Capitulo 3 Despedida y fragilidad

Nunca ni siquiera cuando me metieron presa sentí tanto dolor y soledad como cuando perdí a mis padres y hasta ahora que mi Tita también se fue esa mañana dónde me levanté un poco tarde, ya que mi Tita me levantaba siempre con el aroma a café, muy extrañada por no verla fui a su habitación y lo que me encontré me causo un gran escalofrío, la vi allí acostadita con la sonrisa más hermosa que nunca había visto, y con una expresión de tranquilidad que daba a entender que ya no sufría ni estaba en nuestro plano, me acerqué a ella para levantarla pero no me respondía, estaba muy fría, y ya no respiraba ni tenía pulso.

Lucia: Tita no me hagas esto- le dijo sollozando- tita responde no me dejes...no ahora que estoy cumpliendo uno de mis sueños no ahora que todo va a ir bien.

Así tuve que resignarme a qué otra vez me estaba quedando sola, y otra vez derrotada y muy impotente por qué mi Tita bella se merecía todo lo bueno de la vida y no alcance a darle todo lo que ella se merecía y más, asi con el dolor más grande en mi corazón la enteré le di su último adiós,ese día Carlos se presentó en el sepelio, me dió sus condolencia, dijo que aún me amaba con todo el alma, dos semanas después impulsada por la soledad acepte volver con el, ya que me sentía tan sola sin mi Tita y mis amigas.

Pero las cosas no han resultado del todo bien ya van 3 meses de la muerte de mi Tita, hace dos meses se presentó un abogado con una carta y el testamento de mi Tita, en dicho testamento ella me dejaba su casa a mi nombre y todas sus pertenencias, pero lo que más me centro en lo perdida que estaba de nuevo fue la carta que me dejó que me encendió todas las alarmas nuevamente para no volver a ser la misma ilusa.

~ carta de la Tita ~

A mi querida sobrina...

Siempre supe que algún día me convertiría en tía, pues mi hermana tenía claro que ser madre era una de las cosas que quería ser. Lo que nunca imaginé, fue que hacerme tía cambiaría tanto mi vida. Todavía recuerdo el día que tu madre me dijo que venías en camino, me sentí muy emocionaba con la idea de acompañar a mi hermana pequeña en el embarazo, dándole los mejores consejos que podría dar y alegrándome por cada semana que pasabas dentro de su barriga.

Poder ser testigo de esa espera en primera fila, me hizo entender cómo se sentía ella su emoción e ilusión por tu llegada, y por el cambio que darías a nuestra familia.

Finalmente, llegó el día de tu nacimiento, y lo recuerdo como si fuera ayer. Los nervios de tu madre, la espera e incertidumbre de quienes tuvimos el honor de estar a su lado, y sobretodo: la primera vez que te vimos, y esa preciosa mirada que te dedicaba tu madre al tenerte en sus brazos, tomarte por primera vez en mi brazos ha sido uno de los momentos más bellos de mi vida. El segundo momento más bonito para mí tras tu llegada, fue cuando te recibiste como la mejor estudiante a pesar del imbécil que tenías a tu lado que nunca me dará confianza, ese hombre es una lobo mi niña vestido de oveja, ese hombre no tiene alma yo lo ví en sus ojos no te dejes engañar,y la tercera cuando te pude sacar de es infierno y ver cómo peleabas día con día para que yo estubiera orgullosa por la carrera que elegiste pero mi niña yo toda la vida estaré orgullosa de la mujer que eres y será porque que tú llegarás a ser toda una dama. Y como no estar orgullosa de ti y amarte si poco a poco con esos ojos tan hermosos tuyo, y con el paso de los días, fuiste robándote mi corazón, demostrándome un amor único y especial, muy similar al que se siente entre una madre y una hija, un amor que nunca había conocido ni hubiera podido conocer ya que no pude concebir nunca a un hijo propio y no sabía que era capaz de sentir.

Convertirme en tu tía, despertó en mí ilusiones y emociones nuevas, y desde luego, un sentimiento de protección y cariño como si fueras mi propia hija. Y también, mucha diversión y complicidad. Porque ser tía, no solo es querer a un pequeñito que llega a tu familia, también es convertirte en compañera de juegos, cómplice de travesuras y consolar y acompañarte cuando es necesario.

Pero sin duda, algo que también me gusta de ser tu tía, es que tenerte a ti, es tener un poco de mi hermanita. Aunque yo no sea tu madre, quiero que sepas que gracias a ti, me di cuenta que es posible amar con todo el corazón a una pequeña que no es mi hija, y desear protegerla y cuidarla como si lo fuera.

Así que gracias por llegar a mi vida, por iluminarlas con tu presencia, tu sonrisa y abrazos. Porque al ser mi querida sobrina, mi amada hija, me hiciste despertar en mí un amor especial y diferente, con el que me has robado el corazón.

Cuídate mi amor yo sé que muy pronto encontrarás el amor de tu vida, que te devuelva toda la felicidad que te mereces, con todo el amor de este mundo y el infinito tu Tita .

Con lágrimas en los ojos leí cada palabra, al pasar algunas semana mi preocupación se centro en otro lugar mis amiga, se suponían que llegarían hace dos días, ya que fueron liberadas pero no aparecen.

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