Una Nueva Oportunidad

Abigaíl:

- Buenos días, que alegría verte por aquí

- Buenos días, señor barrera vengo a traerle las cuentas de los informes de este mes — Me acercó a su escritorio a entregarle los documentos

- Tú tan eficiente como siempre — Dice con una gran sonrisa, sonrisa que por supuesto le devuelvo

Jonathan Barrera es mi jefe, él fue quien me dio la oportunidad de iniciar una nueva vida junto con mi hijo. El señor Barrera es un hombre bastante guapo a decir verdad, es alto, ojos cafés y pelo castaño claro, tez blanca y para nada aparenta tener 40 años, está muy bien conservado a pesar de su edad algo avanzada, es un hombre soltero y dueño de una gran imperio de autos de lujo.

- ¿Cuándo me vas a aceptar la salida a cenar?

- No creo que sea correcto salir a cenar con usted, señor Barrera usted es mi jefe

- Sabes muy bien que yo estoy interesado en ser algo más que tu jefe, Abigaíl de verdad me gustas demasiado y quiero que me des la oportunidad de que conocernos más, sé que soy un hombre mucho mayor que tú, pero si tú sientes lo mismo que yo, podemos tener una relación más que laboral

- Yo no estoy sola, tengo un hijo — Él sabe perfectamente que tengo un hijo y que he sido madre soltera en todos estos años, pero quiero que él entienda que antes de mi hijo no hay nadie

- Sé muy bien acerca de tu hijo y créeme estoy dispuesto a aceptarlo, yo deseo el paquete completo contigo, tu hijo, perros hasta si tienes — Sonrío al escuchar lo último, Salvador está loco por tener una mascota, pero la verdad es que no sé si dárselo, una mascota es demasiada responsabilidad para un niño, no sé en qué momento pasó, pero el señor Barrera se me acercó bastante y tomó mis manos entre las suyas, alzo la mirada y me encuentro con esos ojos claros que me observan con un destello de brillo en ellos

- No te alcanzas a imaginar lo que deseo que te des una nueva oportunidad en el amor conmigo — Soba con delicadeza mi mejilla y poco después siento como deja un suave beso en ella

- Con permiso, señor — Salgó rápidamente de su oficina y me dirijo a la mía

A pesar de que el señor Barrera es un buen hombre, yo no estoy lista para tener una relación en mi vida

Emiliano:

Escucho que tocan la puerta de mi oficina y sin quitar la mirada de los nuevos proyectos doy el pase

- No está nada mal tu oficina, Emi — Alzó la mirada al reconocer la dueña de la voz

- Patricia, ¿Qué estás haciendo aquí?

- Ay no te pongas así, solo vine a visitarte — Responde muy tranquila sentándose en la silla de madera al frente mío

-Bueno, pues gracias por tu visita, pero creo que ya es hora de que te vayas, ahora estoy muy ocupado y no puedo atenderte

- Deja de ser tan grosero, yo entiendo que no es nada fácil superar que tuviste el lujo de tener algo conmigo, pero por favor eso fue parte del pasado, ahora solo somos amigos — La miró sorprendido, está mujer esta loca o qué

Patricia es una mujer bastante hermosa, es pelirroja, estatura media, tiene algunas pecas en su rostro, lo que la hace ver mucho más guapa y tiene 20 años, sus ojos son verdes y digamos que hace algún tiempo ella y yo fuimos amigos con derecho, yo jamás la engañé, ella siempre supo lo que yo quería en mi vida, cuando ella me confesó acerca de sus sentimientos decidí que lo mejor era acabar con lo que teníamos, no quería lastimarla ni darle falsas ilusiones, poco después mi padre empezó con la idea de que me viniera nuevamente para Colombia y me hiciera cargo de la empresa y así pasó

- Patricia yo de verdad estoy ocupado, ahora no puedo hablar — Soy sincero, tengo mucho trabajo que hacer

- Está bien, me voy, pero ten por seguro que de mí no te olvidarás tan fácil — Y así sale de mi oficina, Patricia es una buena mujer, pero bastante caprichosa cuando se lo propone

Abigaíl me rechazó por nuestra diferencia de edad, soy menor que ella por 4 años, la verdad a mí la edad jamás me ha importado, yo creo que eso es más habladurías de la gente, tú puedes estar con quien quieras y te dicte tu corazón sin importar su religión, gustos o la edad, solo que ella no piensa igual que yo, pero estoy seguro de que ella si sintió algo por mí, solo que no lo quiso reconocer.

