Yo y mi bocota

Stephen.

Ella me ignora, no me mira, no me dice nada, si le pregunto algo solo se queda callada,  está enojada conmigo y la entiendo, fui un idiota, pero no hago nada para remediar eso, porqué es mejor así. Sí me odia, su capricho se acabará y yo podré estar tranquilo, porqué si ella vuelve hacer algo como lo de esa noche, no estoy seguro de aguantar.

Término de tomar  el trago de whisky y colocó el vaso en la mesa.

- Mesero, traiga otro por favor. - pido, escuchó una risita tonta y volteó a ver a mi amigo. - ¿Qué? - cuestionó molesto.

- Nada, es solo que me parece increíble verte así, por una , ¿Cómo es que la llamaste, cría? - dice y vuelve a reírse .

- No seas imbécil, no te conté esto para que te burles de mí.

- Lo siento amigo, no puedo evitarlo, Jamás te había visto así. - dice y toma un trago.

-¡ Claro! Jamás había tenido a una chica menor que yo seduciendome.- exclamó molesto.

- El problema no es que la chica te seduzca, el problema es que estas  así, de caer. - dice haciendo una seña con sus dedos. - Estás jodido amigo.

- ¡Valla ánimo que me das!

- Sólo, hazlo y ya. - dice y lo miro sin poder creer lo que oigo. - A fin de cuenta ella tiene la edad de concentimento, no es como si fueras a cometer un delito.

- ¿Te  estás escuchando? - preguntó incrédulo. - Ella es a seis años menor que yo, Estoy seguro que en algún lugar del mundo eso es ilegal.

- Si, pero aquí no, ¿Cuál es el problema? ¿ Es por respeto a su madre? A Irina no le importa eso, amigo ella te lo está pidiendo a gritos.

- Bueno, Alejandra es una buena mujer siempre ha sido amable, así que en parte sí, no quiero que mo padre tenga problemas con ella por mi culpa, además, el problema sería su padre.-  respondo.

- Él no tiene porque enterarse. - dice sonriendo.

- Tines razón, pero el asunto no es tan sencillo como crees, no es sólo el hecho de tener sexo. - comento y frunzo el ceño. - Creo que ella siente cosas más fuertes por mi, o bueno cree sentirlas.

-¿cCees que ella está enamorada de ti? - pregunta sorprendido y asiento. - eso sí es un problema. -

- Así es. - afirmó.

- Bueno, como lo veo tienes tres opciones, te la coges y le aclaras que solo es sexo,  te la coges y te enamoras de ella, o no te la coges y la sacas de tu apartamento, porqué amigo, ella no va a parar hasta tener tus huesos. - comenta y vuelve a reírse.

¡imbécil!

..............

Es sábado por la noche y estoy en el sofá viendo una película, cuando escucho el timbre de la puerta, frunzo el ceño y me levanto a abrirla, al hacerlo veo a un tipo de cabello castaño claro y ojos claros

- ¿Sí? - cuestionó . - ¿Que se le ofrece?

- Buenas noches, tú debes de ser Stephen, el hermanastro de Irina - dice y noto un ligero acento italiano. -  Mucho gusto, soy Víctor,  un amigo de Irina. -  el tipo me extiende su mano y la tomó desconfiado.

- Mucho gusto. - digo. - ¿Vienes por ella?  - cuestionó y asiente.

- Tenemos una cita. - comenta y aquello causa una muy molesta sensación.

- ¡Así! ¿ Ya dónde van? - le pregunto tratando de hacer un lado malestar.

- Voy a llevarla un restaurante, y luego  a no se, el cine - responde y asiento. Guardamos silencio por unos segundos hasta que escucho los tacones de Irina resonar en las escaleras.

-¡ Hola, ya estoy lista! - dice colocándose a mi lado.

La miro de arriba abajo sin poder creer lo que veo.

¡Esta hermosa! lleva puesto un vestido de color rosa, con escote recto y de tirantes, lee queda ajustado al cuerpo marcando su hermosa figura, le  llega a mitad del muslo, lleva unos tacones  del.mismo color del vestido, un un bolso pequeño de tirantes de cadena, dorados, al igual que su accesorios, lleva en la mano un bleiser blanco, supongo para colocarlo más tarde, por si hace frío, su cabello está  recogido en una  coleta alta,  dejando varios risos enmarcando su rostro, su maquillaje es muy sutil, y resalta sus pecas, sus labios van pintados de un rosado que lo hacen ver muy provocativo. ¿Se puso así de hermosa para salir con este tipo? !No puedo creer!

