Capitulo 6

Mientras más avanzaba, más podía notar que era un lugar prospero y tranquilo, "puedo ver el corazón del pueblo..." pensé sonriendo. Me acerque a un puesto de verduras y empecé a ver lo que ofrecían y sus precios. "En comparación con el Reino del Sur, acá los precios son más económicos" Entonces una disputa me saco de mis pensamientos.

Señor C: Están dementes, me estas duplicando el precio. 100 gramos son tan solo 150 pesos, pero me lo estas poniendo a 300, eso es demasiado.

Vendedor: De todas maneras podrás venderlos a este precio, si no quieres comprarlo, entonces simplemente iremos a otra tienda.

Señor C: Por favor, he recibido un encargo muy importante de uno de mis mejores clientes, si no puedo entregarlo hoy, no me comprará en el futuro.

Vendedor: Entonces cómpralo por 150 pesos y asunto arreglado.

Me pude acercar lo suficiente para verlos bien, el señor parecía abatido, vi que se trataba de productos para hacer esencias, entonces los del pueblo empezaron a hablar.

Pueblo: Miserables, 150 pesos es demasiado.

Damar: August ¿Hay algún producto extra en el castillo?

Hable lo más bajo que pude no tratando de llamar la atención.

August: Si, por supuesto, todo fue preparado meticulosamente para el cuidado de la señorita Damar.

Señor C: Por favor, véndamelo más económico, de lo contrario perderé dinero y compradores este mes.

Vendedor: Que fastidio, ¡mejor lárgate de aquí si no lo vas a comprar!

Me acerque al señor, realmente no quería llamar la atención, gracias al cielo, había pensado bien antes de salir y me puse una capa con capucha, así que mi cabello plateado no podía ser visto fácilmente.

Damar: ¿Cuánto necesita?

Todos quedaron impactados cuando hice la pregunta, parece que no estaban acostumbrados a que una dama pudiera ayudar a un comerciante, el señor se volteo mirándome casi suplicante, podía ver que estaba apunto de llorar.

Señor C: Necesito 5 kilos...

Damar: Tengo bienes, el precio es de 80 pesos por 100 gramos ¿Qué te parece?

Señor C: ¡Por supuesto que sí!, muchísimas gracias señorita.

Al señor le brillaban los ojos de felicidad, mientras que al vendedor, pues solo faltaba que botara humitos, estaba que explotaba, entonces hablo.

Vendedor: ¿¡Qué demonios crees que estás haciendo!? Es el negocio de otro en el que te estas metiendo.

Damar: No es de tu incumbencia, el distribuidor será cambiado en el futuro cercano.

Entonces dos señores corpulentos que se encontraban detrás del vendedor, no pasaban desapercibidos, parecían rufianes, incluso uno tenía un parche cubriendo su ojo izquierdo, se colocaron delante de mi tronando sus dedos a modo de señal.

Rufián a: Es mejor que no te metas en estas cosas.

Rufián b: ¡Si no quieres salir lastimada es mejor que te marches! -dijo gritando-

Era evidente que lo decían muy en serio, suspire "¿Es necesario recurrir a la fuerza? Realmente que quería pasar desapercibida" mientras me debatía entre que hacer, el Rufián b levanto la mano, quería golpearme, estaba dispuesta a usar mi poder, cuando de pronto un cabello dorado cubrió mi visión, lo único que pude ver luego de eso, fue al Rufián en el suelo, entonces ella sonriendo dijo.

Chica: Venga muchacho, levanta tu trasero del suelo, márchate junto a estos dos por donde vinieron y que sea rápido, antes de que esto comience.

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