loca había superado las cosas,  ya hacía un tiempo que no se aparecía por acá. Salgo del ascensor y camino hacia ella.

-  Hola. -  saludo y ella 

voltea a verme.

-  Así que tú todavía vives aquí, creí que Stephen ya te había sacado de su apartamento. -  comenta.

- Lamento informarte que no,  aún sigo aquí, y va a ser así por mucho tiempo. -  respondo.

-  ¿Stephen está ahí?  pregunta.

-  la verdad no lo sé. -  respondo, pero sé que  sí esta rabajando en unos planos. Ella me mira de arriba abajo  y frunce el ceño.

- ¿Y  por qué esa cara? -  cuestiono.  Vanessa, corrige su postura, se endereza y  coloca los brazos en  jarra.

-  Yo sé que a ti te gusta Stephen,  pero quiero que entiendas que entre él  y tú nunca va a pasar nada. -   me dice. -  Ahora estamos pasando por un momento difícil, pero pronto volveremos. -  comenta y yo sonrío. -  ¿De qué te ríes?  ¿Tú de verdad crees que alguien como Stephen se fijaría en alguien como tú? ¿En una niña como tú, Niña? Él tiene necesidades que una niñita no puede suplir. -  Bocifera,  no puedo evitar sonreír por sus palabras.

- ¿ Hablas de sexo?  - pregunto sonriente.

- Así es, Stephen es algo insaciable. -  comenta y sonríe burlona.

-  Y tú piensas que yo soy menos mujer que tú, que no puedo complacerlo. - siseo.

-  Tú eres una niña, ¿Cuántos años tienes 18,  17 ?   Eres menor de edad,  Stephen no se va arriesgar a estar contigo, así que olvídalo ¿Entiendes?  Yo comprendo de que estés encandilada con él,  Stephen es un hombre guapo, sexy inteligente exitoso,  con un gran futuro en su carrera.  Pero tienes que olvidarlo y buscar a los chicos de tu edad Stephen jamás pondría en peligro Su futuro por una niña como tú. -  Termina y sonríe triunfal.

-  En primer lugar, tengo 18, soy mayor de edad y en segundo lugar; al final Stephen es quién decide eso, no tú. - digo y  su  sonrisa  se  desfigura  por el enojo.

-  Stephen es mío  y no voy a dejar que una imbécil como tú me lo quite. - Sisea.

-  Creo que te lo dije la otra vez nadie puede quitarte algo que no es tuyo.

-  Tú no sabes de lo que yo soy capaz por  defender lo que es, mío así que aléjate de él. -  amenaza.

-  No te tengo miedo,  y además, ¿Cuál es tu insistencia en que me alejé de él, sí según tú, nunca se fijaria en una niña  como yo? -  cuestionó haciéndome la tonta  y luego sonrío. porqué sé que he ganado esta discusión, patalea enojada y luego pasa por mi lado.

-  Esto no se va a quedar así,  ya estas advertida. -  dice y volteó a verla.

-  Adelante no te tengo miedo.

Ella se adentra al ascensor y las puertas se cierran, entonces sacó mi llave  la introduzca en la puerta,  antes de que yo pueda dar un paso hacia adentro, soy tomada del brazo y jalada hacia dentro por Stephen que cierra la puerta y  me estampa contra la pared y me besa apasionadamente, a  lo cual correspondo. Segundos después de estar devorandonos, nos detenemos.

- ¿ Y eso fue por qué? -  preguntó.

-  Porqué te extrañaba y porqué escuché todo lo que le dijiste a Vanessa.  Eres toda una tigresa y no solo en la cama. -  dice y sonrío apenada.

-  Sólo digamos que gracias a alguien,  aprendí a defenderme de las víboras como  ella. -  comentó y sonríe al saber que hablo de él.

-   Y me alegra de que hayas aprendido pero tienes que tener cuidado con ella. - dice ahora preocupado. 

Lo sé, ¿En qué estabas pensando cuando te metiste con  una mujer tan loca como esa? -  cuestióno y él  sonríe a carcajadas.

-  Supo disimular bastante bien su   personalidad. -  responde.

-  Bueno entonces, debe ser una muy buena actriz,  o tú estabas muy ciego. -  el vuelve a soltar una carcajada.

-  Tal vez tienes razón. pero ahora usted linda se merece una recompensa por haber ganado esa batalla. -  dice y lleva sus manos a mis glúteos, me levanta y enganchó mis piernas en sus caderas y rodeó su cuello con mis manos.

- ¿ Y qué me vas a dar?   cuestiono coqueta.

- ¿ Unos cuantos orgasmos te parece bien? . - musita dándome varios besos en la boca.

-  Me encantariq ese regalo. -  digo y nos adentramos a su habitación, para pasar unas cuantas horas haciendo el amor.

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