Capítulo # 4 ¡Que comience el juego!

4 años después.

Irina.

Cierro la maleta dando por terminado este asunto. Miró mi habitación asegurándome de  que no dejo nada olvidado, al comprobarlo tomo la maleta y la bajo de la cama colocándola a un lado de esta acto seguido me arrojo a la cama y suelto un suspiro.

!Por fin! Llevaba dos horas empacando todo. Saco el celular de mi bolsillo y coloco una alarma para despertarme temprano, el vuelo sale a las nueve de la mañana, pero debo de estar con dos horas de anticipación en el aeropuerto, coloco el celular en la mesa de noche y me levantó de la cama, voy al baño, cepillo mis dientes, salgo de este me colocó mi pijama y me acuesto en la cama. Mañana  es el gran día, estoy  emocionada y nerviosa a la vez, espero que todo salga bien.

Al día siguiente estoy en el  aeropuerto junto con mi madre, Arturo y el pequeño Esteban el cual está en los brazos de su padre.

- Cuídate hija por favor. - dice mamá llorando. No ha parado de hacerlo desde hace una hora, miró a Arturo pidiéndole ayuda, mamá está siendo muy dramática.

- Cálmate cariño. Solo se va a la universidad. - dice este frotando la espalda de mamá.

- ¡No me pidas eso! No puedo  evitar llorar, jamás nos habíamos separados - se queja mamá.

- Eso no es cierto, cuando voy a visitar a Leonel...

- No es lo mismo hija, está vez estarás lejos durante mucho tiempo.

- Mamá por favor, me vas a hacer llorar a mí también. - digo abanicando mis ojos para no llorar. - Te llamera todos los días y vendré a visitarte en vacaciones. ¡Por favor solo me voy a la universidad a otra ciudad, no a otro país.

- Te voy a extrañar tanto hija. - dice y me abraza.

- Y yo a ti mamá.

Entiendo cómo se siente, siempre hemos estado juntas, jamás nos habíamos separado por tanto tiempo, las veces que iba a visitar a mi padre solo duraba una o dos semanas, no podía estar tanto tiempo lejos de mamá y cerca de mi familia paterna, ¡Son insoportables! También me causa dolor está  necesaria separación, pero ella va a estar bien. Ahora tiene a un esposo que la ama y un hijo pequeño de quien cuidar.

Se escucha la voz  de una mujer en los altavoces llamando para que aborden el vuelo con destino a  Chicago.

- Prométeme que vas a llamar a penas llegues.

- Sí mamá lo prometo, te quiero. - digo dándole un beso en la mejilla.

Mamá se hace a un lado y Arturo se acerca a mi, le doy un incómodo abrazo debido a que este está cargando a Esteban.

- Cuidalos. - le pido, miró a mi pequeño hermano y le doy un beso en la mejilla. El pequeño Esteban nació hace dos años, es la perfecta combinación de mamá y Arturo. Su cabello es rubio como su padre y sus ojos son como los de mamá y  míos, tiene tupidas pestañas como su padre y labios delgados como mamá, su nariz también es heredada de su padre.

- Adios, cuídense, te llamo  cuando llegue al apartamento mamá. -

-  Adiós hija, estare esperando esa llamada.

Sonrió  y me doy la vuelta dirigiendome a tomar mi vuelo.

Varias horas después, por fin he llegado a mi destino. Paso por los controles del aeropuerto recojo mi equipaje y caminó hacia la sala de espera del donde él me está esperando.

Llegó al lugar y busco   a  Stephen, pero no lo veo por ningún lado, de pronto algo llama mi atención.  Hay un chico  de piel oscura mirándome, veo el cartel en su  mano con mi nombre y frunzo el ceño. ¿Quién es este hombre?  Dudosa camino hacía dónde está el chico.

- Hola, ¿Eres Irina supongo? - pregunta sonriendo.

- ¿Tú quién eres? - preguntó sin responder.

- Mucho gustó, soy Jonathan Lautner  amigo de Stephen. - responde el chico. - Él no pudo venir porqué se le presento un muy molestó incoveniente. - dice haciendo una extraña mueca.

No puedo evitar sentirme decepcionada, creí que Stephen vendría por mí, pero no importa ya lo veré en el  apartamento. Hago a un lado mi decepción y  le muestro una sonrisa al atractivo Moreno, porqué  la verdad es que el chico está como quiere.

Mide como 1:80. Sus ojos son de color miel casi verdes,  su cabello es rizado castaño y tiene una sonrisa hermosa, . ¡Dios de verdad es muy guapo!

- Bien, entonces mucho gusto,

Irina Broderick Smith. - el moreno frunce el entrecejo, casi ruedo los ojos, aquella es la espresion de todo el que escucha mi primer apellido

- Mi padre es francés.

- Ya veo, es un gusto. - dice sonriendo. - Tengo un magnífico auto esperando a las afueras de el aeropuerto, permíteme tu  equipaje. - extiende su mano tomando mi equipaje y yo  me hago a un lado.

- Gracias.

