- ¿Qué estás haciendo? - pregunté, con la cara enrojecida por la vergüenza.
- Preparándome para dormir, ¿qué más? - respondió Cassian despreocupado. (Este hombre está loco o qué) pensé para mí misma.
Después de unos minutos, Mey regresó con la medicina. Al ver al emperador acostado al lado de Elise, ella se sorprendió, pero solo le dio la medicina a Elise y comprobó su temperatura antes de salir rápidamente de la incómoda situación.
- ¿Estás dormida?- preguntó Cassian a Elise, quien obviamente estaba despierta pero fingió estar dormida.
- Sí, estoy dormida- respondió Elise de manera sarcástica.
(Quiero saber cuál es la razón de tu inesperado cambio) pensó Cassian mientras veía cómo la chica le daba la espalda, y él hizo lo mismo.
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A la mañana siguiente, las sirvientas entraron a la habitación para ayudar a organizar a Elise, pero no esperaban encontrarla acompañada.
Al entrar, todas las sirvientas, excepto Mey, se sorprendieron. Mey ya sabía que el emperador había dormido allí, así que se lo tomó con tranquilidad. Sin embargo, cuando vio directamente hacia la cama, se sobresaltó.
Elise estaba acostada encima del pecho del emperador, quien le abrazaba la cintura. Tenían sus piernas entrelazadas y Elise tenía la boca semi abierta, de la que salían babas que manchaban el pecho de Cassian.
- Su majestad - llamó Mey discretamente.
- Uhh, mamá, cinco minutos más. No, mami, suelta la chancla. ¿No ves que estoy cansada? - dijo Elise aún dormida.
- SU MAJESTAD - gritó Mey cerca del oído de Elise.
- Ahhh - gritó Elise, despertando al emperador.
- ¿Qué pasa? - preguntó él, frotándose los ojos.
Ninguno de los dos se había dado cuenta de su posición, pero al notarlo, Cassian se sobresaltó y rápidamente se levantó de la cama, dejando caer a Elise al suelo.
- Idiota, ten más cuidado - dijo Elise, frotándose su trasero adolorido.
- Lo siento, permíteme ayudarte a levantarte - dijo Cassian, extendiendo su mano hacia ella.
- Está bien - respondió Elise, tomando su mano y levantándose.
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- Mey, quiero salir a la plaza. Estoy aburrida - expresé mi aburrimiento.
Había pasado toda la mañana sin hacer nada, así que había decidido salir un rato.
- Su majestad, antes de salir, debería pedirle permiso a su majestad - me miró Mey con desagrado, ya que no quería verle la cara a Cassian después de lo que pasó en la mañana.
- Su majestad, no me mire así. Usted sabe que tengo razón. Primero vamos a cambiarla de vestido y peinarla.
- Está bien - dije, haciendo un pequeño puchero.
Caminé de vuelta hacia mi habitación, donde elegí el vestido más simple que tenía. Había algo que sorprendió un poco a Mey, ya que pensaba que elegiría uno de los más caros que tenía. Pero yo simplemente le dije que era para no llamar la atención, aunque esto también sorprendió a Mey, ya que la verdadera Elise siempre quiere ser el centro de atención.
- Sabes, Mey... quiero vender todos esos vestidos y donar el dinero a un orfanato - mencioné, y Mey, que me estaba peinando, dejó de hacerlo y sonrió.
(Su majestad... Ella ha cambiado)pensó Mey mientras sonreía, ya que nunca pensó que su emperatriz haría algo así.
- Claro, su majestad, pero tendrá que comprar más. No puede quedarse sin ropa - expresó Mey, mostrando su alegría. Yo solo asentí.
Mey terminó de alistarme y salimos en dirección a la oficina de Cassian.
Estaba revisando unos papeles importantes y se me pasó por la mente lo que ocurrió en la mañana.
CASSIAN
- Su Majestad, está bien? Está rojo y tiene fiebre. Ya le había dicho que no se puede exceder en el trabajo. Si está cansado, me hubiera dicho antes - dijo Jack, mi mano derecha y marqués, mostrándose preocupado.
- Estoy bien, Jack. Solo hace un poco de calor, es todo - dije, dejando de pensar en esas cosas.
- Está bien, Su Majestad, pero si se siente cansa... - Jack estaba por terminar, pero tocaron la puerta, interrumpiéndolo.
Dejé de centrarme en los papeles y dirigí mi mirada a la puerta.
- ¿Quién es? - pregunté en un tono frío.
- Soy yo, Su Majestad - habló la voz detrás de la puerta.
No esperaba que ella viniera, sabía que su cambio no duraría mucho y volvería a ser la misma pegajosa de siempre.
- Pasa - dije en un tono desinteresado.
- Saludo a Su Majestad...
- Deja las formalidades y ve al grano - dije sin mirarla.
- Estoy aquí para que me dejen salir a la plaza el día de hoy - mencionó Elise nerviosa.
Solté los papeles y volteé a mirarla. No esperaba eso, pensé que quería dinero para vestidos y joyas.
- No te daré más dinero - dije y presté más atención a ella para ver su reacción.
Ella me miró ofendida y luego dijo:
- Su Majestad, yo no le estoy pidiendo dinero, solo estoy aquí para que me dejen salir - por su tono, era en serio lo que decía.
- Está bien, puedes salir. Solo no armes un escándalo, porque no te ayudaré a salir de él - ella me miró a los ojos.
- Ya lo sé, Su Majestad. Eso era todo, entonces me retiro - hizo una reverencia y salió de la oficina sin esperar mi respuesta. Yo solo me quedé mirando la puerta.
- Sonic - llamé y de las sombras salió.
- Sí, Su Majestad - Sonic, mi sombra, uno de mis hombres de confianza.
- Síguela y dime todo lo que haga mientras está fuera - ordené. Este no mencionó nada, solo hizo una reverencia y desapareció.
(Elise... Elise, ¿por qué estás despertando mi interés?) pensé.
---------------nota del autor---------------
Capítulo corregido.
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Updated 46 Episodes
Comments
Yukki Sae
jajaja suele pasar, pero no que haya público ajaja
2024-06-17
2
Isabel Conde Lema
jajajajaja ahora tiene interés que se lo haga pagar por haberla tratado mal antes /Tongue//Tongue/
2024-04-01
1
Quica Romero
Porque, cuando no te "echan ni un lazo"...¡Bueno! °~😒~°\🙄/°
2024-01-02
4