Sacudo mi cabeza sacando todos estos pensamientos y me enfoco en los proyectos que tengo en mis manos.

Adrián:

Tomo el primer vuelo que encuentro para Buenos Aires, ya es momento de que forme parte en la vida de mi hijo, yo solo espero que él no me vuelva a rechazar y me pueda perdonar por haberlo dejado solo durante tanto tiempo, aunque si él me llega a rechazar no me pienso rendir esta vez, voy a luchar por ganarme su amor.

Dejé a mi madre y a Natasha controladas o al menos eso quiero pensar, de igual forma las dejé bien vigiladas, no quiero que se interpongan en lo que quiero hacer en mi vida.

Natasha es una mujer bastante guapa, mide 1'70 de estatura, tiene el cabello tinturado de cobrizo, le queda bastante bien para ser sincero, su cuerpo es simplemente espectacular, tiene algunas cirugías, lo que la hace ver mucho mejor, la verdad es que Natasha me gusta, pero es demasiado loca y aún sigo sintiendo cosas muy fuertes por Abigaíl y esa es la razón por la cual no querido intentar nada con ella, yo de verdad quiero y creo que ella debe de darse la oportunidad de conocer a otro hombre que si la quiera de verdad.

Lo primero que hago al llegar a Buenos Aires es tomar un taxi y dirigirme hacia el hotel en el cual me hospedare, mientras me ubico y busco un apartamento en donde quedarme.

Soy Adrián Montero y tengo 27 años de edad, mido 1'84 de estatura y soy de tez morena, ojos y pelo café oscuro, soy hijo único, bueno, en realidad tuve un hermano mayor, pero lastimosamente él murió con tan solo 6 años de edad junto con mi padre en un accidente automovilístico, yo era tan solo un bebé en ese entonces y claramente no recuerdo nada, yo me enteré de todo esto gracias a unas fotos que encontré en el sótano de la finca en la que me críe y me lo confirmó mi tía, la hermana menor de mi madre, cuando le pregunté a mi madre la verdad acerca de las fotos que había encontrado ella solo me regaño por haber estado revisando cosas privadas y como siempre nunca me dió respuestas.

Sacando estos pensamientos de mi mente observo el pedazo de papel en mis manos, ahí está la dirección de donde vive Abigaíl juntó con mi hijo.

Abigaíl:

Desde hace ya varios meses mi jefe me ha estado invitando a salir, según él está muy interesado en tener una relación más que laboral conmigo, pero yo no estoy segura de lo que quiero, así que no he aceptado ninguna de sus invitaciones, yo solo estoy enfocada en mi hijo, estoy confundida, no sé realmente a quien quiero y a decir verdad deseo poder arrancarme del corazón tanto a Adrián como a Emiliano.

Aprovechó mi tiempo de almuerzo y visito algunos sitios de eventos en busca de alguno para la organización de la fiesta de mi hijo, falta muy poco para ese día y mucho por hacer, Salvador quiere que la temática de la fiesta sea del equipo de Argentina.

Al fin encuentro el sitio perfecto y después de firmar y pagar voy por un café, no tengo hambre así que después de terminar mi taza de café me dirijo de nuevo hacia la empresa.

Siento mi celular vibrar, así que dejó los documentos que estaba revisando de lado y lo tomo en mis manos y al encenderlo me doy cuenta de que es un mensaje de Chava en donde me dice que ya va a empezar las clases de fútbol y después de desearle suerte dejó nuevamente el móvil aun lado del escritorio.

Salvador saber leer y escribir perfectamente, cuando terminan sus clases en el colegio poco después empiezan las clases de fútbol, así que no me preocupo por los horarios, por qué cuando salgo de la empresa Salvador sale de las clases.

Aranza y yo no somos tan parecidas físicamente, Aranza es cabello oscuro al igual que sus ojos y yo soy de cabello y ojos cafés claros, mido 1'65 y tengo 26 años.

Salvador físicamente es más parecido a mí que a su padre, es de ojos cafés claros al igual que el pelo, al terminar mi jornada laboral voy por mi hijo a sus entrenamientos.

- Mami — Me saluda dándome un beso la mejilla y subiéndose al auto

- ¿Cómo te fue hoy?

- Bien mami, metí dos goles — Sonrío al escucharlo

- Que bueno mi amor y que te parece si para celebrar vamos a tu restaurante preferido

- Siii — Grita entusiasmado, así que me dirijo hacia ese lugar

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