Varios minutos después estamos rumbo hacía el apartamento donde viviré estos próximos seis meses o quién sabe; si todo sale como lo he planeado, tal vez me quedé ahí mucho más tiempo.  Miró al chico a mi lado y decido investigar un poco.

- ¿Y cuéntame tú y Stephen se conocen desde hace mucho? - le pregunto tratando de sacarle información.

- Desde  el primer año de universidad. Estudiamos lo mismo y pertenecemos a la misma fraternidad. - contesta este sonriendo.  - Somos muy buenos amigos. Conozco su padre. Aproposito, ¿Cómo está el señor Arturo? ¿Cómo le está yendo  con eso de ser padre a esa edad?

- ¡Bien! Arturo es un excelente papá, supongo que es porqué ya tiene experiencia. Ese niño es muy afortunado, tienen unos padres geniales. - digo recordando lo bien que mamá y Arturo lidian con el travieso de mí hermano.

- !Genial! No es fácil tratar a un  niño pequeño. - dice y lo miro extrañada. - Lo digo porqué me acabo de convertir en padre y ha sido un poco difícil. - confiesa y me sorprende que tenga un hijo siendo tan joven

- ¡Wau ! No pensé que ya tuvieras un hijo.

El me  regala una sonrisa y puedo ver qué es feliz por eso. - Fue una maravillosa  sorpresa.

La melodía de un celular se escucha y sé que no es el mío, Jhonatan contesta la llamada por medio del manos libres.

- Halo, todavía estoy ocupado... Como en   media hora, ¿Por que? ... ¡Eh! ... Iré lo más rápido que pueda.

.. Si no te preocupes. ...

Me mantengo en silencio para no incomodar y miró por la ventana del auto. Está ciudad es muy distinta al lugar donde vivía, los edificios son enormes a comparación con los de mi pequeña ciudad. Cierro los ojos  pensando en todo lo que  me esforcé para que me aceptaran en la universidad de Chicago, las noches de desveló estudiando, los créditos extras que tuve que ganar y lo más difícil, el enfrentamiento con Leonel que quería que estudiara en Francia la carrera que él había decidido. ¡Dios que agobiante fue eso!

Convencer a mi padre fue imposible, ahora yo estudiaré gracias a la media beca  que gane y a mi madre porqué mi padre, ya que no estudiaré lo que él quería y donde él quería, decidió no pagar mi universidad. Si  Leonel Broderick no es un buen modelo de padre, por eso es que nunca me he llevado bien con él y esa familia. Bueno ya no pensemos en eso.

Varios minutos después el auto se detiene frente a un enorme edificio y muy lujoso por cierto, Jonathan sale del auto  y abre el baúl de este sacando mi equipaje, luego rodea el auto y abre la puerta del pasajero. Salgo del auto y sigo mirando el lugar sorprendida.

- Hemos llegado. - comenta. - ¿Disculpa, te importaría si te acompaño solo hasta aquí? Es que mi esposa necesita ayuda con  la Bebé y....

- No hay ningún problema. Yo puedo sola, gracias por todo. - digo y este asiente, antes de marcharse sube  mi equipaje al andén y le sigo.

- Adiós, no vemos pronto. - se despide entrando al auto.

- Adiós.

Varios segundos después Estoy justo enfrente del apartamento,  lo que en este momento me separa de Stephen es esta  puerta.  !Estoy tan nerviosa!  ¿Cómo estará? ¿Habrá cambiado?  La última vez que lo vi fue cuando nació Esteban, hago a un lado mi ansiedad y tocó el timbre.

Escuchó pasos acercarse y mi corazón comienza a latir demasiado rápido. !Siento que se  me va a salir del pecho! Escuchó un click y la puerta se abre mostrando a... ¿Una chica?

- Hola, tú debes de ser  Irina la hermanita de Stephen. - dice y yo sigo sorprendida por verla.

Es una chica de piel canela, cabello negro liso que le llega por los hombros, sus ojos son oscuros y sus labios carnosos, aunque juraría que se aplica algo en ellos, es alta, mucho más que yo, lleva puesta una camisa de hombre que le llega por debajo de los muslos y deja ver sus tonificadas y largas  piernas. Trago grueso al imaginarme quién es, ella me  sigue  sonriendo y me percato de que no he respondido a su pregunta debido mi escrutinio.

- Sí, - mucho gusto, Irina  Broderick Smith -  me presento dejando la bruma aún lado, extiendo mi mano hacía a ella a modo de saludo, lo cual la muy mal educada ignora, me mira con desden y se hace aún lado.

-  Yo soy su novia. - dice sin nisiquiera presentarse. - Pasa, Stephen está  en el baño.

