Capitulo 4

Axel Freeman, un hombre al que no le faltaban cualidades, claro estaba, era un hombre demasiado guapo, su cabello lacio medio largo, negros con reflejos azules oscuros, unos ojos negro azabache, pestañas largas, tenía una capa arriba de un traje hecho a la medida, no sé por cuanto tiempo nos quedamos viendo a los ojos, antes de que...

Dimitri: Y esta es la hermosa parte donde se besan.

Entonces termine de bajar, vi entonces que atrás de Axel había otro hombre, un pelirrojo de ojos verdes y una sonrisa que, debía dejar sin aliento a muchas mujeres.

Dimitri: Un placer señorita Damar Amery y un grandísimo placer conocerla, mi nombre es Dimitri Freeman, primo-hermano de este cascarrabias, si necesita algo, no dude en acudir a mi, no prometo darle una paliza -sonrió- porque primero me da una a mi, pero puedo consolarla cuando este hombre ¿he dicho ya que es amargado?

Axel: Bueno ya -dijo un tanto enojado- ¿No tienes nada mejor que hacer?

Dimitri: La verdad es que no de momento, puedo pasar el día entero a tu lado.

Axel: Dimitri... No tientes a tu suerte.

Al ver esa situación, no pude evitar dejar escapar una pequeña risa, algo que atrajo la mirada de ambos.

Damar: Lo lamento, que buena relación tienen ustedes dos.

Axel: Tiene que ser una broma...

Dimitri: ¿Verdad que si? Y él insiste en que no.

Axel: Bueno, ya basta -dijo fulminando a este con la mirada, luego me miro- Lamento que hayas tenido que presenciar las tonterías de mi primo, ha tenido usted un largo viaje señorita Damar.

Damar: Lamento haberme saltado las formalidades -hice una pequeña reverencia- Damar Amery saluda Al Rey Axel Freeman.

Axel por su parte, inclino levemente la cabeza.

Axel: Es la primera vez que nos vemos, bienvenida a mi territorio.

Damar: Agradezco su bienvenida.

Axel: No agradezcas, es algo que debía hacer, debes estar cansada, entremos.

Él sonrió y yo solo pensaba "¿Este es el supuesto monstro sin corazón?, luego de levantar la mano en señal a la entrada al castillo, donde sirvientas y dos caballeros negros me recibían, entre caminando en todo momento a su lado, lo primero que se podía apreciar, eran retratos de los antepasados que marcaron la historia en el territorio del Norte, lo sabía porque salía en uno de los tantos libros que había adquirido con tanto esfuerzo, me quede viendo fijamente las escaleras "Desde hoy, este será mi nuevo hogar" pensaba.

Axel:El mayordomo te llevara a tu habitación, nos veremos a la hora de la cena.

Dimitri: Una a la que lastimosamente no podré asistir, tengo algunos compromisos.

Axel: Nadie te estaba invitando a ti.

Damar: Esta bien, hasta luego.

Volví a hacer una reverencia, August me sonrió, empecé a seguirlo, al llegar al segundo piso, pude ver que todas las paredes estaban pintadas de blanco, con uno que otro cuadro, también hacían jarrones en pequeñas mesas a modo de adorno, nada extravagante. August se detuvo frente a una puerta, la abrió, luego se coloco a un lado para que pudiera entrar, eso hice, al hacerlo, lo primero que vi, fue la enorme cama con sabanas rosadas con blanco, cortinas del mismo color, que estaban corridas para que pudiera apreciar los hermosos ventanales, un juego de mueble, una alfombra blanca, un gran espejo y una mesa tocador con su silla, sencilla, pero elegante.

August: A partir de hoy, estaré a su servicio, si necesita algo, no dude en comunicármelo, me retiro, que descanse señorita.

Cuando August cerro la puerta, me deje caer en la cama "Podre descansar antes de la cena, no sé porque lo llaman el Monstruo sin corazón, lo que he podido apreciar, es a un hombre cauteloso y cortés" fue lo que pensé, pero al cabo de un rato estaba rodeada de tres sirvientas, que me prepararían para la cena, algo que agradecí desde el fondo de mi ser, se presentaron como Juliet, Rebeca y Griselda.

Griselda: Señorita ¿Qué esencia desea?

Damar: Escoge uno tú.

Griselda: Entonces le agregare rocío de primavera.

Damar: Este solo crece aquí ¿No? que significa "El regalo del espíritu" realmente es un hermoso nombre.

Rebeca: La señorita sabe sobre el rocío de primavera.

Juliet: Debe estar muy cansada luego de tan largo viaje, la ayudaremos para que se sienta mejor.

No lo decían, pero se veía que estaban felices porque supiera el significado de aquella esencia, luego de darme una gran ducha, procedí a colocarme un hermoso vestido, pero sencillo color blanco, con detalles dorados.

*En el gran comedor*

Axel: ¿Los platos servidos son de tu agrado?

Damar: Si, muy delicioso, por lo que se ve, su majestad tiene un excelente chef.

Axel: Axel.

Damar: ¿Axel?

Axel: Las personas muy cercanas a mi, suelen llamarme por mi nombre sin formalidades, a partir de hoy, puede llamarme así, señorita Damar.

Damar: Entonces llámame Damar, Axel.

Axel: ¿Estas satisfecha con este matrimonio?

Damar: Si.

Axel: ¿Aún si es el monstruo sin corazón, no te importa?

Damar: Axel ¿y tú? Tú prometida soy yo ¿Eso no te importa?

Axel: Por lo general, los rumores son más fáciles de creer que la verdad, pero yo solo creo lo que ven mis ojos.