- Bueno, ¿Que esperamos? ¡Vámonos. - dice sacándome de mi letargo. Ella le da la mano al tipo y este la toma, va a salir pero la detengo.

- Irina, espera un momento.  - digo y ella me mira. - necesito decirte algo. - comento, tomando  el pomo de la puerta. ¿Nos das un minuto? - preguntó, pero no dejo que el tipo responda y  cierro la puerta.

-¿ De dónde conoces este tipo? - cuestionó.

- De la universidad. - responde tranquila.

- ¿Por qué no lo había oído mencionar antes?

- No te cuento todo lo que me pasa o a quien conozco, no tengo porqué darte explicaciones. - dice tratando de abrir la puerta, pero se lo impidió.

- ¿Desde cuándo lo conoces? - preguntó.

- Desde hace mes y medio. - responde rodando los ojos. - ¿Ya puedo irme?

- No. lo conoces  hace tampoco tiempo y ya le aceptaste  una cita. - comento indignado.

- El venía insistiendome hace días,  pero siempre me negaba, pero ahora estoy siguiendo tu concejo, salir con chicos de mi edad, aunque él es mayor que yo por un año. -  comenta.   - ¿Ahora sí me puedo ir? - pregunta y al no encontrar más nada que decir ella abre la puerta. - Tal vez llegué muy tarde. - dice y cierra la puerta.

Golpeó la pared de frustración y me tiro en el sofá, ¡Yo y mi bocota! Sal con un chico de tu edad, ¿Pero en qué mierda pensaba cuando le dije eso?

Cuatro horas después estoy dando vueltas en el apartamento como loco, ya es media noche  y ella no llega, ¿Qué tanto  puede durar  una película? ¿Hora y media? ¿Dos horas? ¿ Y qué tanto pueden durar cenando,  ¿Cuarenta minutos? ¿ Una hora?  ¡Dios voy a volverme loco! Si no llega en diez minutos  saldré a buscarla.

sí, claro, te estás escuchando Stephen, ¿Dónde la buscarías?  camino otro rato en  la sala desesperado, Amanda seguramente sabe a donde fueron, pero no tengo su número, ¡Dios qué idiota debí de haberse lo pedido aquella vez!

Mierda Irina, ¿ Do6nde estás?

Veinte minutos después, la puerta se abre y ella entra, aún  acompañada de ese tipo,  sonriendo, yo estoy sentado en  el sillón y ella al verme se sorprende.

- ¡Dios Stephen! ¿Que haces ahí? - cuestiona colocándose la mano en el pecho.

- Estoy viendo una película. - digo señalando el televisor.

Ella mira la pantalla . - Okay, pero, ¿Te has fijado  que está en pausa? - comenta.

- S.. Sí es que.. - inventa algo rápido tonto. - iba a levantarme a buscar algo. - digo y ella asiente.

- Bien. - dice y da la vuelta. Me levantó del sillón y entro a la cocina, comenzando a revolotear en ella tratando de escuchar lo que hablan.. - Gracias por todo, estuvo maravillosa la cena y la película fue muy entretenida. - dice.

- No es nada, me alegra que te hayas divertido, así me aceptaras otra cita. - comenta el idiota sonriendo coqueto.

- ¡Por supuesto! tú solo dime cuándo. -  responde  ella dejando salir una pequeña risa. no puede evitar resoar al oírla, por suerte, no me escucharon.

- ¿Qué te parece mañana? hay  una feria en la ciudad que estoy seguro te encantará.  - comenta el idiota.

- por supuesto.

- Bien entonces paso por ti a las 10.00 ¿ Te  parece?

- Sí.  - responde y veo como se acerca a él y le da un beso en la mejilla. - Nos vemos mañana.

- Nos vemos mañana. -  se despiden y cierra la puerta, para después dejar salir un suspiro.

- Veo que te divertiste. - digo saliendo de la cocina.

- sí, mucho. - responde  llegando a mi lado. - Tenías razón,  debo de salir con chicos de mi edad, es muy divertido. - comenta y   sigue su camino.

- ¿Te gusta? - cuestionó y ella se detiene, gira su cuerpo y me  mira.

- Es muy guapo, y cabelleroso, apenas nos estamos conociendo, pero creo que sí me gusta un poco, vamos a ver cómo se dan las cosas. - responde    y sigue su camino.

Golpeo  otra vez la pared, me sonó la muñeca, tomo el control del televisor y la apago, rápidamente subo a mi habitación.

¡Maldición, eso no puede ser verdad! a ella no le puede gustar ese idiota.

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