La chica camina hacia la sala, entro por el pequeño pasillo y detallo el lugar, a mi izquierda veo un jarrón de color azul el cual está colocado en un espacio en la pared, a pocos pasos hay una barra de granito blanca, con unas sillas de color negro, frente a estas está la cocina, me gusta, es espaciosa, a mi derecha en frente está un juego de sala de color blanco con cojines de color blanco, azul y gris, hay una pequeña mesa de centro, frente a los muebles hay un televisor en la pared de 50 pulgadas, y un multi mueble donde están colocados un equipo de sonido y consolas de video juego, al lado del juego del comedor están las escaleras que llevan la otra planta , dónde supongo están las habitaciones, la sala está bastante iluminada, tiene dos grandes ventanas, unas de estas está al lado de la escalera en un pequeño espacio en el cual hay una planta y al lado de esta una puerta, ¿Será una habitación? Miro hacia las escaleras y en ese momento lo veo bajando.

Mi corazón da un vuelco cuando  lo veo. Está usando unos vaqueros de color azul, una playera blanca , está descalzo y creo que acaba de salir de la ducha ya que está secando su cabello con una toalla.  Sus ojos me miran y quedó petrificada por varios segundos, emocionada de poder volver a ver esos hermosos ojos, sus labios  forman una sonrisa al  verme. Baja las escaleras rápidamente, tira la.toalla en el sofá y viene hacia mi.

- Irina. - dice llegando a mi lado. - ¡Cómo has crecido en estos dos años. - comenta y me da un abrazo al cual correspondo gustosa, su olor se filtra en mi nariz y  me encanta, es un olor cítrico que siempre me ha fascinado.

- También estoy muy feliz de verte.  - digo tratando de controlar mis emociones.

Nuestro abrazo es interrumpido por un carraspeo y  ambos miramos a la chica grosera que me  la abrió puerta.

- Irina, supongo que ya conociste a Vanessa ella es .....

- Su  novia. - lo interrumpe, la miro algo extrañada y veo  que Stephen frunce el ceño.

¿Hmp qué está pasando aquí?

- Mucho gustó. - dice sonriendo extendiendo su mano hacía mí.

Okay esta chica no me cae bien ¡Hace un momento me dejó la mano estirada! ¿Y ahora  me ofrece la suya?

Haciendo aún lado mi incomodidad y molestia hacia ella tomó su mano.

- Es un gusto Irina Broderick. - repito.

- ¡Es maravilloso conocer a la hermanita de Stephen! - exclama  dándome un beso en la mejilla.  - Espero que nos llevemos bien Cuñis.

Miró Stephen el  cual mira a la chica algo  molestó.

-Vanesa, ¿No tenías que reunirte con tu padre? - pregunta Stephen.

- ¡Oh sí claro! - exclama y  pasa por mi lado. - Me voy a vestir.

- Lamento no haber ido por ti.  -  se disculpa . - Ella llego temprano dijo  que se sentía mal y  tuve que llevarla al hospital, llegamos hace pocos minutos.  - explica.

- No te preocupes, entiendo.  - digo  hacienso un ademán con mi mano restándole importancia al asunto, aunque la verdad si me causa cierta molestia

- Ven te muestro tu habitación. -

Subimos las escaleras y llegamos a un pasillo,. - Esa de allá es mi habitación, dice señalando una puerta a nuestra izquierda . - Está es una  habitación de invitados pero la uso como gimnasio. Tengo varias  máquinas, puedes usarlas cuando quieras. - ahora señala una puerta casi enfrente de nosotros asiento, doblamos hacia la izquierda y llegamos frente a la última puerta, el toma el pomo. - Y esta será tu habitación.  - abre la puerta y se hace aún lado para que entre.

Miro el lugar y sonrió, me gusta, a mi derecha ocupando toda la pared hay un gran armario de color lila y blanco, tiene tres puertas, y un espacio dónde hay un televisor de 40 pulgadas, al lado de esto hay un pequeño lugar de estudio con sus silla y cajones donde guardar libros y cosas así, la pared de al lado tiene una gran ventana, la cama está a la izquierda, es de dos puestos, tamaño normal, tiene una mesa de noche a la isquierda y a la derecha un espejo de cuerpo completo, al lado de este en la pared esta una puerta que supongo da al baño.

- Espero que sea de tu  agrado.

- Está bien. - afirmó sonriendo.

- Puedes  decorarlo como quieras.

- Gracias, tal vez te tome la palabra, solo con algunas cosas.

- Ya estoy lista. - se escucha la voz de Vanessa saliendo de la habitación de Stephen. -Ya me voy. - se acerca a nosotros y le da un beso en la mejilla a  él. - Adiós  querida un gusto conocerte, espero que un día de estos podamos salir y charlar, quisiera conocer mejor a la hermanita de mi novio.

Achico mis ojos al escuchar por cuarta vez la palabra  “hermanita” Estoy segura que ella sabe que Stephen y yo no tenemos ningún lazo de sangre, la chica es una arpía y lo hace solo para marcar  territorio, está enviando un mensaje, es obvio, está a la defensiva conmigo.

Ja, pues tienes toda la razón al sentirte así tonta, no vengo en son de  paz.

Ella, baja las escaleras y sale del apartamento.  Miró a Stephen y le muestro mi magnífica sonrisa.

¡Que comienze   el juego!

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