La cita había sido un éxito, es día, cenaron y platicaron, y como si un flechazo los hubiera abatido en el mismo instante, ambos conectaron el uno con el otro, aunque no solo eso, Dan bebió vino tan rápido que no pudo pensar en las consecuencias, sin embargo, el sexo inesperado aunque gratificante había sido algo para destacar.
Cuando la mañana llegó dan despertó con un poco de resaca, movió a la chica que yacía dormida encima de él desnuda, y fue a limpiar su cara al baño; simplemente para sentir un poco de agua en la cara y despertar. Miró su miembro y notó residuos de lo que fue un buen orgasmo de la chica mientras él estaba dentro por lo que decidió limpiarse y regresar, quien sabe, a lo mejor habría otro.
Regreso a la sala y notó que el celular de la chica parpadeaba una luz roja brillante, la pantalla se encendió y un mensaje detonó un miedo tan grande que Dan impresionado comenzó a tener un ataque de pánico.
"Las muestras escaparon, Hay un cala negra libre"
Dan quiso hacer como si no hubiese leído el mensaje tratando de pensar en el sexo de anoche, pero su instinto decía que tenía que hablarlo con la chica de la que ni siquiera su nombre recordaba.
Preparo el desayuno, con una mirada de asombro y miedo combinado como si volviese a revivir la guerra, y lo que el delirio había traído consigo, volvió a sentir ese miedo constante como si la boca de una pistola estuviese en todo momento en tu frente.
Al sentarse ella habló muy normal, siguió con su día e ignoró el celular, aunque Dan sabía que era importante, él solo le recordó que su celular parpadeo por mucho tiempo. Aunque en vano pues ella lo ignoró.
Dan no pudo contener su ansiedad y era muy insistente, pues ella lo notó y comenzó una discusión por celos.
¿qué quieres que vea? ¿Viste algo que no te gusto?
La chica miró su celular y vio la noticia, Dan la miro y notó rápidamente que sabía a qué se referían.
-¿Quieres explicarlo?- dijo Dan esperando una respuesta inmediata, aunque sin saber realmente lo que quería escuchar
-yo...-
-todo este tiempo, todo el maldito tiempo he estado con la guardia baja, creyéndome asegurado, mientras dormimos con esas cosas merodeando-
-Dan, no sabíamos lo que eran, aún no sabemos que tan peligrosos son-
-¡¿y no podían hacerlo allá?!-
-Dan, era un ambiente controlado-
-¿eso es controlado?, no sabes lo que subiste, no tienes ni una puta idea de lo que han traído-
-creo que debo irme-
-¿Ah sí?, ¿lo consideras necesario?, como sea estamos jodidos-
La chica salió inmediatamente y apresurada, aunque no por la situación del cala negra, sino por la actitud tan explosiva que estaba teniendo Dan.
Dan rápidamente se vistió y se dirigió a cualquier lugar donde pudiera haber armas, solo para salir de su casa y notar al cala negra haciendo desastres, mientras que soldados intentan hacerle frente. Pero mal término era el de decirle Cala negra. Pues era masculino para endulzar el buen momento.
Tomó sus llaves y tan pronto como salió, corrio tras de la chica, aceptando que no fue adecuada la manera en que le hablo, por ninguna razón, como si de alguien inferior se tratase.
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