Capitulo 10 los dos lados de la moneda

Tiempo después en la oficina de Daniel

Lucia: me puedo ir o me vas a seguir reteniendo.

Daniel: aún no te puedes ir, siéntate .

Lucia: no quiero....no me siento sabes por que.

.. porqué tú policía llegaste a revolcar lo que yo pensaba que comenzaba a ser normal... tu me quítate la paz Ponce, llegaste con tus ínfulas... y claro como solo soy una ex presidiaria... dime queridísimo comandante sabes tú si quiera lo que significa para mí estar en una celda, tras las rejas solo por mi pasado... No claro que no lo sabes, por qué tú siempre has estado del otro lado- Daniel le baja la mirada, no puede entender porque esta mujer le hace sentir tantas cosas a la vez- con tus aires de superioridad, con tus leyes en la mano, con tu creencia de que solo existe el bien y el mal, todos somos buenos o malos, pero eso sí nunca víctima ni de la circunstancia, ni de nada verdad ponce.

Daniel: ya basta, quieres - suspira y la mira a los ojos- me equivoqué contigo vale, te juzgue mal por lo del fiscal, porque por lo de tu amiga no creo - lo mira con recelo- ok ya hagamos algo vamos a hacer una tregua por hoy vale, a sido un día largo me imagino que no has podido comer, que te parece si compartimos esa pizza a qué me dices- estira la mano, Lucia no la toma y se echa a reir-.

Lucia: y esto comandante, no estará envenenada y te creerás deshacer de mi.

Daniel: no, es solo una invitación, para que hablemos con la verdad, siéntate, por favor.- Lucia se sienta-.

Daniel: porque helena estaba en la casa del fiscal con otro nombre.

Lucia:yo no te voy a decir nada de Helena, por algo muy sencillo y que casi ya no existe, la lealtad policía, ella es mi hermana y como tú tienes tu honor e ideales yo policía tengo eso ...lealtad aunque para ti no valga nada.

Daniel: no te pido que la traiciones, solo que me ayudes a entender todo esto quieres.

lucias: mirame bien comandante y mira mis labios de mi boca no va a salir nada que perjudique a helena osea que no pierdas tu tiempo.

Lucia se levanta y se va a su celda,muy enojada con Daniel por ser una persona tan ciega y además ya era un hecho que a su amiga la habían descubierto y para rematar le preocupaba lo que podría esto conllevar cómo consecuencia para el fiscal, entre tanto pensar llegando ya a su celda se percató de que estaba por la de Carlos y decidió antes llegar a la de él mirándolo a los ojos, lo enfrentó.

Lucia: no se que tienes en la cabeza para decir tantas mentiras y involucrarme en ellas pero esto se acabó, y no me vengas con estupideces porque se hasta de el acoso a Roxana, ten cuidado no estés caminando en un camino minado mi querido carlos.

Carlos: bonita escucha...

Daniel: que pena interrumpir pero tenemos que hablar a solas Lucia.

Carlos: lo que tengas que hablar con mi mujer, lo hablas enfrente mío.

Daniel: nos vamos Lucia - ignorando a carlos-

Lucia: si.

Daniel: adiós Carlitos.

Lucia:no entiendo de que tenemos que hablar yo ya te dije todo lo que se policía.

Daniel: no todo, siéntate.

Lucia: por Dios, tu y tu bendita manía comandante de mandarme a sentar, no te cansas.

Daniel: no - mirándola fijamente - por favor- le señala la silla- por que se fue a la casa del fiscal, de verdad la quiero ayudar pero sino colaboran ... o es que acaso no te llenas la boca diciendo que es tu amiga, tu hermana no deberías ayudarla.

Lucia se levanta de la silla furiosa

- si es mi amiga, pero tú comandante no quieres ayudarla tú quieres es encerrarla, pero no ella es mi hermana de la vida, con decirte que una vez me enferme de rubeola, y como era contagioso me asignaron a un hueco lejos de todo el mundo, y lo único que tenía era una ventanita que daba a los baños, y yo hay pasaba fiebre, hambre, y sabes porque no me morí en ese hueco Ponce, porque mi amiga a la que juzgas, a la que condenas policía, se escapaba todas las noche de su celda para ir a ayudarme a través de esa ventana... sabes me ponía trapos que rasgaba mojados en la frente,para bajarme la bendita fiebre, me daba sopitas que le traían los familiares a otras reclusas porque a mí en cinco años ni un perro me fue a visitar porque hasta eso me prohibían a mi, las visitas.

Daniel: fue una buena amiga.

Lucia: no Ponce, una buena todo como me puedes decir que una persona con esa calidad humana puede llegar a ser una asesina, abre los ojos policía que estás ciego en tu lado de la moneda.

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